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Se lee cantidad de información valiosa para las personas que se van de nuestro lindo país Venezuela, con la finalidad de que consigan sus metas y mejoren su calidad de vida. Y me pregunto qué podemos decirle a quienes quedamos aquí con un vacío inmenso, con la ausencia en el corazón que lo agita sin parar. Siempre he pensado que sufre mas quien se queda, que quien se va. Es posible que no sea así, todo depende del lado en que estés ubicado. Sin embargo, el recuerdo, las pertenencias de recién ido, todo esto nos llena de nostalgia. Es un ejercicio muy fuerte, entrar a la habitación de un hijo o un familiar y encontrarlo silencioso, vacío, casi blanco de tanta soledad.
En primer momento, si las lagrimas saltan solas, no las reprimas, llora todo lo que puedas. Las lagrimas no conocen sexo, ni son signo de debilidad, son herramientas de limpieza y alivio.Es totalmente normal, quien se fue es parte de tu existencia, es parte de tus vivencias y es duelo profundo. Llora hasta que sientas que ya no quedan lágrimas y luego, sonríe, sonríe, abiertamente. Suena loco, verdad? si es totalmente loco, loco de amor. Porque quien se fue tiene todo un mundo por explorar y eso es bueno, porque quien se fue merece más de lo que hasta el momento podemos ofrecerle aquí, porque sino compara y no aprende nuevas palabras, nuevas formas de vivir, no podrá establecer las estrategias para su regreso.
En medio de tu soledad de madre, padre o familiar, tienes el gran trabajo de mantener lo mejor posible ese espacio que espera con ansias volverse a llenar. Recuerda que tú no te fuiste, tus estas aquí, tratando día a día de enmendar la situación y reparar el motivo por el que llegamos hasta aquí. Tu vida no es queja constante, tu vida va mas allá, tu vida precisamente te pide que honres a quien se fue, poniendo orden dentro del caos y sembrando la esperanza de que podrás volver a empezar como cuando esta joven persona ausente llego al mundo.
Tenemos hoy día a favor, quienes nos quedamos, de la comunicación abierta, al instante no hagas de ese momento sagrado, en el que besas una pantalla y abrazas un teclado, un mar de sufrimiento, ya tu gente lo sabe, puede que estén más informados que tu. Háblales con gran esperanza, háblales de que todos los días aportas tu granito de arena. Esto no significa ocultarles la verdad, sino decirlo de manera objetiva. Ellos, los que están lejos, también sufren, también quieren entrar en la pantalla y besarte tanto, tanto y enseñarte todo su mundo.
Y algo que es muy importante, te reencontraras con tus familiares queridos, con tus hijos amados y ese tiempo será mejor que antes, con la inocencia del ayer, el aprendizaje del presente y la magnificencia del futuro. Eso si lo puedes asegurar, aunque hoy, no veas la manera. Todo va a fluir, porque las raíces, la esencia familiar, jamás se pierden, jamás se deja para siempre. Todo volverá a ti, con más fuerza que ayer. Si habrá reencuentro. Si volverán los abrazos y los momentos cálidos de corazón.
Fuente Ada Addais / Wicca Reencarnada
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