Confianza: Un viaje hasta nuestro punto Zen

Confianza, viaje, punto Zen, Eduardo Luz

¿Por qué cuando niños éramos tan confiados y ahora no?

Vivimos en un mundo tan convulso, día a día pasan cosas que nos aceleran, nos transforman. Vivimos momentos en donde, todos los días pasan cosas nuevas a las cuales todos nosotros nos debemos adaptar. Día a día pasan cosas que nos enseñan, que nos motivan y nos obliga a hacer cosas que a veces nos gusta y otras, simplemente no. Estamos en los tiempos más convulsos y acelerados de la humanidad. Sentimos que surfeamos con gran estilo los acontecimientos que nos golpean diariamente.

Pero, en todo esto recae un tema esencial, un tema que mueve y nos obliga a confrontarnos frente al espejo, es un sube y baja de emociones que nos motiva, que nos obliga y que incluso, nos transforma. Somos seres tan complejos y a veces, tan etéreos, que muy pocas veces sabemos que hacer y qué no. Es ahí en donde la esencia de nuestro ser se reconoce fácilmente y es ahí en donde mostramos una parte de nosotros que muy difícilmente logramos enseñar. Todos estos acontecimientos nos obligan a replantearnos la concepción de confianza que podamos poseer. El mundo está tan movido, que en algunos lados, unos refuerzan la confianza en sí mismos, y otros, simplemente se dejan agobiar por el tumulto de acontecimiento que se viven, sin tener una visión clara y contundente de las cosas que se quieren lograr.

Es ahí en donde recae la premisa… ¿Confías en ti?

Muchos han perdido, en cualquier momento, la confianza en sí mismos. Muchos se han dejado llevar por los acontecimientos tan reales pero a la vez, tan ficticios por los cuales atraviesa la humanidad. Muchos hemos dejado de sentir la seguridad que una vez, cuando éramos niños, solíamos poseer. Fuimos creciendo, nos fuimos adaptando a una vida de adulto que si bien ha sido difícil, nos ha arrebatado muchas cosas en esencia, de lo que significaba ser niño, ejemplo de ello, es la confianza que podemos poseer.

¿Cuántas veces no aseguramos tantas cosas? ¿Cuántas veces no desafiamos a tantos? Los niños por naturaleza, son de esencia y espiritualidad rebelde, la confianza es solo la integración racional de esa idea de rebeldía. Ellos juran y juran muchas verdades, en ocasiones mentiras, pero son tan confiados que logran hacernos creer, e incluso, dudar. Para ellos no existe la desconfianza, quizás el miedo, pero de igual modo siguen siendo confiados. Lo triste de todo, es que fuimos creciendo, creciendo y creciendo y la vida de adultos, nos robó esa confianza, e incluso, nosotros como adultos, terminamos robando la confianza en muchos niños que ahora están creciendo.

Estamos condenando a nuevas generaciones a perder la confianza que una vez tuvieron, estamos condenando a que sean adultos desconfiados de sí mismos y con infinidad de miedos que no les permita lograr sus cometidos, personales y colectivos. Vivimos situaciones difíciles, el mundo es una vorágine de acontecimientos difíciles, pero más difíciles se hacen las cosas cuando dejamos de confiar en nosotros mismos. Muchos hemos crecido y nuestra confianza se ha perdido y hemos dado paso a la inseguridad y los miedos, hemos dado paso a nuevas tendencias que lo único que hacen es daño.

Debemos iniciar una búsqueda, buscar dentro de nosotros mismos ese niño que hemos perdido, buscar esa confianza tan rebelde que nos hacía asegurar muchas cosas e incluso, nos llevaba a desafiar a muchos, porque estábamos seguros de lo que decíamos y hacíamos. Éramos tan ingenuos y creíamos que el mundo podría estar a nuestros pies. Es momento de que evaluemos bien lo que hacemos y recobremos con mucho talante, cada parte de esa confianza que se ha ido perdiendo a medida de que íbamos creciendo. Ahora es el momento de recuperarla.

Los momentos están dispuestos para que siempre encontremos personas que nos hagan perder la confianza, el bullying, el maltrato psicológico, en conclusión, infinidad de cosas han venido para demostrarnos cuales son los verdaderos demonios con los cuales se deben luchar. Ya no son demonios espirituales, sino al contrario, son demonios físicos, que terminan por dañar nuestro mundo espiritual. Hemos escuchado a muchos decaer, perder la confianza en sí mismos y perderse en la maraña de sublimes acontecimiento que surgen en el día a día de todas las personas. Nos encontramos con una lucha constante por sobrevivir a nuestros propios miedos, nos enfrentamos a una lucha por sobrevivir al hecho de existir. Pero, ¿Qué sería la existencia sin miedos? El simple hecho de existir implica muchas cosas, pero una de ellas, es la confianza. La confianza y la seguridad es la encargada de hacernos libres, es la que nos muestra el camino hacia el cambio, la liberación, la transformación, es la que se encarga de ayudarnos a ver con ojos claros, lo que somos capaces de hacer y lo que no.

Cuando somos capaces de confiar en nosotros mismos, la gente de nuestro entorno, puede ver eso, se motivan y se llenan de energía. Ya que nosotros expedimos un campo energético realmente interesante, porque nosotros conectamos nuestra vibraciones a las más altas esferas de la conciencia y la espiritualidad. Nos volvemos seres conscientes pero a la vez supraconscientes de lo que somos capaces de hacer y el que nos rodea dirá: ‘sí él fue capaz de hacerlo, yo también puedo’. Es ahí en donde se crea la onda expansiva de la confianza individual, la cual se transforma posteriormente en la confianza múltiple. En cambio cuando mostramos desconfianza en nosotros mismos, mostramos inseguridad, la onda se expande, pero el mensaje que recibe quien está rodeado de nosotros no es tan positivo y nadie terminará confiando en nosotros. Debemos, pues saber manejar dicho aspecto, enfocarnos en lo realmente importante y positivo y dejar de lado lo negativo que no tiene nada importante que ofrecernos a nosotros como seres elevados espiritualmente.

Ya les he contado, que esto es un viaje místico hacia la evolución, cada palabra, cada cosa, cada tema del que hablo, forma parte de un proceso evolutivo que cada uno de nosotros debemos saber manejar muy bien. Por esa razón, la confianza es una de las cosas más importantes de este proceso de evolución. Es imperativo que iniciemos esa búsqueda interior, que conectemos cada arista, cada punto y logremos concretar nuestro camino hacia el despertar de la conciencia. Debemos saber manejar cada palabra que decimos y cada acción que hacemos. No olvidemos que todo ello terminará por demostrar quienes somos realmente, así que, sí hacemos todo con seguridad y confianza plena, terminaremos por alcanzar cosas realmente magnificas que nos permitan evolucionar hacia lo que queremos y deseamos.

Es momento de cambiarnos el chips, es momento de transformar y mejorar las cosas que ocurren en nuestro camino, es el momento ideal para que evaluemos con ojos calmados, lo que día a día sucede en nuestro entorno. No olvidemos que somos seres elevados, y como seres elevados, debemos conectarnos con todos los puntos esenciales de la evolución. Es momento de creer en nosotros, es momento de vernos al espejo y sentirnos confiados de lo que somos y de lo que hemos logrado. Sentirnos bien con nuestro físico, nuestras emociones, es hora de que sintamos paz y sobretodo muchísima armonía. Debemos confiar en nosotros y en lo que hacemos, pero sin dañar a nadie, recordemos que lo importante de todo esto, es trabajar las cosas de manera individual para que más adelante tenga su repercusión a nivel colectivo. Pero los grandes cambios se inician con pequeños pasos.

¿Confías en ti?

Mírate en el espejo, detalla cada cosa que hay enfrente de ti. ¿Ves? Eres tú, simplemente tú. Ahora habla contigo, dile a él todo lo que no te gusta, dile a él cuáles son tus miedos, desahógate, pero luego, has como haces con todo el mundo: dale consejos. Háblale de lo capaz que es para poder alcanzar lo que quiere, así como lo haces con los demás, es hora de que lo hagas contigo mismo. Porque es momento de que confíes en ti, creas en tu trabajo, en tu esfuerzo, en tu manera de luchar por alcanzar lo que quieres. Es el momento ideal para que inicies el proceso hacia la autoconfianza que nos permita lograr lo inalcanzable.

Medita un poco y nunca dudes de ti.

Eres capaz de alcanzar hasta lo inalcanzable. Simplemente necesitas confiar y creer más en ti. Así como lo hacen los niños, así mismo tienes que hacerlo tú.

Confiemos.

Fuente Cartas Egipcias

Confianza, viaje, punto Zen, Eduardo Luz

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