cultivar, la resiliencia, las catástrofes, hábitos, lograrlo
La resiliencia es una hermosa invitación a ver la vida desde una perspectiva más completa y optimista.
Para nadie es indiferente que a veces la vida nos pone a prueba de diversas maneras, poniéndonos en situaciones que parecen superar nuestras capacidades: Una catástrofe natural, una enfermedad, una ruptura sentimental particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, problemas económicos o el fracaso de un sueño largamente anhelado, entre tantas otras. Todas estas circunstancias nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante.
Este punto es crucial ya que tenemos dos caminos a elegir: O nos dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o bien estar empeñados en sobreponernos y salir fortalecidos. De esto último se trata la resiliencia.
En términos generales, la resiliencia es la capacidad de los seres humanos de afrontar crisis o situaciones potencialmente traumáticas con flexibilidad y ser capaces de salir fortalecidos de ellas.
En este sentido, la resiliencia no es una cualidad que esté necesariamente impresa en nuestros genes. De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, y es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida, ya sea a través de referentes cercanos que han sido un modelo de resiliencia a seguir, o bien encontrando el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.
A continuación, comparto algunos hábitos principales a considerar para el desarrollo de la resiliencia:
- Flexibilidad: Esto implica flexibilizar nuestros recursos internos de modo de ser capaces de sobreponernos a las adversidades y de utilizar estas situaciones a nuestro favor para crecer y desarrollar al máximo nuestro potencial.
- Tenacidad: El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas. Al contrario, si hay algo que las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha, por medio de una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
- Optimismo: Las personas resilientes tienen una manera diferente y optimista de ver las situaciones adversas ya que son conscientes de que después de la tormenta viene la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden y emocionan por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa.
- Creatividad: La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar reparar los daños, ya que es consciente de que ya nunca a volverá a ser la misma. Por el contrario, transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil para otras personas.
- Practicar la atención plena: Es de suma importancia cultivar el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y tener una gran capacidad de aceptación de la misma. Esta es una hermosa capacidad de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentar sacarles el mayor provecho y lecciones posibles.
- Sentido del humor: Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, siendo capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
- Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo. Para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda en sus redes más cercanas o bien generar nuevos grupos de ayuda.
La resiliencia es una hermosa invitación a ver la vida desde una perspectiva más completa y optimista. Pese a que es muy importante vivir los procesos y experiencias adversas a fondo, siempre se puede salir de ahí y convertir lo negativo en una gran lección a integrar y compartir de modo optimista con el mundo.
Fuente Guioteca
cultivar, la resiliencia, las catástrofes, hábitos, lograrlo