Día del Espiritismo, Venezuela, viaje, nuestro folclore,12 de octubre, Eduardo Luz
A nivel espiritual muchas cosas suceden. Para aquellos que han leído mi biografía sabrán bien que desde hace un buen tiempo para acá he venido desarrollando investigaciones sobre el Ser, el Espíritu y el Alma. Siempre me he sentido fascinado por este tipo de temas que son parte esencial del desarrollo espiritual del ser humano. Estamos en momentos complicados, profundos, en momentos sentidos en donde el hecho de existir se pone en juego y en donde, la forma de abordar los temas relacionados con la espiritualidad, son cada día más comunes. Todos, de alguna manera buscamos acercarnos a la energía suprema que mueve al mundo. Todos sentimos la necesidad de estar conectados y creer en algo que es parte esencial de nuestro ser. Nos elevamos, y con frecuencia quedamos comprometidos con esa energía mística y esencial que nos hace ver, sentir y comprender que somos parte de algo.
Vivimos en un mundo en donde la multiplicidad de las cosas es lo que vale. Hay una premisa que dice: Todo vale. Y efectivamente, en medio de este convulso siglo XXI, todo en esta vida vale. Cada quién cree en lo que desea creer y la tolerancia se ha vuelto un factor de suma importancia dentro de nosotros. Hace un tiempo, el Papá Francisco, en el año 2015 se reunió con representantes de las principales religiones de Estados Unidos en una reunión intima en donde, todos oraron por la paz mundial en New York, en conmemoración por los caídos en el atentado del 11 de septiembre. Dicho acontecimiento, fue de gran importancia y relevo para toda la comunidad religiosa del mundo. Fue, quizás, una señal indiscutible y símbolo importantísimo de que, la paz es un medio por el cual nos debemos unir, sin importar distinción social, política, económica y mucho menos religiosa. Nuestro deseo por vivir en paz y en amor, es objetivo esencial de todas las religiones del mundo.
| Estatua del Cacique Guaicaipuro, Parque Ezequiel Zamora, Caracas, Venezuela. |
Estamos en tiempos en donde debemos saber manejar las energías y enfocarnos a lo verdaderamente esencial de las cosas. Recordemos que la energía suprema que rige el mundo deviene de una sola macro energía que mueve el resto del orbe. Pensar y considerar que nuestra cosmovisión religiosa del mundo es la correcta, es caer en situaciones de irritabilidad en donde nada funciona y en donde, a pesar de todo, nada termina valiendo lo que realmente vale. Lo importante de este siglo es que seamos conscientes de que, más allá de la propia razón hay cosas que surgen en el más íntimo mundo de la espiritualidad que termina sirviendo como un vínculo esencial para conectarnos con el universo energético que termina moviendo el mundo.
A lo largo de mi experiencia en este intrincado mundo espiritual, he venido trabajando poco a poco en nuevas ramas. Me he ido conectando de una u otra manera con distintas corrientes que nos llevan a sentir y ver las cosas desde otra perspectiva. Tuve el privilegio de leer los libros sagrados del Judaísmo, además leí la Biblia y por si no fuera poco, termine leyendo el Corán. Entre otros libros pertenecientes a la sección apócrifa, en donde se muestran cosas que, incluso otras religiones han venido ocultando. Siempre he creído que, para poder criticar y decir que esto está mal o no, uno debe viajar hasta las profundidades de esa corriente. Considero que es imprescindible conocer el fondo para poder entender la forma de cualquier religión o corriente filosófica. Por esa misma razón, desde hace un tiempo para acá he venido trabajando constantemente en ciertos temas que tienen que ver con la Espiritualidad en Venezuela. Un tema que realmente fascina, por el exquisito sincretismo que hay. Es una fascinación por el culto indígena – espiritual, que nos muestra una historia esencial, que nos hace comprender el mundo desde otra manera.
Desde hace unos buenos años, mi atención se ha visto centrada esencialmente en el Espiritismo en Venezuela, me he estado conectando constantemente con este mundo, desde una perspectiva académica. He leído historia, visto reportajes, incluso he recibido invitaciones para asistir al lugar natural – espiritual, más importante del país. Ha sido una investigación que me ha llevado a ir a lugares en donde he visto escenas que han sido realmente impactantes y que a veces, mi razón no me ha dejado entender, pero que, poco a poco he ido comprendiendo.
Es un mundo fascinante e interesante, un mundo que si bien ha sido denigrado por unos y vanagloriado por otros, lo realmente importante es que, es una corriente que ha estado causando mucho furor entre venezolanos y extranjeros. Ahora bien, quiero compartirles parte de mi investigación con ustedes, la cual la comprimí en gran parte, para dejar el resto para mi futuro libro.
¿Qué es el Espiritismo?
| Busto del Negro Felipe (Negro Primero) |
Según el Diccionario de la Real Academia Española (2001), dice que el espiritismo es una “creencia en que a través de un médium, o de otros modos, se puede comunicar con los espíritus de los muertos”. Es decir, que tras la muerte de una persona especial, al transcurrir el tiempo, podemos conectarnos con esos seres queridos que han partido. En Venezuela a este tipo de personas, que suelen recibir el mensaje o comunicarse con los muertos, en vez de conocérseles como médiums, se les llama materia. Ellos forman parte fundamental de esta doctrina, es decir, sin una persona que posea “materia”, no podremos recibir el mensaje de los ancestros o muertos.
Espiritismo venezolano
Se considera que es una doctrina por medio de la cual, toda persona puede tener contacto de una manera directa o indirecta con los diferentes y diversos tipos de entidades espirituales existentes y puede ser hasta con nuestros familiares. Es decir, nuestros seres queridos, y ancestros que se han marchado a la otra dimensión. Este tipo de prácticas surgen en Venezuela tras la llegada de los Españoles con gran parte de esclavos que venían de África, quienes, poco a poco, por ser los encargados de tener mucho más contacto con los pobladores indígenas fueron introduciendo sus rituales y ceremonias que a lo largo de la historia fueron tomando un importantísimo apogeo.
Si bien, con la llegada de los Españoles a territorio americano, comenzó un proceso de evangelización importantísimo. No podemos dejar de lado los cultos religiosos que nuestros indígenas solían tener. Cultos en donde la cosmovisión se veía envuelta por los elementos fuego, aire, agua y tierra. En donde, se usaban rituales para poder invocar las fuerzas de la naturaleza en tiempos de sequía y abundancia. Todo esto se vino mezclando con la multiplicidad cultural de dos mundos con importante influencia por parte de esclavos que fueron traídos a nuestro territorio desde África que nos llevó a concretar lo que vendría siendo parte del Espiritismo y su relación estrecha con la comunicación de los muertos. Aunque, si bien, la fuerte influencia africana se ve en gran parte dentro del Santería, por parte de los Yoruba, no deja de tener una fuerte relación con el Espiritismo en el país.
Alma versus Espíritu
Cuando hablamos de espiritismo, es preciso comprender con dedicación qué es lo que realmente se manifiesta ante nosotros. ¿Es solo el espíritu o el alma? Debemos dejar claro que el Alma se refiere a la parte inmaterial del hombre y también la parte material del mismo. Por otra parte, el Espíritu representa solo la parte inmaterial del hombre. La raza humana, posee un espíritu, pero nosotros no somos un espíritu. Más que poseer un espíritu, el hombre es un alma que, en su significado más básico, termina significando vida.
¿Qué se manifiesta? El espíritu transfigurado y esencial del mismo. El alma, se posee
cuando se tiene vida, el espíritu trasciende y queda, es complejo y se manifiesta. Por eso, aquel que dice poseer “materia” puede recibir el fruto esencial de lo que significa tener un ente dentro de sí, que incluso, lo lleve a cambiar de voz y de actitudes típicas del difunto. Nos enfrentamos a una vorágine de energía que se mueve y se transforma constantemente. Se reinventa para generar una especie de conexión, místico espiritual con lo que nos rodea.
María Lionza o Yara: Diosa de la naturaleza, el amor, la fortuna, de la paz y la armonía.
| Estatua de María Lionza
Autopista Francisco Fajardo de Caracas, Venezuela. |
María Lionza, María de la Onza, Yara, Guaichía es una deidad femenina mística autóctona del folklore venezolano. De acuerdo con la antropóloga venezolana Daisy Barreto (1990: 12), las referencias más antiguas al culto se encuentran en testimonios orales que datan de principios de siglo, en los cuales campesinos de la región de Yaracuy y algunas áreas adyacentes discuten la existencia de una devoción de corte campesino y afrovenezolano a la reina María Lionza en las sierras de la montaña Sorte en Chivacoa. En ese tiempo, el culto se circunscribía a esa pequeña región y estaba basado en la devoción a los antepasados, en su mayor parte caciques indígenas y héroes de la independencia venezolana (Ferrandiz, 1999).
La importancia que la religión de María Lionza tiene en Venezuela es tal que, según el antropólogo estadounidense de la Universidad de Tulane, Wade Glenn, más de la mitad de la población ha participado en algún ritual «marialioncero». Representada popularmente como una diosa o reina, María Lionza es la figura central del llamado Espiritismo Marialioncero, culto en el que se mezclan ritos y creencias católicas, indígenas y africanas; y que ha absorbido elementos de la religión yoruba y elementos místicos y teológicos de otras culturas.
Historia: Los relatos entorno a María Lionza
Hay más de 25 relatos de leyenda sobre la diosa. Los etnólogos han descubierto que el mito es constantemente descritoen los círculos espiritistas del culto a María Lionza. Sin embargo, es difícil encontrar una versión escrita del mito.
Relato 1: María Lionza fue una doncella Nívar, hija encantada de un poderoso cacique de Nirgua. El Chamán de la aldea había predicho que cuando naciera una niña de ojos extraños, ojos color verde agua, había que sacrificarla y ofrendarla al Dueño de Agua, al Gran Anaconda porque de no hacerlo así, vendría la ruina y la extinción de los Nívar. Pero su padre fue incapaz de hacerlo y escondió a la niña en una cueva de la montaña, con 22 guerreros que la vigilaban y custodiaban su salida. Ella tenía prohibido verse en los espejos de agua, pero un día una fuerza misteriosa adormeció a los guardianes y la bella joven salió de la cueva y caminó hasta el lago, descubriendo su propio reflejo en el agua. Ella estaba encantada con su visión. Así despertó al Dueño de Agua, al Gran Anaconda, quien emergió de las profundidades, enamorándose de ella y atrayéndola hacia sí. En el lago, María Lionza y la poderosa serpiente celebraron una comunión espiritual y mística. Cuando su padre descubrió esta unión, intentó separarlos. Entonces la Anaconda creció, se hizo enorme, y estalló provocando una gran inundación que arrasó con la aldea y su gente. Desde ese día María Lionza se volvió la Diosa protectora de las Aguas Dulces, Los Bosques y Los Animales Silvestres.
Relato 2: Según Antolinez (1945), etnógrafo, hace mucho tiempo atrás la gente de Yaracuy (Jirjana), recibió un aviso o premonición de que una niña de ojos verdes iba a nacer. Eso se consideraba un alerta, porque sus ojos podrían ser una señal de malos tiempos por venir y, si veía su reflejo en el lago cercano, una monstruosa culebra podría salir de ella y traer muerte y destrucción. Bajo esta profecía, y justo antes de la conquista española, una niña de ojos verdes nació. Estaba destinada a ser sacrificada a la gran Anaconda, por el aviso recibido. El padre la salvó y la envió a un lugar secreto donde creció. Veintidós guardias la cuidaron en esa nueva casa y se encargaban enérgicamente de prevenir que la niña se acercara al lago. Un día los guardias se durmieron y ella se escapó de ellos. Fue al campo y encontró en su camino un bello lago, y con fascinación, vio su reflejo en el agua. Desde ese momento en adelante, ella tomó la forma de una anaconda y creció tanto que su cuerpo explotó y desbordó las aguas y trajo inundaciones al pueblo.
Relato 3: El Cacique, indio Yaracuy, tenía una niña de ojos verdes deslumbrantes. Era una buena señal para la familia y la comunidad, que tanto necesitaban en los tiempos duros de la conquista española. A medida que crecía se convirtió en un amuleto de salvación para la comunidad. El nombre de la niña era Yara. Tupi, su madre, la llevó a la montaña donde permanecía a salvo bajo el cuidado de un regimiento de guardias. Sin embargo, la situación con los conquistadores españoles empeoró. El encanto de Yara le permitió convertirse en una diplomática para establecer conversaciones con los españoles, y la comunidad puso todas sus expectativas en ella como instrumento de paz. Se reunió con Ponce de León usando el nombre de María del Prado. La conversación fracasó y ella se retiró a la montaña donde desapareció y se mantuvo allá como una diosa.
Montaña del Sorte
Al cerro de María Lionza o montaña de Sorte acuden muchas personas durante el año, en la Semana Santa, el Día de la Raza, ahora llamado Día de la Resistencia Indígena (12 de octubre), los días de San José, la Virgen de Coromoto, la Virgen del Carmen entre otros y este es un sitio religioso-espiritista de Venezuela ubicado en un sector montañoso del estado Yaracuy, en la Serranía del Interior y muy cerca de Chivacoa, en Venezuela. El Monumento Natural María Lionza conocido como Montaña de Sorte, es un macizo montañoso del cual nace el río Yaracuy, Chorro y Charay, los cuales junto a los ríos Gurabao, Buria, Turbio y otros, de los cuales se abastece el embalse de la Majaguas. Este Monumento está ubicado dentro de la Zona de Vida Bosque Húmedo Tropical.
| Monumento a María Lionza Yaracuy, Venezuela. |
Son numerosas las peregrinaciones a la montaña de Sorte. A este lugar llegan los devotos con el objeto de hacerle todo tipo de peticiones a María Lionza, las cuales puede ir desde la cura de enfermedades, la solución de problemas de amor, hasta la obtención de riqueza o poder. Para que los favores les sean concedidos, los creyentes eligen un rincón en el bosque o un recodo en el río, donde construir un altar desde donde invocarla. El altar en cuestión se decora con fotografías, figuras, estatuillas, vasos con ron o aguardiente, tabacos, cigarrillos en cruz, flores y frutos. Asimismo, el altar debe estar presidido por la Reina María Lionza, quien en el mundo del espiritismo es la “monarca de cuarenta legiones, formadas por diez mil espíritus cada una”. Al lado de la Reina, colocan a Guaicaipuro, el cacique que luchó valientemente contra los conquistadores españoles en el valle de Caracas y que preside la Corte Indígena; y al otro lado, colocan al Negro Primero, el único negro con rango de oficial en el ejército de Bolívar, que preside la Corte Negra.
Culto a María Lionza:
El culto a María Lionza se remonta al tiempo previo a la llegada de los españoles a territorio venezolano en el siglo XV. Los indígenas que habitaban lo que hoy se conoce como el Estado Yaracuy, veneraban a Yara, Diosa de la Naturaleza y del Amor. De hecho, según algunos lingüistas, el vocablo Yaracauy significa “lugar de Yara”. De acuerdo a la descripción que los indígenas hacían de Yara, ésta era una mujer triste de grandes ojos verdes, pestañas largas y amplias caderas. Olía a orquídeas, su sonrisa era dulce y melancólica, los cabellos lisos y largos hasta la cintura, con tres hermosas flores abiertas tras las orejas. Según la leyenda, Yara quien era una hermosa princesa indígena, fue raptada por una enorme culebra dueña de las lagunas y los ríos, que se enamoró de ella. Enterados los espíritus de la montaña de lo hecho por la culebra, decidieron castigarla haciendo que se hinchara hasta que reventara y muriera. Tras esto, eligieron a Yara como dueña de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza y reina del amor. El mito de Yara sobrevivió a la conquista española, aunque sufrió algunas modificaciones. En este sentido, Yara fue cubierta por la religión católica con el manto de la virgen cristiana y tomó el nombre de Nuestra Señora María de la Onza del Prado de Talavera de Nivar. Sin embargo, con el paso del tiempo, sería conocida como María de la Onza, o sea, María Lionza. El culto a María Lionza cobró una gran fuerza en la década 50 del siglo XX, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien mandó que se erigiera en la autopista del este, cerca de la entrada de la Universidad Central de Venezuela, una estatua de ella montada en una danta, la cual se mantiene hasta nuestro días y en la que se le hacen numerosas ofrendas.
Cortes Espirituales:
Dentro del basto manejo espiritual que se tiene en Venezuela, presidido por el culto sincrético a María Lionza, se encuentra una infinidad de cortes espirituales que, como me dijo un espiritista, son los encargados de manejar ciertas facetas de nuestra vida y su influencia es importantísima. Dentro de dicha cortes encontramos las siguientes:
Corte Celestial: Se encuentra representada por todas las figuras de la religión católica, desde la figura del Sagrado Corazón de Jesús hasta los Ángeles y Arcángeles.
Corte India Venezolana: Se encuentra presidida por todos los indios pertenecientes a nuestras tierras. Su máximo representante es María Lionza. Entre los que destacan, la India Tibisay, el Indio Mara, entre otros.
Corte Negra: El Negro Felipe la dirige y se encuentra compuesta por todos los negros que fueron, durante años importantes para la vida de Venezuela antes de que se convirtiera en República y un poco después del mismo.
Corte Libertadora: A la cabeza se encuentra Simón Bolívar con un grupo más de generalísimos que estuvieron en el proceso independentista del país. En él se encuentra el Negro Primero, Francisco de Miranda entre otros.
Corte Africana: En ella se encuentran todos los Dioses de la religión Yoruba. Que, como mencione anteriormente, ha tenido una poderosa influencia dentro del desarrollo del espiritismo en Venezuela.
Corte de los Don Juanes: Compuesta por los Juanes pertenecientes al folclore venezolano. Destacan Don Juan del Dinero, Don Juan de la Rochela, Don Juan Retornado, entre otros.
Corte Chamarrera: Es liderada por Don Nicanor Ochoa Pinto Morillo. Entre esta corte se encuentran profesores, abuelos, hombres que vivieron y fueron nobles en vida y que ahora comparten sus historias con los vivos, desde el otro plano.
Corte Médica: Es considerado el líder de la misma al Dr. José Gregorio Hernández, entre otros poderosos doctores, que han servido de gran ayuda al país cuando estaban vivos y aún muertos siguen ayudando.
Corte Vikinga: Espíritus nórdicos, de los países bajos que en su pasado fueron los encargados de luchar en los procesos de conquista. Cuenta una persona a quien entrevisté, que son los más peligrosos de todos.
Corte Calé o Malandra: Aquí están todos los malandros que fueron ‘buenos en vida’ y que ahora todos le piden, especialmente los malandros. El principal de la corte es conocido como el Malandro Ismael.
Corte Llanera Venezolana: Aquí se encuentran figuras muy queridas y amadas por los llanos del país. El líder de esta corte es José María de las Ánimas. Es considerada la corte olvidada del espiritismo venezolano.
Corte de los Estudiantes: En esta corte se encuentran personas que fueron excelentes en la educación y sus mentes eran brillantes, iluminados. Entre los miembros se encuentra María Francia, Simón Rodríguez entre otros.
Corte Cubana: Se encuentran importantes figuras del folclore cubano, entre los que están, María de la Luz, el Negro Papo, entre otros que son realmente importantes para el espiritismo.
Corte de Los Encantos: Cuentan que es una corte única y exclusivamente de niños escogidos por la misma María Lionza, para divertir, curar y consultar. A pesar de ser juguetones, son muy sabios.
Corte Bruja: Destaca el Gran Brujo, un hechicero de África entre otras brujas, que suelen ser encargados de hacer trabajos fuertes dentro del espiritismo, limpiezas y demás.
Corte China: Espíritus de la cultura popular China. Destacan especialmente emperadores y maestros ascendidos.
Corte Gitana: Conformada por gran número de gitanos, hombres nómadas que siempre fueron haciendo lo que querían.
Corte India Apache: Pertenecientes a la cultura Apache, estos son indios de importancia para Perú y Bolivia. Son considerados la contraposición de la Corte India Venezolana.
Corte de la Ánimas: Aquí se encuentran todas las ánimas, pero quien toma mayor importancia es el Ánima Sola.
Corte Egipcia: Conformada principalmente por Cleopatra, es la representación de todos los emperadores y deidades espirituales de cosmovisión inicial.
Corte Roja: Información por definir.
Corte Bárbara: Información por definir.
Corte Inglesa: Información por definir.
Esto es parte de lo que he venido trabajando desde hace un tiempo para acá. Cuento con muchísima más información que poco a poco iré corroborando e iré trabajando para podérselas hacer llegar. Más que un proceso de visión religiosa – espiritual, quería y consideraba necesario compartirles toda esta información ya que forma parte esencial de nuestra historia y nuestra cultura como venezolanos. Y más que una forma de apoyar o rechazar estas prácticas simplemente quiero documentar lo que, para gran parte de Venezuela es una cosa normal y para otros, es algo anormal. Es esencial, que conozcamos bien las cosas para poder dar paso a la crítica y a la duda. Muchos consideran estas prácticas diabólicas y demás, pero son prácticas que están, incluso, desde mucho antes que la Iglesia Católica o la Religión Cristiana, en sí, naciera. Son prácticas que se remontan a los orígenes del mismo ser, de la esencia espiritual y dejar de lado, algo que está desde que el hombre es hombre, es una verdadera locura.
Con todo esto no quiero decir que debamos apoyar o no. Es simplemente un alimento para el conocimiento, es un vaso de agua para que el que vive sediento de información y de interés por estos tipos de temas, pueda darse un gusto con un material de calidad.
Dejemos que el mundo juzgue, por lo pronto, nosotros seguiremos en una investigación que poco a poco irá dando frutos realmente interesantes. Espero que les haya gustado y no haya herido ningún tipo de sensibilidad.
Fuente Cartas Egipcias
Día del Espiritismo, Venezuela, viaje, nuestro folclore,12 de octubre, Eduardo Luz