Mire lo que sucede cuando alguien tiene cuerpo, ego y alma, pero carece de espíritu.
En primer lugar, todo su maquillaje sería el resultado de influencias materiales, como la genética y el entorno.
La sede de su aparente inteligencia sería el ego. Y sin el contrapeso del espíritu, su ego sería el rey soberano.
Así, de conformidad con la función del ego, tales personas estarían por completo dedicadas a la supervivencia material y social.
Note que las personas con espíritu, que están conscientes de sus impulsos espirituales a menudo hacen opciones voluntarias que no sirven para ganancia financiera, social o egoísta, que van en contra de las expectaciones de los principios evolutivos darvinianos, y que sirven solamente para fines espirituales.
Tales impulsos están ausentes en personas sin espíritu, aunque estén verdaderamente optimizados para la supervivencia en el mundo físico.
Sin conciencia, empatía o una lucha interna entre el ego y el espíritu que los retienen, ellos pueden más rápida y fácilmente tener éxito en sus entornos mundanos, sin importar el costo a los demás.
Para entender mejor sus diferencias metafísicas, considere lo que le sucede a la gente con espíritu y sin espíritu después de la muerte física.
Cuando mueren
- El espíritu y el alma anidados dentro del otro, juntos dejan el cuerpo físico. Luego de un tiempo, el componente etéreo del alma se desintegra, dejando solamente al espíritu anidado dentro del cuerpo astral.
El cuerpo astral, entonces, se desintegra. La desintegración de los cuerpos etéreo y astral, significando la disolución o el alejamiento del alma es conocido en el esoterismo cristiano como la segunda muerte.
El espíritu liberado, entonces, avanza en el más allá antes de reencarnar.
La reencarnación involucra que el espíritu se forme para sí un alma nueva, y luego cae en un nuevo cuerpo físico.
En reencarnaciones secuenciales, la influencia de qué talentos, predisposiciones y desequilibrios ha adquirido de vidas previas será de gran importancia en una nueva encarnación.
Cómo comienza la vida para los sin espíritu
En el caso de personas sin espíritu, la vida comienza de la siguiente manera.
Al gestarse el cuerpo del feto en el útero, el alma se forma por primera vez, como arena de playa siendo reunida en la forma de un castillo, y se une al cuerpo.
Esta combinación produce una conciencia rudimentaria. Después de nacer, tal persona se vuelve nada más que un producto de la genética y el entorno, debido a una ausencia del espíritu.
Sin un contrapeso espiritual, las pulsaciones biológicas y la programación social se convierten en sus primeros impulsos en la vida.
Tras la muerte física su alma evacua el cuerpo, quizás conteniendo una persistente huella del ego, y luego de algún tiempo se desintegra y es reabsorbida en el lago de energías desde el cual originalmente se formó. Nada de su identidad sobrevive.
Para la gente sin espíritu, esta vida es la única. Ellos se forman al entrar y se disuelven al salir. No puede ser de otra forma si carecen de un núcleo de conciencia individualizada.
Por lo tanto, todo lo que una persona con espíritu tiene debido a la continuidad de sus encarnaciones está faltando en la vida de una persona sin espíritu.
Por ejemplo, alguien sin espíritu no necesitaría lecciones de vida o experiencias de aprendizaje espiritual.
¿Cual sería el propósito si lo que sea que se gane desaparece después de la muerte?
Por ello la gente sin espíritu son los que no pueden aprender lecciones espirituales, que no pueden ganar espiritualidad de las pruebas de la vida, que no pasan lo que han ganado a sus sucesivas encarnaciones.
- Y así, ellos no tienen ningún interés por las lecciones de humildad, empatía, compasión, entendimiento o perdón.
En lugar de cambiar como personas a través de la maduración espiritual en la vida, ellos solamente cambian en el sentido de una mejor adaptación a la vida a través del acondicionamiento.
Por ejemplo, mientras que una persona con espíritu pudiera ver el error de sus caminos y volverse humilde, una persona sin espíritu simplemente aprenderá a no ser atrapado la próxima vez.
El karma es otro factor metafísico ausente en la vida de la gente sin espíritu.
Hay muchos conceptos erróneos sobre el karma, por lo que primero explicaré mi entendimiento de ello, antes de mostrarles cómo su ausencia afecta la vida de una persona sin espíritu.
El karma (el tipo negativo) es simplemente una deuda espiritual o desequilibrio adquirido por violar la libre voluntad de uno mismo o de otro.
Violar la propia voluntad libre sucede cuando usted toma una decisión durante un estado ignorante, como cuando se está identificando con el ego y actuando sobre sus impulsos, que viole una opción hecha durante un estado espiritual más sobrio.
Al cometer una violación de libre albedrío, el aspecto asociado con el espíritu superior de la conciencia lamenta el error y hace un compromiso de reparación, aunque el aspecto asociado con el ego inferior trate de ignorarlo.
El desequilibrio kármico, entonces, atrae experiencias que enseñan una lección corrigiendo esa ignorancia, ya sea en esta vida o la próxima. La lección aprendida es universal y no requiere memoria de la opción original que la provocó, solamente una comprensión de la lección.
La experiencia kármica misma no es lo que está destinado, es más bien la lección aprendida, por ello el karma a veces puede ser mitigado a través de una comprensión preventiva y el perdón, sin tener necesariamente que aprenderlo por la manera dura, a través de la experiencia.
- Pero sin espíritu no hay un verdadero libre albedrío y no han verdaderas lecciones que puedan ser aprendidas.
Por ello, los sin espíritu no tienen karma, y en cambio viven completamente bajo las leyes del azar y la ley de la selva.
Mientras que el individuo con espíritu pudiera nacer con desventajas kármicas, para el individuo sin espíritu, estas desventajas serían estrictamente por una cuestión de suerte o herencia y no sirven a ningún propósito superior metafísico.
Igual como con la sincronización y manera de su muerte; mientras la persona con espíritu pudiera haber planeado libremente su vida antes de encarnar, incluyendo la forma en que van a morir, la gente sin espíritu muere según circunstancias al azar sin propósito o significado, a menos que su muerte de alguna forma juegue una parte importante en el guión de la pre-encarnación de un individuo con espíritu.
- Otros factores faltantes incluyen sueños simbólicos significativos, sincronicidades, una guía intuitiva superior y su mano personal de destino.
La gente sin espíritu no experimenta ninguno de estos factores, porque, ya sea que no pueden o no lo necesitan.
Esto debería ser obvio de entender el papel del espíritu, pero lo elaboraré en aras de la claridad.
Sueños significativos sirven principalmente para alertar a una persona a desequilibrios espirituales que necesitan ser corregidos, pero una persona sin espíritu no tiene necesitad de tales mensajes.
Así mismo, no tienen nada superior que les envíe tales mensajes.
Sin una base permanente de individualidad, ellos no tienen un “Ser-Superior”, lo cual significa que es la manifestación futura perfeccionada del espíritu que se remonta a través del tiempo para ayudar a las extensiones de sí mismo que están todavía en el pasado lineal.
Y sin un Ser Superior, ellos no tienen una guía intuitiva interna que les proporciones ciertos empujones y protección en la vida.
Así, mientras una persona con espíritu pudiera experimentar sincronicidades anormales y la curvatura de las leyes de la realidad para salvarlos de una muerte prematura, una persona sin espíritu, careciendo de tal dirección y protección perecería, según la ocasión.