Al desencarnar otra mente te albergará según tu vibración energética (Divulgación Alfa Centauri)

Se dice que los seres de Alfa Centauri (Orión) son muy teóricos y ligados a la Ciencia, debe ser por ello que han sido muy cuidadosos en dejarnos libros con el conocimiento teórico de la realidad donde habitamos en el planeta Tierra.

Continuando con el tema de qué hacemos en nuestro globo y por qué todo luce como descontrolado, encontramos datos importantes en el primer tomo del libro «El Ser Uno: los Arcanos de Thoth» que nos dejaron los seres de Alfa Centauri (los llamados Ayaplianos).

En ese libro, los Centauri han dicho que todo comenzó en la mente del Creador (el Principio Unico) núcleo, centro, la fuente o Dios, el cual emitió diversos pensamientos-seres que se encargaron de ir organizando toda la creación.

Mientras el Creador se ampliaba formando su cuerpo (que es el Universo para nosotros), los seres-pensamientos fueron observando lo que pasaba en el interior.

Sintieron la explosión o nacimiento de un nuevo orden, donde unos pensamientos quedaron girando más cerca del núcleo del Creador, y otros en diferentes magnitudes de distancia en relación a dicho núcleo.

Los seres más cercanos al Centro lucían más bellos, mientras los más lejanos, inmersos en diferentes grados de densidad, iban perdiendo su esplendor y brillantez, hasta quedar muchos de ellos dentro de la oscuridad, la solidificación y la petrificación de la Materia.

Desde el inicio, en los procesos de clasificación de los pensamientos se fue diferenciando los que eran positivos y útiles y aquellos que eran negativos e inútiles. A estos últimos se los consideraba distorsionados en sus cristales internos, por lo cual se estableció que estaban Enfermos, y mientras se buscaba su curación, se les colocó un cristal con toda la información de la creación en su pineal.

 

Somos El Creador y formamos parte de El

No obstante, como todos los pensamientos forman parte del Uno (todos somos uno), aún los densificados poseen en su interior la mente del Creador, por lo cual de todas formas, en algún momento son atraídos al núcleo. Por lo tanto, de la Fuente salimos y a ella volvemos.

Según entendemos de los textos de los Centurianos, el Creador vive un proceso de crecimiento y experimentación de las realidades, durante todo lo cual sus células-cristales pensamientos experimentan también diversos procesos internos.

Los Ayaplianos han dicho que el planeta Tierra se ubica en el área digestiva de dicho Creador, por lo cual se clasifica el planeta como ubicado en la Realidad Primaria y densa del Uno. Al parecer por ello, los habitantes de Tierra experimentamos procesos calóricos y relacionados con esta área digestiva…

Los Ayaplianos también han dicho que ellos se ubican en la Antimateria (Cielo, Edén o Nirvana), y en el caso de la Tierra algunos de ellos viven en la Tierra interna.

Un grupo de voluntarios de mundos más elevados habría llegado hace 600 millones de años atrás y desde entonces monitorean la evolución de las razas, junto a la Confederación Universal.

Sin embargo, han destacado que de este grupo, algunos quedaron atrapados en el proceso de encarnación en la densidad de la superficie de la Tierra, debido a una falla gravitacional. Supuestamente este atrapamiento hace que las personas olviden su origen…

Agregaron que para comunicarse con nosotros -que estamos en la Densidad- ellos han debido esperar que nuestro cerebro evolucione.

Actualmente estarían cooperando enviando elementos y códigos matemáticos nuevos para ayudarnos en nuestro desarrollo. Así como colaborando en el avance del lado derecho de nuestro cerebro. En otras palabras, intentan enviarnos luz a nuestras mentes para lograr la ampliación de nuestra conciencia.

Los Centauri insisten en que debemos aumentar el voltaje de nuestra energía interna y evitar los mundos de fantasía o virtuales, pues esta produce alto cansancio y desgaste. Como ejemplo: han dicho que esto es similar a como si tuvieramos la sangre espesa y esta no fluyera por el cuerpo adecuadamente.

Consultados sobre su forma física, los Ayaplianos dijeron que son seres de energía, no tienen sistema óseo, ni muscular ni piel, son asexuales, no se reproducen; se alimentan de energía. Tienen sentidos para captar el color, la forma, vibración, etcétera. En el universo del Uno serían las Neuronas con alto voltaje. Se comunican con nosotros solo telepáticamente.

Dijeron además, que no tienen naves espaciales, pues se mueven en la Mente Universal, consiguen lo que quieren con solo desearlo…

Los Centauri insistieron en que los habitantes de Tierra también somos seres-pensamientos, neuronas, pero ubicados en la materia densa, tenemos bajo voltaje y es lo que tendríamos que rectificar. «Ustedes son energía y solo la energía puede renovar sus elementos densos«, han escrito.

Añadieron que la espiritualidad que manejamos no es suficiente; debe unirse esto a la Ciencia y el conocimiento universal.

«El universo es científico y matemático, no es contemplativo ni místico: es real«.

Los Ayaplianos destacaron los aspectos que se relacionan con nuestro cerebro. Dijeron que al tener el cerebro dividido, el izquierdo está más copado y lleno de pensamientos negativos, mientras el derecho está poco desarrollado y representa los pensamientos positivos.

Señalan que una de las labores que tenemos por delante es tratar de equilibrar ambos hemisferios de dicho cerebro, es decir, transmutando los negativos por los positivos.

Apuntaron que la Fuente nos creó para ser felices no para sufrir ni sentir dolor.

Los Ayaplianos dijeron que mientras ellos están en una realidad más sublime o etérea donde las cosas ocurren más rápido; nosotros estamos en la Densidad, donde las cosas son más lentas o llevan más tiempo para realizarse.

Paradójicamente, ellos se ubican en la mente del Creador, mientras nosotros en la parte digestiva; es equivalente a esperar al menos cinco horas para la digestión del Ser. No obstante, al estar todas estas células (ellos y nosotros) dentro del Creador, todos existimos en el mismo momento e instante, pero a diferentes densidades.

 

«Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera»

Según los seres de Alfa Centauri, los seres pensamientos o humanos que vivimos en la Tierra tenemos características específicas por estar ubicados en un planeta de densidad. Nosotros somos más lentos que los seres etéricos.

Tardamos más en pensar. Esto debido a que primero debemos captar energías del entorno, nos alimentamos de ellas, después las digerimos (desglosarlas en hipóstesis) para luego llegar a una conclusión.

Si tenemos entendimiento tendremos una buena digestión mental: de lo contrario, tendremos una dolorosa digestión que se reflejará en miedo, angustia, tristeza, falta de armonía…(estados de sufrimiento)…

Para lograr un avance en la materia, los Centurianos dijeron hay que despertar. Para ello, hay que activar la glándula pineal (una especie de Antena), con la cual se reactivan los flujos de energía. Añadieron que en este proceso, la Pineal se une con la Pituitaria; y éstas dos con la glándula Rima.

Al entrar en acción las 3 glándulas, se produce el proceso de transmutación de elementos densos a sutiles.

Al mismo tiempo el ser comienza a construir una membrana alrededor de sí mismo que equivale a construir un campo gravitacional (de tipo romboidal) que lo protege de entidades negativas, cerrando un circuito y no dejando penetrar lo denso.

Los Ayaplianos dijeron que esto se parece a como cuando el gusano forma el capullo y luego aparece como una hermosa mariposa. Así los humanos forman su campo de protección para luego salir como seres energéticos (en espíritu).

De no lograrse esta elevación en la presente encarnación, habría que esperar volver a encarnar para cumplir con este proceso.

Señalaron que para subsistir en la materia densa, los seres debieron crear el proceso de encarnación: habitar elementos y luego abandonarlos para encarnar en otros nuevos y más fuertes.

Añadieron que cuando no hubo albergue para encarnar, los seres debiero acudir a la clonación para poder subsistir. Cuando esto último no funcionó, entonces observaron que uniendo la energía masculina (fuerte) y femenina (débil) podían obtener otro con las características de los dos (sus hijos). Así se perpetuó la especie Hombre, donde lograban albergarse.

 

¿Cómo es el proceso de Desencarnar?

Sobre el proceso de «la muerte», los Ayaplianos nos ofrecen una versión muy interesante. A la pregunta: dónde van los humanos cuando «mueren» (¿al cielo, el purgatorio o el infierno?), los Centurianos dijeron que -como energía que somos- vamos al Mundo Mental de otros seres Forma-Hombre que nos albergan. Esto supone que cada hombre es también un Micro-Universo…

Este albergue se produciría por afinidad de energía de las partes involucradas. Señalaron que nosotros como energía-pensamientos no podemos divagar sin la electricidad energética del cerebro-albergue. La atraccción con ese ser (o Avatar) será según la frecuencia, graduación, forma, signo, color, ritmo, etc…

Esto implicaría asimismo, que la persona al desencarnar llevará sus pensamientos-energías con él. Dependiendo del número de energía que logre será atraído por todo lo que contenga esa misma graduación (otro ser, planeta, sistema, etc)…

El desencarnado podrá navegar en ese mundo mental -en la graduación correspondiente- hasta que encarne de nuevo y prosiga su existencia.

Al parecer el «juego» o expansión del creador termina cuando la Fuente une las 9 dimensiones en forma real, momento en el cual atraerá todos sus pensamientos-energías dentro de su Mente, absorbiéndolas para manifestarlas en nuevas creaciones y realidades. En otras palabras, las 9 dimensiones deben regresar al Creador para que sus pensamientos sean reciclados. Es en este punto donde se puede decir que la encarnación ha culminado.

Los Ayaplianos dijeron además, que el desencarne o «muerte física» ocurre cuando el ser baja mucho su voltaje, tanto que ya no produce un nivel eléctrico que lo pueda mantener estable. Es decir, sus cristales ya no vibran.

En dicho instante, el ser debe buscar un albergue para continuar «vivo» y alimentado. Como es una electricidad de la mente, es otra mente quien lo podrá albergar. Todo este proceso habría sido ideado en la materia densa para que los pensamientos pudieran sobrevivir.

Los Centurianos resaltan la importancia de la Mente Universal, pues dicen que mientras la Mente puede vivir sin un pensamiento; un pensamiento no puede vivir si le falta una Mente.

 

Activando la Pineal y el «Circuito Lid»

Sobre aquellas divulgaciones que han hablado sobre el Humano-Luz, encontramos en los libros de los Ayaplianos explicaciones sobre este argumento que ofrecen más detalles sobre cómo las personas poseen luz en este mundo.

Al ser interrogados sobre si la energía-materia funciona como una pila, los Centurianos dijeron que efectivamente es así.

Indicaron que los seres en la Materia debieron crear un envase para poder seguir existiendo. Este proceso comenzó en el mundo mental y luego se llevó a la materia física.

Para que este proyecto funcionara le colocaron un generador de energía llamado Cerebro. Esto porque el Hombre no podía vivir en la densidad sin la electricidad de la mente. En la búsqueda de este objetivo fueron creados el Reino vegetal y el animal.

Los Centauri dijeron que este trabajo de hacer evolucionar y elevar los envases para encarnar, se sigue ejecutando actualmente por parte de las personas que aún habitamos planetas como la Tierra. No obstante, aún no habríamos logrado llegar a obtener la vida eterna.

Según estas explicaciones, los desencarnados se ubican en grados del cerebro o la masa encefálica de un ser vivo que le sirve de albergue.

Si esas energías pensamientos desencarnadas son de calidad, ayudarán a evolucionar al «Avatar» donde habitan.

Esto ha sido interpretado como tener una voz interior que te avisa o ayuda en tu trayectoria o como un Angel Guardián que te acompaña y te envía mensajes.

Los Centurianos han dicho paradójicamente que un ser-pensamiento se hace más eterno cuando reúne más sinfonía en sus energías y de tonos más agudos…

Según estos extraterrestres, próximanente estamos entrando al Cuarto Plano, donde el lado derecho de nuestro cerebro abre un circuito optativo para que la persona escoja, prefiera y elija. Dicho circuito estaría debajo de la Pineal y permite que la persona obtenga libre albedrío.

Esto significa que el ser formará una Causa con sus acciones que luego se convertirá en un Efecto consciente. En dicho momento, la persona comenzará a formar su espíritu, consumiendo mejor alimentación y trabajando sus emociones. Su amor se expandirá así como su humanidad.

Reconocen los Ayaplianos que aunque inicialmente los seres se clonaban para seguir teniendo envases donde albergarse, pronto se dieron cuenta que sus clones mostraban debilidad de energía y las formas-hombre era cada vez más pequeñas. Debido a ello es que comenzaron a unir el elemento masculino con el femenino para formar una especie más fuerte porque implicaba el proceso de procreación y ya no habría problema de albergues.

Para salir de la Dimensión Primaria donde nos ubicamos, los Ayaplianos dijeron que debemos tomar la forma triangular  que es la misma que tiene la malla construida alrededor de esa Dimensión. Indicaron que si la persona desencarna y no logra esta figura en sus cristales, rebotará contra la malla encarnando nuevamente en dicha dimensión.

Para unir su trilogía, la persona debe unir su energía-materia; energía-pensamiento y su energía- mental. Es decir, que sus 3 glándulas trabajen conjuntamente: pituitaria, rima y pineal para activar el llamado circuito Lid.

Los Centurianos dijeron que lograr construir el cordón mental que permite comunicación con otras realidades implica gran esfuerzo y dedicación y son aspectos ligados al merecimiento de la persona.

Indicaron que cuando mentalmente el ser abre el triángulo y forma el cuadrado podrá encarnar en otros planos de vida.

Cuando sus cristales tengan forma cuadrada obtendrá una cuarta visión llamada Circunferencia.

Después logrará formar el hexágono que le dará profundidad a su visión. Posteriormente, el hexágono abrirá sus puntas para entrar la sabiduría, la cual es simbolizada por el Octógono (el 8, el infinito).

Seguidamente el octógono se podrá transformar en círculo, donde la visión de la persona ya no tendrá ángulos.

 

Continuará…

 

@red_esoterica

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