Mucho es lo que se ha hablado sobre el «‘Hombre Gris'», aquel que ha sido predicho como el que elevará a la Argentina desde esta posición lamentable a la que ha descendido luego de ser unas de las cinco primeras potencias en el mundo.
En su profecía, tanto Solari Parravicini como el párroco Don Orione nombraron al ‘Hombre Gris’ como recuperador de la grandeza de este país pero sólo dieron algunos detalles sobre él como para reconocerlo, y no expresaron exactamente cómo ni cuando vendría.
Las videncias suelen ser así, son una imagen mental que ha de ser interpretada y de hecho lo son sólo en el contexto en que la persona que profetiza se encuentra en ese momento, según su época.
En dichas profecías hay coincidencias en que se trata de un hombre joven que aparece luego de haber estado en una especie de retiro espiritual y entra por Balcarce 50 a la Casa Rosada a dirigir los destinos de Argentina.
También se explica que otros querrán tomar su lugar pero serán rechazados y solamente él será aceptado.
- Hablan de un hombre muy inteligente y espiritual, que será reconocido por todos como el elegido para esa tarea, lo que también podría ser interpretado como que se trata de uno de tantos seres híbridos humano-ET con ciertos poderes especiales, que cohabitan con nosotros sobre este planeta.El sentido común nos dice que se plantea como muy difícil una situación en que todos los argentinos, conociendo la particular idiosincrasia del ciudadano local, acepten sin chistar a que alguien prácticamente desconocido le sea permitido dirigir al país tan sencillamente como lo dicen las profecías.
- Como si se tratara de sencillamente entrar, sentarse en el sillón de Rivadavia y ser inmediatamente aceptado como líder.En las profecías también se expone que Argentina ha también de tener su propia Revolución Francesa, en la que el pueblo, agotado, enfurecido y ya fuera de control, salga a las calles a buscar a todos aquellos que pudiendo hacer algo para rescatarlos de la miseria, sólo pensaron en engordar sus bolsillos a costa del presupuesto público.
Esto es más verosímil, porque hoy son muchas las personas cuya indignación los desespera al punto de creer que solamente así se depurará la inmensa plaga de parásitos políticos, judiciales, sindicales, dirigentes sociales y demás funcionarios de mayor y menor rango, que exprimen los fondos de la nación en provecho propio.
Tal vez sea ésa la única solución que nos queda, salvo que ocurra un milagro que nos rescate: una toma general de conciencia ciudadana…
En las profecías se habla de que Argentina será sumergida en un baño de sangre en las calles y que los habitantes no bien vean a estos rufianes mencionados, los ejecutarán directamente sin juicio alguno y de inmediato.
Esperemos no tener que llegar a semejante barbarie, pero la burla que por décadas se ha hecho del ciudadano justo, robando, sus derechos, sus impuestos, su jubilación, su educación, su salud,…inevitablemente ha de tener una consecuencia tarde o temprano, mientras que hoy los responsables sonríen abiertamente confiando en su impunidad.
Se creen seguros porque esta situación aún no ha pasado y ellos confían en que nunca pasará.
Posiblemente el ‘Hombre Gris’ no aparecerá hasta que no cambie la conciencia del ciudadano promedio; para ello, los tránsitos planetarios que en varios artículos he descripto están preparando el terreno y las fechas que he anticipado se aproximan en forma inexorable.
La solución de Argentina está a la vuelta de la esquina, pero se demora porque la mentalidad promedio insiste en negarla y postergarla debido a los intereses espúreos y los egoísmos particulares que se han impuesto en la población y sus dirigentes.
Pero es más que evidente que solamente hechos graves y de gran impacto social serán capaces de hacer reaccionar a la población promedio hacia encontrar la salida, y sin duda que habrá muchas sorpresas de aquí en adelante.
Como expresara en otro artículo anterior, los argentinos se están comprando todos los números de la lotería de una gran catástrofe y el sorteo está pronto a efectuarse; no lo ven todavía, pero allí se aproxima.
Muchas veces, las imágenes profetizadas de este tipo no pueden ser comprendidas hasta que suceden y son relacionadas luego con la profecía original, observándose entonces que tienen muchos puntos de coincidencia.
Esta forma de presentación de las profecías es más que comprensible por varias razones:
muchas veces estas visiones corresponden a la imagen original que resume los resultados de todas las líneas de futuro posibles al momento de ser presentada, pero esas líneas de futuro pueden luego ser diferenciadas y elegidas una en lugar de otra, lo que modificará levemente la predicción aunque su esencia se mantenga.
Y en otros casos, no sucederá, dado que la energía se descargará de alguna otra manera, como ya ha sucedido y como es la tendencia dado que hemos incursionado ya en otra nueva línea de tiempo.
Por lo tanto, no puede saberse exactamente cómo esta profecía se cumplirá, y de allí que no podrían darse los detalles completos porque justamente esos mismos detalles son los que hay que construir alrededor de la misma y dependen de las decisiones que vayan tomando en el futuro los individuos que se relacionan con dicha cuestión.
Algo así sucede también con la profecía de la llegada del ‘Hombre Gris’.
Pero sí parece quedar claro que esta situación de injusticia y esta burlesca impunidad desencadenarán inevitables hechos grotescos más tarde o más temprano de los cuales va a ser muy difícil escapar.
Mis abuelos solían decir:
«Tanto va el cántaro a la fuente… que al final, se rompe».
El ciudadano debe mentalizarse en que tiene que cumplir con sus deberes y responsabilidades tales como estudiar, trabajar y construir, defendiendo y cuidando el suelo argentino, enarbolando la justicia, el equilibrio, el don de gentes, y dejando de lado los egoísmos particulares.
Por otra parte solamente deberían ser aceptados funcionarios honestos, justos, con vocación de servicio y dispuestos a trabajar para el bien de la nación, en lugar de la añeja corruptela política y judicial que nos rodea y que amenaza con empeorar cada día que pasa.
El argentino típico parece prestar poca atención al significado de las palabras «dignidad», «responsabilidad», «disciplina», «honor», «valores», que son indispensables poseer para construir un país en serio, de una buena vez.
Si bien el ciclo de transformación ya ha comenzado aunque muchos no lo hayan percibido, claramente se ve el tránsito de los planetas transpersonales Urano-Neptuno-Plutón por sobre la Carta Natal de Argentina y su efecto ya ha producido algunos movimientos que solamente un ojo advertido puede percibir.
Las convulsiones comienzan por lo económico mientras que revolucionan en lo político, y por eso veremos muchos incidentes aparentemente inexplicables y sorpresivos, incómodos, que van a producir expectativa e inseguridad como si no se supiera mañana a qué nos deberemos enfrentar.
Política y económicamente, estamos hoy, a finales de 2019, flotando como un corcho sobre la superficie de un mar agitado, a la espera de imponderables que pueden llevarnos inesperadamente a la catástrofe.
Esto se debe a que los cambios que se imponen en la época son rechazados por la ignorancia general de que eso es justamente lo que se busca:
una transformación inmediata antes de que sea tarde, y dicha transformación, si no se logra hacerla por la buena voluntad se deberá cumplir por medios cruentos y dolorosos para la población, destino al cual parecería que ciegamente nos estamos acercando.
Astrológicamente, transformación y muerte son equivalentes, por lo que el libre albedrío de la persona será el que elige la opción.
Hoy nos encontramos de fiesta sobre la cubierta del Titanic, que al zarpar fuera llamado «el barco que no puede hundirse», navegando a metros del iceberg que será su perdición.
Los argentinos infantilmente confían en que siempre el Júpiter protector en Casa I de la Natal de Argentina los salvará a último momento, como siempre ha sido, pero no siempre será así.
La Grieta
Aunque no parece tener relación, en el título de este artículo también he mencionado a La Grieta, nombre con que se ha dado por denominar a la diferencia que se ha creado entre una porción de argentinos que prefieren ver el futuro de una manera y otra porción que prefiere verlo de otra.
No cuestionaremos ahora las razones de dicha grieta, pero en mi criterio la evolución de este proceso de la Grieta desencadenará en la aparición del ‘Hombre Gris’.
La Grieta ha dividido a los argentinos en dos fracciones irreconciliables; los principios y valores institucionales en los que se basa cada fracción difieren profundamente, unos de los que sostienen los otros.
A medida que pasa el tiempo, la Grieta se va profundizando, y ya se percibe cierto grado de violencia cuando uno de los de un lado se enfrenta con otro del otro lado.
En ambos lados observo aspectos irreconciliables, siendo que la Grieta resulta más proveniente de modelos políticos que de realidades palpables:
ambas fracciones, a su manera, buscan lo que cada una cree conveniente para ellos pero cuestionan los métodos del otro, por lo que insisto en que la Grieta no solo es política sino también de conciencia, y está estimulada ex-profeso por fracciones políticas antagónicas y por importantes poderes tras la sombra que buscan hacerse del generoso suelo argentino.
Si ponemos atención, no es casual que en todos los países del mundo de alguna manera se está generando hoy algún tipo de grieta, puesto que así consta que debe producirse en la Agenda de sucesos de los Controladores del planeta:
se basa simplemente en el viejo mecanismo de «divide y reinarás», como preparación del dominio total de la población y su reducción a la servidumbre.
De ambos lados de la Grieta, A y B, observo tanto personas normales como personas indeseables, siendo que la Grieta en todo caso debería estar no en función de la opinión política y el criterio personal sino sólo en cuestiones de valores ciudadanos irreconciliables, como: ser delincuente o no delincuente, trabajador o no trabajador, honesto o deshonesto, responsable o irresponsable, corrupto o no corrupto.
Sería más normal que existiera una grieta entre estos principios mencionados de comportamiento, entre estos dos tipos de conductas antagónicas, es decir entre dos formas de vida incongruentes que no pueden coexistir si se desea el bien de la nación.
Para separar a las personas de accionar correcto de las personas de accionar incorrecto es que se ha creado la Ley, que debería ser utilizada impersonalmente para diferenciar los comportamientos humanos, pero en Argentina y en otros países del mundo, existe una sucia manipulación de la misma que irrita y desconcierta al ciudadano promedio quien observa que se beneficia al victimario y se sumerge aún más a la víctima.
Ni más ni menos que en el Mundo del Revés, la Justicia terrena no duda en condenar al ciudadano que se defiende y sin ningún prurito, desvergonzadamente, decide absolver a quien lo ataca.
Por ejemplo, respecto a los manicomios donde se recluye a los locos, existe un viejo dicho:
«No son todos los que están, ni están todos los que son».
Con la Grieta pasa lo mismo, parece no importar si nos referimos a un simple ciudadano que apenas sobrevive o a alguien que se ha enriquecido legal o ilegalmente, o alguien que ha adquirido poder en la justicia o no, como gobernante, juez, militar o cualquiera que sea su rango como ciudadano.
La Ley parece ser aplicable justamente al revés del criterio con el que ha sido creada; para con el fuerte es más débil y para con el débil, es más fuerte. Eso tiene que terminar. Y va a terminar mal.
La Grieta, lejos de cerrarse, es evidente que habrá de ir acrecentándose con el tiempo.
Esta molesta situación de grieta finalmente suele terminar resolviéndose mediante la violencia, llegando aún hasta desatar guerras civiles, al cabo de las cuales y tras observar sus consecuencias trágicas, los ciudadanos de ambos lados recién parecen comprender que no pueden seguir indefinidamente así porque se extinguirán y entonces, recién entonces, ya agotados, decidirán encontrar factores comunes que los lleven a un acuerdo y a una negociación que termine con la controversia.
Pero ahora volvamos al ‘Hombre Gris’.
Cuándo aparece el Hombre Gris
Personalmente pienso que muchos ciudadanos están esperanzados en encontrarlo a fin de resolver los eternos problemas, pero lógicamente, ambos grupos disidentes desean que pertenezca a su lado de la Grieta.
Sin embargo no parecen comprender que el ‘Hombre Gris’ no aparecerá hasta que no comience a resolverse la tan mentada Grieta, porque justamente se le ha dado en llamar Gris porque no es ni blanco ni negro, no pertenece al grupo A ni al B.
Y tampoco personalmente considero que sea un solo hombre, un personaje solitario que dicte las medidas correctas que saquen al país del subsuelo en que se encuentra.
Un solo hombre no puede gobernar en semejante caos y ser aceptado por todos.
El ‘Hombre Gris’, en cambio, puede ser que esté representando una nueva conciencia, un nuevo tipo de hombre.
Tal vez se verá representado por un gran grupo de hombres y mujeres que hayan evolucionado y llegado a la conclusión de que sus energías deben unirse en un propósito común en lugar de enfrentarse como argentinos A contra argentinos B, y recién entonces el país comenzará a resurgir de las entrañas de la fosa en la que se encuentra, tan sólo una cavidad llena de,
egoísmos, partidismos, ambiciones, corrupciones, luchas de poder y desencuentros.
El ‘Hombre Gris’ entonces cada vez se volvería más fuerte en su magnitud de voluntades y en su propósito de progreso.
El ‘Hombre Gris’ quizás llegará tímidamente como una tercera posición uniendo los valores rescatables de los argentinos A con los de los argentinos B, y solamente así podrá ser capaz de resolver los antagonismos en que nos hallamos inmersos y que cada día nos hunden más como consecuencia.
El tipo de ciudadano asimilable a la mentalidad de ‘Hombre Gris’,
no pensará en enriquecerse a costa de otro coterráneo, no pensará en obtener ventaja sino en igualar oportunidades, en reconocer valías, que no es considerar a todos por igual porque está probado que no somos todos iguales y que no todas las opiniones valen lo mismo, pero que el objetivo común debe ser mucho más fuerte y valioso que las infantiles y egoístas razones que han creado la separación entre el grupo A y el grupo B.
¿Cuánto nos llevará llegar a convertirnos en ‘Hombres Grises’?
No será antes de comprender la necesidad de resolver aunque sea parcialmente la Grieta, y ésta no será resuelta sino con un gran sacrificio, enormes pérdidas, enfrentamientos dolorosos y muy tristes desencantos.
Los tránsitos planetarios están ya trabajando con ese propósito pero la viveza criolla y el comportamiento estúpido y suicida de muchos ciudadanos pretende eludirlos y oponerse en lugar de fluir con ellos y obtener su beneficio.
Como sucede en otros órdenes el ‘Hombre Gris’ no podrá surgir hasta que una cierta Masa Crítica de ciudadanos tome como prioritaria la CONCIENCIA ciudadana en lugar de la conveniencia personal.
En numerosos artículos de este mismo blog he mencionado que lo que nos impide resurgir es justamente la falta,
- de conciencia
- de madurez
- de equilibrio
- de sabiduría
- de mente de colmena,
…dirigida hacia el bien general.
Para los que no conocen el concepto, explico que se define como Masa Crítica a aquella magnitud o cantidad de elementos que una vez reunidos, tienen el poder de transformar por inducción al resto de los elementos del contexto general quienes reaccionarán en tal dirección espontáneamente sin ponerse a pensar exactamente qué los hace reaccionar y cambiar radicalmente.
Producir una Masa Crítica de Uranio o Plutonio es lo que detona una explosión nuclear, por ejemplo.
Para los que comprenden un poco más, estoy haciendo referencia al efecto sobre el Inconsciente Colectivo debido a las inducciones planetarias de los planetas exteriores o transpersonales ya mencionados.
Siempre he sostenido que la mentalidad del pueblo argentino es la responsable de que el país permanezca hundido, y ya que está representado por la Luna en la Natal de Argentina, en su parte baja de la Carta, siempre mira hacia arriba y acusa al gobierno representado por el Sol, justamente en oposición, es decir, a 180 grados, en la parte alta de la Carta.
Es el mismo pueblo que se olvida que sus dirigentes de una forma o de otra, estarán designados por su voto o por su actitud a favor o en contra de ellos, y la permisividad que otorgan a sus gobernantes, siendo que en otros países se aplica directamente la pena de muerte ante la traición a la patria o un acto de corrupción que perjudique a la población.
Los dirigentes comienzan siendo parte de la Luna, la población, pero luego, cuando alcanzan cierto poder y notoriedad, se desplazan hacia arriba, hacia la posición del Sol (autoridad) argentino y sus intereses difieren en forma opuesta a los de la posición desde la que partieron, la Luna, que está abajo en la Carta Natal del país.
Los argentinos buscan «salvadores», «líderes» que los encaucen, sin tener conciencia de su poder como ciudadanos el día en que se decidan ser verdaderos habitantes unidos por el amor a su país y tomen las riendas de su destino en lugar de abandonarlas en manos de otros luego de haberlos votado.
Cuando creen haber encontrado a un líder, lo enaltecen y lo endiosan no importa los defectos que tenga, pero al poco tiempo comienzan a sabotear sus actos de gobierno porque siempre les ceden responsabilidades que son propias del ciudadano, no del gobierno.
Los habitantes suelen anteponer como primordial sus intereses personales, y como ya se sabe, no puede conformarse a todos.
Y entonces, cíclicamente, comenzarán a dejar solo al gobernante y de a poco, precipitarán su caída a favor del siguiente, una y otra vez…
El pueblo de Argentina está representado por la Luna en el Signo de Capricornio, lo que significa astrológicamente:
un pueblo infantil, caprichoso, hipócrita, llevado por las apariencias, inconstante, falso, tal como un niño malcriado que siempre reniega de la misma piedra con la que insiste en tropezar todos los días.
Ésa es la realidad observada desde el punto de vista de la Astrología, y no hace falta ser astrólogo para comprobar que en realidad así se comporta el ciudadano promedio, mediante berrinches periódicos, buscando casi siempre evadir los preceptos legales y morales, llevado de la nariz por una promesa y dispuesto a regalar su dignidad por el simple precio de un caramelo.
Y además, lo más grave, sin siquiera llevar memoria de lo que ha ocurrido en el pasado y por lo tanto, condenado a volver a vivir recurrentemente las mismas antiguas desgracias que ya debería haber superado hace muchas décadas.
Como argentinos, en general mostramos desconocer lo que significa RESILIENCIA.
Resiliencia es la capacidad de avanzar por la vida sin quedar traumado por los sucesos aunque sean poco gratos de enfrentar, pero recordando la experiencia obteniendo los eventuales beneficios de ello, de manera de aprender y no volver a repetir los errores.
Recordemos que ya tuvimos una gran Grieta en los años 70, pero no fue suficiente.
¿Necesitamos otra más nefasta que la anterior…?
En resumen, entonces, sospecho que es imposible que aparezca «el ‘Hombre Gris'» hasta que no se generen suficientes nuevas conciencias que vislumbren objetivos superiores y decidan no participar de la Grieta, lo que puede llevar años o décadas, dependiendo de que el habitante promedio adquiera la resiliencia necesaria y la conciencia ciudadana de lo que debe llegar a ser pero que todavía no es.
Considero que la Grieta por hastío dará finalmente origen al ‘Hombre Gris’ porque numerológicamente siempre dos elementos energizados generan a un tercero, y a su vez, éste será quien llevará a la disolución de la Grieta por obsoleta y perjudicial para los intereses del país.
Comencemos a buscar el logro de esa nueva conciencia ya, y puede que así algún día encontremos al ‘Hombre Gris’ y sus 50 años de paz y bonanza profetizados.