«¿Cuando abandonamos el cuerpo físico, adónde vamos? inquirió el ministro. Todos los demás se mantuvieron silenciosos, bebiendo vino y escuchando».
La anterior cita se desprende del llamado «Material de Seth» explicaciones ofrecidas por un espíritu desencarnado a una estadounidense Jane Roberts (en estado de trance), y cuyo libro se publicó en 1979.
A continuación las explicaciones ofrecidas por Seth durante un sesión de consultas de Jane Roberts, junto a otros asistentes:
- – Vas adonde quieres ir -contestó Seth-.
-Ahora bien, cuando tu mente consciente ordinaria y en vigilia se adormece en el estado de sueño, viajas en otras dimensiones. Estás preparando tu propio camino.
-Cuando mueres, vas por esos caminos que has preparado ya. Existen varios periodos de adiestramiento que varían, de acuerdo con el individuo.
-Debes entender la naturaleza de la realidad, antes de que puedas moverte bien dentro de ella.
-En la realidad física estás aprendiendo que tus pensamientos poseen realidad y que tú creas la realidad que conoces.
-Cuando abandonas esta dimensión, entonces te concentras en el conocimiento que has ganado. Si todavía no comprendes que puedes crear tu propia realidad, entonces regresas y de nuevo aprendes a manipular una y otra vez los resultados de tu propia realidad interna, cuando la encuentras objetivizada.
-Te enseñas a ti mismo la lección, hasta que por fin la has aprendido.
- En el juego empiezas a aprender cómo manejar la conciencia que es tuya, correcta e inteligentemente.
- Luego puedes formar imágenes para beneficio de otros y conducirlos y guiarlos.
- Luego agrandas constantemente el alcance de tu entendimiento..
-¿Qué determina el tiempo entre reencarnaciones?
-Tú.
-Si estás muy cansado, entonces te tomas un descanso.
-Si eres sabio, tomas tiempo para digerir tu conocimiento y planear tu siguiente vida, de la misma manera que un escritor planea su próximo libro.
-Si tienes demasiadas ligas con esta realidad o si eres demasiado impaciente o si no has aprendido lo suficiente, entonces puedes regresar con demasiada rapidez.
-Siempre queda esto como decisión del individuo. No existe la predestinación. Las respuestas se encuentran detrás de ti mismo, entonces, como están dentro de ti ahora.
«Tú reencarnarás, creas o no creas que lo harás…»
Seth raras veces ofrece datos sobre reencarnación, a menos que estén directamente ligados con el desarrollo general de la vida presente de un individuo; y se rehusa a proporcionar historias de vidas pasadas, por ejemplo, a aquellos que piensa que nunca aplicarán las lecciones involucradas.
En cuanto a una chica llamada Lydia, quien tenía argumentos en contra de la reencarnación, Seth le dijo:
-Tú reencarnarás, creas o no creas que lo harás (Seth empezó diciendo esto, con una sonrisa).
-Es mucho más fácil si tus teorías encajan en la realidad, mas si no es así, entonces no cambias la índole de la reencarnación ni una pizca.
El tiempo es una ilusión
De este modo, con historias de reencarnación, Seth dijo antes que todo el tiempo existía en una sola vez:
-Tu idea del tiempo es falsa. El tiempo, como lo experimentas, es una ilusión causada por tus propios sentidos físicos.
-Ellos te obligan a percibir la acción en ciertos términos; mas ésta no es la naturaleza de la acción.
-Los sentidos físicos únicamente pueden percibir un poco de la realidad a la vez y así te parece a ti que un momento existe y se va para siempre y el siguiente momento llega y, como el anterior, también desaparece.
–Pero todo el universo existe a un tiempo simultáneamente. Las primeras palabras que se hayan llegado a pronunciar todavía resonarán en todo el universo y en tus términos las últimas palabras que se han llegado a pronunciar ya han sido dichas, pues no existe principio.
- -Es únicamente tu percepción la que es limitada.
-No hay pasado, presente y futuro. Éstos únicamente parecen existir para quienes viven dentro de una realidad de tres dimensiones.
-Puesto que yo ya no estoy en ella, puedo percibir lo que tú no puedes.
-También hay una parte de ti que no se halla aprisionada dentro de la realidad física y esa parte de ti sabe que sólo existe un Ahora Eterno. La parte de ti que sabe esto, es el yo total.
-Imaginas que tienes varios sueños y que sabes que estás soñando. Dentro de cada sueño, pueden transcurrir cien años terrestres; pero para ti, el soñador, no ha pasado tiempo, pues te hallas libre de la dimensión en que el tiempo existe.
-El tiempo que pareces pasar dentro del sueño o dentro de cada vida, es únicamente una ilusión y, para el yo interno, no ha pasado el tiempo porque no hay tiempo.
Las tres caras de Eva
-Los diversos yos reencarnacionales pueden superficialmente considerarse como porciones de un rompecabezas de palabras cruzadas porque todas son porciones del total y no obstante pueden existir separadamente.
-Debido a que estás obsesionado con la idea del pasado, presente y futuro te ves obligado a pensar en las reencarnaciones como eslabonadas, una antes de otra.
-Ciertamente hablamos de vidas pasadas porque estás acostumbrado al concepto de secuencia de tiempo.
-Lo que tienes en vez de eso es algo así como los sucesos que se narran en The Three Faces of Eve (Las tres caras de Eva).
–Todos tienen egos dominantes, todos ellos parten de una identidad interior, dominante en varias existencias.
-Pero las existencias separadas existen simultáneamente. Únicamente los egos involucrados hacen la distinción de tiempo: 145 a. de J.C., 145 d. de J.C., mil años en tu pasado y mil años en tu futuro. . . todos existen ahora.
De hecho, Seth impartió tres o cuatro sesiones en las que comparó casos de personalidades «divididas» para nuestro yo reencarnado.
-Resulta interesante que las personalidades (en Las tres caras de Eva), se alternan y todas existían al mismo tiempo, por decirlo así, aun cuando sólo una era la dominante en un momento dado.
-De la misma manera, las llamadas personalidades pasadas están presentes en ti ahora, mas no son dominantes.
Hasta donde sabemos, esta reconciliación de reencarnación y tiempo simultáneo, es original de Seth.
La mayoría de las otras teorías sobre la reencarnación toman la secuencia de tiempo corno un hecho concreto.
¿Qué hay de la causa y el efecto?
La actitud de Seth hacia la causa y el efecto se hará lo suficientemente clara en sus explicaciones ulteriores de la verdadera naturaleza del «tiempo».
-Puesto que todos los sucesos ocurren simultáneamente en realidad, poco hay que se pueda ganar diciendo que un acontecimiento pasado es causa de uno presente.
–La experiencia pasada no causa la experiencia presente. Estás formando el pasado, presente y futuro simultáneamente. Puesto que los sucesos te parecen a ti en secuencia, esto resulta difícil de explicar.
-Cuando se dice que ciertas características de una vida pasada influyen o causan patrones presentes de conducta, tales aseveraciones (y yo he hecho algunas de ellas) están sumamente simplificadas a fin de hacer claros ciertos puntos.
-El yo total se da cuenta de todas las experiencias de todos sus egos y puesto que una identidad las forma son susceptibles a que haya similitudes y características compartidas entre ellas.
- El material que les he dado sobre la reencarnación, es perfectamente válido, particularmente para propósitos de trabajo; pero es una versión simplificada de lo que en realidad ocurre.
Así pues, aunque Seth a menudo explica problemas de vida presente como resultado de dificultades en vidas pasadas, deja ver claramente a aquellos que pueden entenderlo que las vidas en realidad existen simultáneamente, exactamente igual que tres personalidades pueden existir en un cuerpo en algún momento.
- Pero no todos los problemas son resultado de tales influencias provenientes de una «vida pasada».
En un caso, los golpes que recibió una amiga en el presente tuvieron su origen precisamente en esta vida, aun cuando los de su novio fueron restos del pasado.
Vidas como novelas completas
Algunas personas están mejor capacitadas para utilizar la experiencia de una vida pasada, mientras que otras se aíslan casi de manera hermética en cada vida, cerrándose tanto como les es posible a tales influencias.
Las vidas de algunas personas parecen no tener sentido, por ejemplo, a menos que se conozcan sus vidas previas.
La duración de nuestra vida, de cincuenta, sesenta o setenta años, es algo así como novelas completas, bien tramadas y ejecutadas.
No obstante, no hay duda que un conocimiento de las influencias reencarnacionales arroja valiosa luz sobre la índole de la personalidad y nos ayuda a ver nuestros yos presentes con alguna perspectiva.
Excelentes consejos para utilizar:
-No uses tu intelecto como un delgado estandarte que ondeará desde tus ventanas. Lo estás usando como un complicado juguete que te pertenece. Abanícalo como un juguete fino, pero ten mucho cuidado de las direcciones en las que lo dejas correr.
-Tu intelecto es muy bueno pero te has permitido sentirte fascinado por su brillante calidad y lo has utilizado perfectamente como herramienta.
¿Qué tantas vidas llegamos a vivir? ¿Existe algún límite para ellas?
-Dicho simplemente, vivimos tantas existencias físicas como pensamos que debemos hacerlo con objeto de desarrollar nuestras facultades y prepararnos a entrar en otras dimensiones de realidad.
-Sin embargo, dentro de este marco de desarrollo, existe un requisito mínimo.
-Como regla general, cada entidad suele nacer de tal modo que se tengan experiencias en tres papeles diferentes: el de madre, padre y niño.
-Dos vidas serían suficientes para proporcionarte los tres papeles; pero en algunos casos la personalidad no funciona en la edad adulta. Sin embargo, el tema más importante es el uso cabal del potencial.
-Algunas personalidades no se desarrollan bien en el ambiente físico, pero se completan en otras realidades.
-En otras palabras, la «última» reencarnación no es el fin.
-Existen otras dimensiones de existencia en las que tenemos una parte todavía más importante que desempeñar en el mantenimiento de la vida y la conciencia.
-En la materialización de la personalidad a través de varias reencarnaciones, únicamente el ego y las capas del subconsciente individual, adoptan nuevas características. Las demás capas del yo retienen sus experiencias pasadas, identidad y conocimientos.
-De hecho, el ego recibe mucha de su estabilidad (relativa) debido a esta retención inconsciente. Si no fuera por las experiencias pasadas en otras vidas en relación con las capas más profundas del yo, el ego encontraría casi imposible relacionarse con otros individuos y la cohesividad de la sociedad no existiría.
-El aprendizaje hasta cierto grado se transmite a través de los genes, bioquímicamente hablando; pero esta es una materialización física del conocimiento interno logrado y retenido en vidas anteriores.
-El ser humano no… brota a la existencia con el nacimiento y laboriosamente inicia entonces su primer intento de ganar experiencia. Si tal fuera el caso, todavía se encontraría en la edad de piedra.
-Estas son ondas de energía y ondas de patrones de reencarnación, pues ha habido muchas edades de piedra en tu planeta, donde nuevas identidades iniciaron su «primera» experiencia con la existencia física y modificaron la faz de la tierra conforme progresaban.
-No obstante, todo ello ocurre, básicamente, dentro del tiempo del parpadeo de una pestaña, todo con un propósito y significado y con base en el logro y responsabilidad.
-Cada parte del yo si bien independiente hasta un grado considerable es no obstante responsable con todas las otras partes de ese yo.
-Y cada yo total (entidad) es responsable ante todos los demás; si bien es en gran parte independiente en cuanto a actividad y decisión.
-Puesto que son muchas las capas del yo que componen el yo total (entidad) del mismo modo muchas entidades forman un gestalt del cual sabes relativamente poco y del cual no estoy todavía preparado para decirte.
-Ya sea que entiendan y acepten o no sus antecedentes de otras reencarnaciones, es sumamente importante vivir una vida sana y balanceada en esta existencia.
-Nosotros conformarlos nuestra realidad día a día. Damos forma a nuestras vidas pasadas y formamos la presente; y al solucionar los problemas ahora, podemos hacer que las cosas sean bastante más fáciles para nuestros yos «pasados» y futuros.