¿Cuál es tu misión de Vida? El camino hacía la felicidad

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El mundo vive un profundo proceso de transformación, día a día nos enfrentamos a sucesos que marcan, que dejan huella y que dejan dentro de nosotros una especie de sacudida de la cual, en ocasiones, difícilmente podemos recuperarnos. Cada experiencia que vivimos es parte del crecimiento que, a lo largo de la vida, vamos adquiriendo. A veces debemos ser conscientes de ello para que todo, en nuestro camino, pueda marchar de manera positiva, recordemos que nada, ni nadie puede arrebatar lo que en esencia y por esencia, somos. Es bien sabido que cada experiencia nos puede hacer más fuertes o más débiles, todo dependiendo del ángulo desde que se mire, lo realmente importante de ello es que, a veces debemos dejar ciertas cosas claras con respecto a ello que si bien ha sido difícil siempre nos ayuda a comprender el verdadero significado de la vida y la existencia.

De seguro te has preguntado sobre la existencia misma y sobre el hecho de que vivas esta vida. Porque, aunque no lo creas, gran parte de los seres humanos nos preguntamos alguna vez en nuestras vidas el porqué de nuestra propia existencia. En esa caja sin fondo de nuestra mente han divagado preguntas como: ¿Por qué me ha tocado vivir esta vida? ¿Cuál será mi verdadera misión? ¿Estaré en lo correcto? Esas y otras más, han sido las preguntas que en la mente de cualquier ser humano, ha rondado. Somos seres racionales por excelencia y el hecho de preguntarnos ese tipo de cosas nos recuerda cuán frágiles y poderosos podemos llegar a ser, quizás uno a la vez, pero lo cierto es que siempre lo seremos.

Estamos aquí para evolucionar y para día a día entendernos más como seres humanos, como seres que padecen y sienten. Así como somos seres racionales, también somos seres emocionales, mentales, seres físicos y espirituales. Así que parte de este apartado entra en un tema que nos lleva a experimentar una serie de preguntas sobre nuestra propia existencia y vida. Recordemos que todos tenemos algo que hacer y lo importante es hacer eso, aprender y enfocar nuestras energía y vida a lograr eso que si bien, llegamos al mundo sin saber de qué trata, también podemos irnos de él sin nunca haber entendido eso de lo que trata.

Cada ser humano cuando nace, nace con un sello celestial que marca el rumbo de su existencia y lo lleva a experimentar el poder esencial del propio cambio y de la propia evolución. El hombre se enfrenta a su vida, establece una lucha única en donde comienza a comprender ciertos parámetros relacionados con su propia existencia y el por qué vive en este plano y por qué lo vive de esa manera. Es en ese punto en donde comenzamos a buscar, dentro de nosotros, el verdadero rumbo sobre lo que queremos alcanzar para evolucionar y lograr lo deseado para con nosotros. Es en este momento en donde comenzamos a entender que en esta vida, nos vemos movidos por algo y que no podemos estar en ella sin algún rumbo. Comenzamos, por todos los medios a buscar la respuesta a nuestras interrogantes existenciales que nos ayuden a comprender el verdadero significado de existir.

Una pregunta que ronda, a lo largo de nuestra vida y que nadie está exenta a hacérsela tiene que ver esencialmente con nuestra misión de vida y el por qué estamos viviendo el ahora y por qué lo vivimos de esa manera. Jóvenes, adultos, incluso niños, se han preguntado sobre lo que representa su misión de vida. ¿Cuál es mi misión? ¿Cómo seré en un futuro? Preguntamos una y otra vez, nos enfrascamos en saber eso e iniciamos de esa manera una larga y ardua búsqueda para poder alcanzar la respuesta adecuada a esa gran interrogante que roba nuestros sueños, que incluso, roba nuestra orientación de la misma realidad. Lo cierto de todo es que, estamos aquí para hacer algo, indistintamente de lo que sea, cada ser humano, incluso, antes de nacer ya tiene impuesta su larga misión de vida y debe, al momento de nacer, trabajar en ello, porque de eso depende la vida, depende un proceso evolutivo que involucra la vida pasada, la presente y la que vivirás después de esta encarnación.

Como sabemos, somos energía y como energía que somos, sentimos y percibimos muchas cosas en el día a día, dichas cosas, nos ayudan a encaminar nuestra vida, y nos ayudan a definir con convicción los cambios y las reacciones que queremos alcanzar para establecer poderosas transformaciones de nuestra propia vida y nuestra propia existencia. A través de ello podemos definir ciertas cosas que nos ayudan a ver con mucha más claridad los cambios que queremos establecer e incluso, nos ayuda a definir el camino que debemos recorrer. No olvidemos que cada experiencia vivida es parte del crecimiento que deseamos, pero ese crecimiento nos debe llevar a algo y es ahí en donde recae la pregunta más compleja de todas.

¿Cuál es mi verdadera misión de Vida?

Es una pregunta compleja, una pregunta difícil de responder con exactitud, solo aquel que ha entendido el verdadero sentido de la vida, podrá quizás, acercarse un poco a la respuesta de esta gran y compleja interrogante. Esa respuesta reside en cada uno de nosotros, dentro de nuestro corazón, ahí, en ese lugar que muchos no conocen y mucho menos saben explorar, justamente ahí yace la respuesta a esta interrogante tan compleja.

Si bien, es una pregunta difícil de contestar, siempre he considerado, desde que tengo uso de razón, que en la vida de todo ser humano deben existir como parte de su gran misión de vida, otras que, a mi parecer, deben ser universales. El hombre, debe establecer ciertas misiones consideradas universales que acompañen a su gran misión de vida. Considerando que venimos a este plano a vivir un proceso de evolución y crecimiento, debemos, en base a ello establecer ciertas normas universales que debemos alcanzar. Muchos creen que estas misiones universales tienen que ver con tener una casa, un carro, dinero, viajes o similar, las consideraciones universales a las que me refiero son más espirituales, emocionales y mentales que materiales. Lo material no representa un punto de misión de vida, solo es considerado un elemento que alimenta la felicidad y nuestra existencia, nos acerca, quizás a la felicidad, pero en otras ocasiones nos aleja por completo.

Ya sabemos la historia, que mientras más dinero se pueda tener en una familia lo que mayormente reina es la discordia y la desunión. Y no, no podemos establecer los lujos materiales como parte de la misión de vida y de existencia. Las banalidades se las podemos dejar a quienes no quieren entender el verdadero sentido de vivir. Por lo pronto, nosotros, que hemos comenzado un viaje hacia el crecimiento espiritual, empezamos a entender que las verdaderas misiones universales son simples, solo que gran parte de los hombres se complican y no logran comprender el verdadero sentido de ella. Nosotros, debemos incluir estas consideraciones universales a nuestra misión de vida, que solo descubriremos a medida en que vayamos creciendo, evolucionado y adquiriendo un cambio esencial en nuestra forma de sentir cada segundo, minuto, hora, día y año de nuestra vida.

En lo que he venido indagando desde hace un tiempo para acá, fue armando una especie de premisas, o reglas universales que son consideradas las misiones más sencillas que todo ser humano debe alcanzar para de ese modo entender que lo que hizo en su vida, estuvo bien y que ha logrado, quizás, en gran parte el cometido que representa existir. El cual consiste en evolucionar, aprender a través de la experiencia lo que representa la vida, dejando una huella intachable en las almas de quienes lo rodearon llevándolo a que su alma se prepare para su siguiente reencarnación. Estas leyes universales que sirven como parte de la misión compleja que representa existir, para mí, vendrían siendo las siguientes:

  1. TENER PRINCIPIOS. Una gran misión de vida, que nos ayuda a fortalecer nuestro carácter, alimentar nuestra alma y a forjar de buena manera nuestro futuro, sin ellos no somos nada y con ellos, logramos todos. Con principio, forjamos nuestra misión de vida y comprendemos que a través de ellos, dejamos una huella imborrable de ejemplo y amor a quienes nos rodea. Mi misión principal es tener principios, porque con ellos podré alcanzar todo lo demás.
  1. TENER CONFIANZA. Con ella logramos lo inalcanzable. La confianza es una herramienta fundamental, si no posee confianza en ti, establece, como misión de vida, a adquirirla, fortalecerla y a enseñarle a quienes te rodean, porque deben confiar en sí mismos. A través de la confianza logramos entender que todo lo demás no puede ser difícil, siempre y cuando aprendamos a mirarlo desde todos los ángulos. Con la confianza, logramos perfilar nuestra misión de vida, aquella compleja que solo descubrirás en tu corazón.
  1. TENER VALENTÍA. ¿Eres valiente? De sentir miedo, este es la misión de vida universal que debes trabajar, debes aprender que todo es parte de un crecimiento y que cada enseñanza representa una misión. Aprender a ser valiente también es una misión de vida. Fortalece tu carácter y divulga lo que has aprendido. Solo a través de ello, habrás trascendido en el tiempo, porque te recordarán por tus fortalezas.
  1. TENER AMOR: El amor no es algo que se compra con dinero o con el valor incalculable de casas, teléfonos o carros. El amor, el verdadero es algo complejo, hermoso y fascinante. Es este amor el que debes alcanzar, tu misión debe centrarse, incluso en dar y recibir amor. Que sea único, genuino, un amor que alimente tu vida y que alimente de quienes te rodean. El mejor amor genuino es el que una madre puede tener hacia sus hijos, así que recuerda bien eso, una vida sin amor, nunca será agradable. Ama con locura y déjate amar como si fuera el último día.
  1. TENER AMIGOS: La vida en solitario es difícil, pero lo importante es saber que a lo largo de toda tu existencia has logrado cosechar verdaderas amistades que te guían, que te enseñan y que te muestran la verdadera razón por la cual vives y existes. Así que recuerda cultivar buenas amistades porque de nada vale alcanzar otras cosas sin tener con quien compartirlas o peor aún, no tener a nadie con quien contar en cualquier momento de tu vida.
  1. TENER FAMILIA: Lo más maravilloso de todo es que tengas una familia, quizás no quieras tener una familia con esposa, hijos y animales, pero ten presente que aquellos que has elegido como amigos sean tan cercanos a ti como para que los consideres como una familia. En cambio, si ya posees una, entonces cuídala, mímala, nada mejor que haber dejado una huella universal en el camino.
  1. TENER SALUD: A veces pasamos la vida ataviados de lujos, extravagancias, exageraciones y nos olvidamos de lo más esencial, nos olvidamos de la salud de cultivar y mimar nuestro templo. Que tu misión sea alcanzada, pero sin salud, no hay mucho que disfrutarla. A menos que hayas dado tu vida por alcanzar tu misión y que esta haya servido de legado para otros, de resto, el respeto por la salud debe ser parte esencial de estas misiones universales que representa nuestra existencia. Debemos cuidar y mimar nuestro templo, ya que a través de ello, cumpliremos nuestra misión y podremos llegar a otros más.
  1. APRENDER A PERDONAR: Una de las cosas más importantes que debemos alcanzar en nuestra vida, es aprender a perdonar, no podemos pasar nuestra vida llena de rencores, debemos liberarnos de ellos a través del perdón, una de las acciones más hermosa de cualquier ser evolucionado espiritualmente. A razón de ello, recuerda que lo fundamental será que aprendas a establecer el perdón como una vía de escape que te ayuda a encontrar el punto zen de tu ser.
  1. APRENDER A DISFRUTAR: La vida se disfruta, la vida se vive y recuerda que todo tiene una razón de ser única, maravillosa, una razón de ser que eleva y conecta. Disfrutar la vida, la existencia es parte de estas misiones universales que todos debemos alcanzar. Disfrutar con responsabilidad, amor y principios, es lo más importante. La vida también significa vivirla a plenitud, haciendo aquello que nos guste sin dañar a nadie, sino al contrario, ayudándolos a crecer y a ser cada vez mejores.
  1. SER AGRADECIDO: Agradecer es una de las cosas universalmente más hermosas que el ser humano puede experimentar. El hecho de que seas agradecido ya augura un período fascinante en donde el amor, el placer, la espiritualidad se eleva por completo y nos conecta a un mundo mágico en donde, logramos aliviar nuestras cargas y acercarnos cada vez más a lo que realmente queremos alcanzar para beneficio propio.
  1. SER FELIZ: Es simple… SE FELIZ con lo que has logrado, se constante con tus sueños y nunca dejes de vivir la vida. La felicidad es el objetivo más primordial de la existencia humana. Todos deseamos ser felices y eso se logra, aplicando cada una de las leyes universales expuestas anteriormente. Hazlo y verás cómo tu vida cambiará.

La misión real de la existencia humana recae esencialmente en ser feliz y vivir la vida a plenitud. Pero recuerda que la misión significa trascender y dejar una huella. Es momento de que comprendas los preceptos anteriores y te enfoques esencialmente en crecer, en evolucionar y en lograr a plenitud la esencia de la misión y la existencia. Recuerda que estás aquí para cumplir una misión única, que solo lograrás cuando aprendas a conectar tu corazón con tu mente y el resto, lo irás logrando mientras vas alcanzando aquella misión real. Ya que en la búsqueda de esa misión aprenderás a tener principio, confianza, valentía, a tener amigos, salud, familia, a ser agradecido a perdonar y en fin, hasta que por fin llegues a la felicidad y la plenitud.

No dejes que nadie te lo cuente, comienza tu proceso y evoluciona.

Fuente Cartas Egipcias

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