Día de los Muertos, El origen, celebración, muertos, fiesta mexicana, Reinaldo Dos Santos
La muerte es considerada un momento de reflexión pero a su vez es algo a lo que la mayoría le teme, le hacen rituales, ceremonias, genera admiración e incertidumbre. Las culturas prehispánicas cooperaban el dogma de que está una entidad anímica y perpetua que da conocimiento al ser humano y que posteriormente de la muerte prolonga su camino en el mundo de los muertos, donde continúa requiriendo de utensilios, herramientas y alimentos.
Los mexicanos tienen un calendario de 18 meses en donde al menos existen seis festejos dedicados a los muertos. En el noveno mes había una celebración muy importante que era la de los desencarnados, la cual era cercana al mes de agosto. Esta celebración estaba regido por la diosa Mictecacíhuatl, señora de los muertos y reina de Mictlán y por Mictlantecuhtli, señor del lugar de los muertos y dios de las sombras.
En su cultura según la forma en que murieron las personas, estas llegaban a distintos lugares ya que no todos llegaban a Mictlán:
- Tonatiuhichan: Aca se dirigían quienes morían en guerras o labores de parto.
- Tlalocán: Se dirigían quienes morían por causa de agua, rayos o enfermedades.
- Tonacacuauhtitlan: lugar al que iban los niños que no habían probado el maíz, símbolo de la tierra y por lo tanto no habían tenido contacto con la muerte; allí, eran alimentados por el árbol que da sustento y donde permanecían hasta que recibían la oportunidad de una segunda vida, la posibilidad de reencarnar.
De manera distinta a la cristina en el Mictlán no había referencias morales acerca del infierno ni del paraíso. A pesar de esto, los fallecidos durante un lapso de tiempo de cuatro años debían traspasar por diferentes pruebas que hallaban en los niveles del inframundo, una vez pasadas las pruebas llegaban a su nivel de reposo, se libraban de su tonalli o alma y ser compensados por la presencia de Tonatiuh, el Dios del Sol, al caer la tarde.
Hasta la llegada de los conquistadores es que inicia la anunciación del cristianismo, y fueron ellos quienes introdujeron a la cultura el miedo a la muerte y el infierno. No obstante, quienes se encargaron de evangelizar tuvieron que apalear contra las creencias muy inculcadas en los nativos, dando lugar a un sincretismo entre las costumbres españolas y las indígenas, que proporcionó principio a lo que hoy conocemos como la celebración de Día de Muertos.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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