Alma gemela, alma espejo, frente, llama gemela, Reinaldo Dos Santos
Primero hay que aclarar que cuando hallas con tu “Alma Espejo” a su vez llamada “Llama Gemela” (Lo cual no es lo mismo que Alma Gemela), todo en ti comienza a moverse. Este encuentro suele describirse como un terremoto emocional y existencial: en un instante comienzas a ver que alguien sumamente importante entró a tu vida, te da la impresión que tu vida cambiará completamente e intuyes que esos cambios serán de tal magnitud que no volverás a ser la misma persona que eras antes de encontrarte con esta persona.
Si bien “Alma Espejo” y “Alma Gemela” pertenecen a nuestra familia Álmica, la relación nos traerá muchas veces desafíos y confrontaciones muy dolorosas, ya que esta persona viene a ser la propia sombra que te ayudara a limpiar los lugares más oscuros y recónditos que hay en ti.
Una relación con una Alma Espejo nos colocará cara a cara con aquellas asignaturas incompletas e importantes que de no haber sido por esa relación, jamás hubiéramos conseguido ni deseado enfrentar. Mientras que con un “alma gemela” todo fluye naturalmente y tiende a la armonía, con un “alma espejo” no siempre es así. Se cambiarán momentos de alto voltaje emocional (y muchas veces sexual) con experiencias de dolor emocional, (intensamente enraizado en nuestro inconsciente y proveniente de nuestras heridas pasadas), y que ésta relación ayudará a sacar a la luz para sanar. Un alma espejo nos hace mirar aquello que negamos, tanto a nivel individual como a nivel transgeneracional. Temas que ha atravesado nuestra ascendencia ancestral y que han quedado sin solucionar serán situados sobre el tapete para que los afrontemos de una vez por todas. Nuestros miedos más profundos serán barajados como si de cartas se tratara, y puestos delante de nuestras narices uno por uno.
El encuentro con un “alma espejo” nos exige a crecer, a pegar un crecimiento espiritual que no deja de ser incómodo y doloroso aunque definitivamente necesario.
Proporcionémosle las gracias entonces, a cada alma espejo que se nos presente en nuestro camino, ya que, más allá del dolor, nos aportan las lecciones más ricas para nuestra evolución espiritual.
El encontronazo con un alma espejo puede persistir para toda la vida o no, ya que una vez que las lecciones han sido asimiladas, cada uno continuará su camino sabiendo en el fondo de su corazón que llegará el momento de reunirse otra vez en otra dimensión, una vez desencarnados y ya unidos a su familia álmica.
Un alma espejo puede ser una pareja, un hijo, un amigo, y hasta los mismos padres, pero lo que siempre hay que tener en cuenta para diversificarla de otros vínculos es su carácter transformador y definitivo en la vida de un individuo. Siempre va a ser una relación de gran impacto y evolución espiritual. Un antes y un después en la vida de una persona.
Fuente Reinaldo Dos Santos
Alma gemela, alma espejo, frente, llama gemela, Reinaldo Dos Santos