misión, vida, mundo, propósito, universo, Reinaldo Dos Santos
Constantemente nos sentimos con una gran intriga interna de saber a qué vinimos a este mundo, cual es nuestro propósito en la vida. Además de una gran intriga en sí mismos, está la desesperación por querer darle sentido a lo que viven. Una de las formas de descubrir cuál es la contribución que hemos venido a hacer a la humanidad es evaluar en nosotros mismos que es lo que realmente nos gusta hacer.
Para saber a qué hemos venido, enfócate en lo que te hace feliz al hacerlo. Cuando realizas algo innato, que te hace sentir desarrollado y con un gran bienestar, muchos no encuentran su misión de vida, como otros la hallan desde temprana edad.
Cuando uno se emplea a realizar aquello a lo que vino a este planeta, todo fluye con más armonía y parece ser todo más fácil. Ya que al estar todo alineado con las corrientes nos facilita a efectuar todas las cosas que vinimos a hacer. Los peculios materiales forzosos para acarrear a cabo nuestro trabajo aparecen siempre por todos lados, y somos mucho más felices. El universo es siempre perfecto y su abundancia es infinita.
Saber cuál es la misión de nuestras vidas es algo que muchos se preguntan de formas distintas. En el plano espiritual hay muchos modos de saberlo, una de esa manera es visitando los llamados archivos o registros akáshicos de cada uno de nosotros mismos. Allí puedes hallar lo que se refiere al libro de la vida, en donde está relacionado a las partes superiores de nosotros mismos, uno puede apreciar su misión y las lecciones de la vida, lo que viniste a hacer y aprender. Otro modo también eficaz es entablar una conversación cada vez más fluida con nuestro Yo superior, tu ser, tu alma, tu consciencia, lo que nos simboliza como seres no físicos. Enfocándose en los pensamientos y sentimientos en cada cosa que realizas además de tomando decisiones eligiendo solamente aquello que te hace meramente feliz realizándolo. Escucha a tus pensamientos para revelar cuales son los mensajes que tu subconsciente te remite para procedas en resultado. Sigue esas premisas siempre y tu Yo Superior te pondrá en el camino que debes recorrer.
Instrucción para enlazar con nuestra misión
Existe una forma de ir manifestando de manera consciente aquello que correspondemos hacer. Es un simple ejercicio de reflexión. Se trata de conseguir un símbolo que personifique nuestra misión en esta vida. Una vez relajados, convenimos pedir a nuestros guías, al universo, a tu yo superior o a tu deidad favorita que te envíe un símbolo que figure lo que has venido a hacer. Toma cualquier imagen que se surja con claridad en tu mente, pide una ratificación de que ese símbolo es realmente lo que buscas y no una mera intromisión de un pensamiento. Pide “sentir” que es el correcto ( ya sabes, cuando tienes la certeza de que algo es “así” y no de otra forma, entonces es lo correcto). Acumula ese símbolo y ponlo en tus manos.
Con el símbolo en tus manos supone una montaña, pon el símbolo en su cúspide e imagina un camino que llega hasta ella. Principia a andar, a subir la montaña, como forma de que emprendes a andar por el camino correcto para cumplir tu objetivo. Llega a la cima, coge tu símbolo y fúndete con él. Luego simplemente pide al universo que empiece a enviarte, o que siga enviándote, aquellas situaciones y personas que van a contribuir a que realices tu misión en esta vida.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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