25 de Febrero, Maha Shivaratri, Gran Noche de Shiva, Eduardo Luz, Cartas Egipcias
En el marco del hinduismo, Shiva es uno de los dioses de la Trimurti (‘tres-formas’, la Trinidad hinduista), también es conocido como el Danzante Cósmico, guía a las personas en los tiempos de cambio, junto con Brahmá (dios creador) y Visnú (dios preservador). Cabe decir que estos dioses principales que forman la Trimurti, son entidades, y pueden adoptar múltiples formas, sus representaciones son características de cada región y cada culto. Todo lo mencionado anteriormente es parte de la devoción del hinduismo. El conocimiento se encuentra separado de la devoción. En la devoción hay fe ciega, no hay conocimiento, no hay coherencia.
El conocimiento del hinduismo es relatado por Shiva, a través de Brahma, por lo tanto Shiva es el Creador y Brahma es solo el instrumento. Las almas tienen nombre y forma, incluido Dios Shiva. Las almas al reencarnar en cuerpos adoptan una forma humana, pero el alma siempre permanece como un punto de luz. Solo Shiva es el Único Ser, La única Alma que nunca reencarna, solo toma el cuerpo de Brahma como prestado, solo por un corto período de tiempo. Por otro lado, Dios no es omnipresente. Si fuera así, todo estaría en su máxima pureza y poder y vemos que en este mundo no hay nada como eso.
Usualmente, Shiva es venerado en la forma anicónica de lingam. Se le describe como un yogui omnisciente que vive una vida ascética en el monte Kailash, y también se le representa como a un dueño de un hogar con su esposa Parvati, y dos hijos, Ganesha y Kartikeia. Shiva tiene muchas formas benevolentes así como también otras de temer. A menudo se lo figura como sumergido en meditación profunda, con su mujer e hijos o también como el Natarash (el ‘rey de la danza’).
Normalmente se suele representar a Shiva como una deidad masculina, pero también hay representaciones femeninas de este dios, ya que para la cultura hindú lo importante es la entidad, no el sexo, llegando incluso a representarse en forma de animal.
Shivaísmo:
En el shivaísmo (o religión saiva o saivita) la deidad principal es Shiva-Rudra, y en la que Brahmá y Visnú son considerados dioses menores. En la religión védica más antigua, la única deidad destructora era Rudra (‘terrible’), pero posteriormente en el hinduismo se volvió usual darle a ese dios el nombre eufemístico de Shiva, ‘auspicioso’ (así como en Grecia a las Furias se las terminó llamando Erinias, ‘las Gracias’). En su calidad de destructor, a veces se le llama Kāla (‘negro’), y es entonces identificado con el tiempo, aunque su función destructiva activa es entonces asignada a su esposa bajo el nombre de Kali. Como deidad de la reproducción (concomitante a la destrucción), el símbolo de Shiva es un monolito de piedra o de mármol llamado lingam.
Originalmente había doce shiva-lingas, siendo los más conocidos los de Somanatha (en Guyarat), Maja-Kala (en Ujjain) y Shiva o Viswéswara (en Benarés). A finales del siglo XIX, en India se estimaba que había más de 30 millones de lingas. Shiva tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas). Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.
Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Ganga, ‘la Rápida’ o literalmente ga-n-gā ‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar de los montes Hima-alaya o ‘morada del hielo’) para evitar que hundiera a la Tierra por su fuerza.
Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, lo primero que se produjo fue el veneno, que podía destruir el mundo. Shiva se lo bebió para salvar a todos los seres del mundo, por eso su garganta adoptó un color azul y él fue llamado Nila Kantha (‘cuello azul’), y también fue llamado Loka Naiaki (salvador del mundo). En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shula o tridente. Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena).
Sus sirvientes se llaman pramathas (‘atormentadores’) y son considerados seres sobrenaturales, quienes forman tropas (gana), cuyo líder es el hijo de Shiva: Ganesha (‘señor de las tropas’) o Ganapati (‘líder de las tropas’), representado como un muchacho regordete con cabeza de elefante.
Su esposa Satí es el objeto de adoración de los shaktas y los tántricos. Recibe muchos nombres:
- Dakshaiani: ‘hija de Daksha’
- Durga: ‘cárcel’ (literalmente dur-gā, ‘difícil de escaparse’)
- Kali: ‘negra’
- Gauri: ‘dorada’
- Uma: ‘lino’ (o ¡u ma!, que en sánscrito significa ‘¡uh, no [hagas austeridades]!’)
- Bhavani.
- Cuando su padre Daksha insultó a su esposo ausente en una festividad religiosa, Sati se suicidó.
Shiva se volvió a casar con Parvati (‘del monte Parvata’), diciendo que ella era la reencarnación de Satí. Shiva también es adorado como un gran asceta. Existe un mito acerca de que en una ocasión quemó con su tercer ojo a Kama (‘deseo erótico’, siendo los Kamasutras sus aforismos), el alado dios del amor, quien ―mientras Shiva estaba dedicado a una severa meditación― le había disparado sus flechas de flores para hacerle enamorar de quien terminaría siendo su segunda esposa, Parvati. Desde entonces a Kámadeva se le conoce como An-anga (‘sin-forma’, incorpóreo).
Las escrituras de los shivaístas dicen que con la mirada ardiente de su tercer ojo quema el universo, incluidos a Brahmá y a Visnú, y se unta sus cenizas mortuorias por todo el cuerpo. Por eso los adoradores de Shiva se cubren de cenizas. También usan cuentas de semillas de rudraksa (‘ojos de Rudra’), las cuales dicen que surgieron al caer lágrimas de los ojos de Shiva o Rudra, cuando iba a destruir Tripura (las ‘tres ciudades’ de los asuras o demonios). La paradisíaca residencia de Shiva se encuentra en el monte Kailash.
Tiene tres hijos:
- Aiapa (generado con la diosa Mojini, que es una encarnación femenina del dios varón Visnú), luego de la muerte del demonio Bhaumasura.
- Kartikeia o Skanda (dios de la guerra).
- Ganesha.
En el capítulo 69 del Shiva-purana y en el capítulo 17 del Anushasana Parva del Majabhárata se nombran 1008 nombres de Shiva, siendo los más conocidos:
- Hara: ‘destructor’
- Īsha: ‘señor’
- Īśwara: ‘el señor mejor’
- Kedaranath: ‘señor del rey Kedara’
- Majadeva: ‘gran-dios’
- Mahéshvara: ‘el gran señor mejor’
- Rudra: ‘terrible’
- Samba
- Śambhú: ‘dador de felicidad’
- Śankara: ‘causa de felicidad’
Puntos de Shiva:
El tercer ojo: el tercer ojo de Shiva en su frente es el ojo de la sabiduría, conocido como bindi. Es el ojo que ve más allá de lo evidente. En consecuencia, a Shiva se lo conoce como Tri-netri-īshwara (‘señor de los tres ojos’). El tercer ojo de Shiva es comúnmente asociado con su energía salvaje que destruye a los malhechores y los pecados.
El collar de la cobra: el dios Shiva está más allá de los poderes de la muerte. Ingirió el veneno kalketu para el bienestar del universo. Para no ser herido por este veneno, se dice que su consorte Parvati ató una cobra a su cuello. Esto retuvo el veneno en su garganta y, por consiguiente, la tornó azul. De ahí su nombre Nīla-kantha (‘garganta azul’). La peligrosa cobra representa a la muerte, que Shiva ha conquistado completamente. Shiva también es conocido como Nageśwara (‘señor de las serpientes’). Las cobras alrededor de su cuello también representan la energía dormida y yaciente, Kundalinī.
Media luna: Shiva lleva en su frente la luna en su quinto día (panchami). Está ubicada cerca del tercer ojo y demuestra el poder del Soma (la ofrenda sacrificial, que representa a la Luna). Significa que Shiva posee el poder de la procreación junto con el poder de la destrucción. La Luna también es una medida de tiempo, por consiguiente también representa su control sobre el tiempo. Shiva entonces es conocido por los nombres de Somasúndara (Soma: ‘dios de la Luna’; súndara: ‘hermoso’) y Chandrashekara (chandra: ‘luna’; śekhara: ‘corona’). Refiere también al símbolo de su montura, un toro.
Cabello enmarañado (jata): el ondeo de su cabello lo representa como el dios del viento, o Vaiu, que es la forma sutil de aliento presente en todas las formas vivientes. Por consiguiente, es Shiva como la línea vital de todos los seres vivos. Él es Pashupatinath.
El río Ganges: el sagrado río fluye desde el cabello de Shiva. El rey BhaguiRatha pidió a la madre Ganga que descendiera en este planeta para que purificara sus pecados y los de los humanos. El dios Shiva ofreció su enmarañado cabello para detener su caída desde los planetas celestiales. El flujo del agua es uno de los cinco elementos que componen el universo y desde el cual la Tierra nace. El Ganges también representa fertilidad y el aspecto creativo de Rudra.
El tambor: el sonido del damaru en la mano de Shiva es el origen de la palabra universal que da origen a todo lenguaje y expresión.
Vibhuti: se trata de las tres líneas de ceniza dibujadas en la frente y representa la esencia de nuestro ser, que permanece aún después de los malas (impurezas de la ignorancia, el ego y la acción) y vasanas (gustos y disgustos, apego al cuerpo, al mundo, a la fama, los entretenimientos mundanos, etc.) han sido quemadas en el fuego del conocimiento. El vibhuti es reverenciado como la forma de Shiva y simboliza la inmortalidad del alma y la gloria manifiesta del dios.
Ceniza: Shiva cubre su cuerpo con bhasma (ceniza de crematorio) que señala la filosofía de la vida y la muerte y el hecho de que la muerte es la realidad última de la vida.
Piel de tigre: el tigre es el vehículo de Shaktí, la diosa del poder y la fuerza. Shiva está más allá y por encima de cualquier tipo de fuerza. Es el señor de Śakti. La piel de tigre simboliza la victoria sobre toda fuerza. Sentado sobre la misma, Shiva enseña que ha conquistado el deseo.
El elefante y la piel del venado: Shiva también viste con la piel de un elefante. Los elefantes simbolizan el orgullo. Vestir su piel simboliza la conquista del orgullo. Similarmente, el venado simboliza el saltar de la mente, su parpadeo. Vistiendo la piel del venado simboliza que ha controlado la mente a la perfección.
Rudraksa: Shiva viste bandas en sus muñecas de madera de rudraksha (‘ojos de Rudra’), a la que se le atribuye poderes medicinales.
El tridente: el trishula simboliza las tres funciones de la tríada: la creación, el mantenimiento y la destrucción. El tridente en la mano de Shiva indica que todos los tres aspectos están bajo su control. Se dice que la antigua ciudad de Kashi (actual Benarés), queda justo sobre el trishul. Como un arma el tridente representa el instrumento de castigo al malhechor en los tres planos: espiritual, mental y físico. Otra interpretación del tridente es que representa el pasado, el presente y el futuro. El tridente en la mano de Rudra indica su control sobre el tiempo.
La Gran Noche de Shiva o Maha Sivaratri:
Maha Shivaratri, también llamada “la gran noche de Shiva”, es una festividad popular hindú celebrada cada año en honor del dios Shiva, especialmente en Nepal. Shivaratri significa literalmente la gran noche de Shiva. Se celebra en la noche del día trece del mes Phalguna del calendario hindú. Según la leyenda, Parvati, rezó y meditó durante este día con el fin de rechazar algo malo que pudiera sucederle a su marido en la noche sin luna. Desde entonces, Maha Shivaratri es considerado como un día de buena suerte para que las mujeres recen con el fin de obtener la buena suerte de sus maridos e hijos. Las solteras suelen rezar para encontrar un marido como Shiva, considerado el perfecto esposo.
Esta fiesta se celebra cada año la sexta noche del mes hindú de Phalgun, que suele caer entre los meses de febrero y marzo del calendario gregoriano. Los fieles ayunan el día anterior y permanecen en vigilia durante toda la noche, la que suelen dedicar a la práctica del yoga y de la meditación. La fiesta también suele venir acompañada de juegos y celebraciones populares, que varían en función de la región donde se celebre la fiesta. Esta fiesta es considerada un momento buena suerte para las mujeres. Las casadas suelen pedir suerte para sus maridos e hijos, las solteras rezan por el marido ideal, identificado con Shiva. También es momento de perdón de los pecados, a través de distintos rituales. Esta celebración suele ser especialmente interesante en el templo de Pashupatinath, en Kathmandú (Nepal), lugar donde el dios Shiva se adora como Pashupati, que significa ‘señor de las bestias’. Cientos de miles de peregrinos y visitantes visitan este templo esta noche, cada año, formando grandes colas de peregrinos que esperan durante horas para dejar su ofrenda en el templo.
Fuente Eduardo Luz / Cartas Egipcias
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