El transhumanismo es un movimiento internacional, cultural e intelectual con un objetivo final de transformar fundamentalmente la condición humana, haciendo disponibles las tecnologías que mejoran en gran medida el intelecto humano, las capacidades físicas y las capacidades psicológicas.
El transhumanismo es una escuela de pensamiento que busca guiarnos hacia una condición post-humana.
En esencia, es acerca de crear híbridos de inteligencia artificial o ciborgs para sustituir a la conciencia espiritual orgánica de los seres humanos.
En algunos casos se habla de que esto implica rediseñar el organismo humano utilizando nanotecnología avanzada o mejoras tecnológicas radicales.
Algunas de las mejoras biológicas propuestas están utilizando alguna combinación de tecnologías tales como la ingeniería genética, la psicofarmacología, las terapias de extensión de vida, las interfaces neurales, el mapeo cerebral, ordenadores portátiles o implantados, y el entrenamiento de técnicas cognitivas.
La mayoría de estas opciones están diseñadas para desconectar el alma humana del cuerpo humano, y preparar el cuerpo para ser utilizado como un caparazón (envase) para un nuevo huésped.
Efectivamente, esto integra la hibridación tecnológica y farmacéutica para dañar el ADN humano, como preparación para el robo de cuerpos.
Una característica común de promover el transhumanismo es la visión de futuro de crear una nueva especie inteligente, en el que la humanidad va a evolucionar y, finalmente, complementarla o substituirla.
Esta distracción en la superficie es un esquema, mientras que la motivación subyacente tiene la intención de la extinción de la especie que conocemos como seres humanos en la actualidad.
El transhumanismo subraya la perspectiva evolutiva, sin embargo, ignora por completo la función electromagnética del ADN humano y la realidad de la consciencia multidimensional del alma-espíritu humano.
El juego de los controladores
La conciencia y los grupos espirituales son rápidamente etiquetados como teóricos de la conspiración por los científicos para intimidarlos, desprestigiarlos y hacerlos callar.
Los transhumanistas no están ni remotamente calificadas para ser puestos a cargo de dirigir científicamente la evolución futura de la especie humana.
Apuntalando a ególatras y psicópatas, y dándoles poder y control sobre los asuntos del mundo y la influencia sobre la percepción pública es el juego de los controladores.
Junto a la nano-intoxicación que ha estado en vigor desde finales de 1990 (que es tan evidente que incluso algunas revistas de la industria nano han cuestionado su falta de supervisión / reglamentos) y el empuje hacia la «sociedad sin dinero en efectivo» (preparando el escenario para los implantes de microchips), el emergente campo de tecnología de interacción con la realidad ‘aumentada’ / «mixta», realmente va a hiper-acelerar el impulso hacia el dominio tecnológico.
Si tienen éxito en la comercialización del transhumanismo como la próxima tendencia atractiva, hecha atractiva con la promesa de la inmortalidad humana y los poderes sobrehumanos, abrirán las puertas de par en par a la fuerza de la posesión satánica de los cuerpos humanos hibridados tecnológicamente.
A estas entidades oscuras se les ha negado el acceso a los reinos de dimensiones superiores, y piensan que si poseen los cuerpos humanos podrán subirse a la conciencia humana como una autoestopista galáctica.
El gran engaño del transhumanismo es ampliamente promocionado como seres humanos teniendo control sobre su propia evolución, cuando lo que realmente están haciendo es vendiendo su alma y perdiendo el acceso a la conciencia humana orgánica».
¿Elon Musk ayudando?
El programa de I.A. Transhumanista sigue rodando, con el «visionario-tecnócrata-salvador» Elon Musk ayudando y representando ser el «poli bueno», diciéndonos que, a medida que aumenta la I.A. (Inteligencia Artificial), eventualmente va a reemplazar a los humanos, a menos que creemos una interacción digital directa con nuestro propio cerebro para mantenernos al día, afirmando que, «Si no puedes vencer a las máquinas, es mejor que convertirse en una«.