Capricornio, arquetipo, signos zodiacales, Astrología
A diferencia de Sagitario, Capricornio es un signo social que sí puede permitir que el mundo exterior defina sus criterios referentes a los que es y no es real, importante y aceptable, y una vez que ha aceptado estas definiciones y que se ha enorgullecido incluso de aceptarlas, se dedica con entusiasmo a jugar la partida de acuerdo con esas reglas.
Para comprender de verdad a Capricornio es necesario comprender el conjunto de símbolos que en el horóscopo representan al padre, y del cual este signo forma parte. De hecho, este signo está particularmente sometido a la influencia de figuras de autoridad, bien desde una posición sumisa o bien rebelde (aunque esto último es bastante menos frecuente). Su concepción de la realidad suele partir de una opinión predefinida ya por alguna figura de autoridad, por lo que su tarea es la de poner en práctica esa concepción y hacer todo lo posible porque resulte eficaz en el mundo. De hecho, la eficacia es algo que los capricornianos desean sobre cualquier otra cosa. La idea de depender de los demás y de no estar bajo su propio control les aterroriza. Prefieren ser ellos quienes controlen, aunque generalmente su sentido tan elevado de la responsabilidad les impide que puedan llegar a enloquecerse por el poder.
Capricornio busca ante todo construir algo que pueda servir de monumento a su propia existencia. No se trata del egocentrismo de Leo, pues Capricornio desea crear algo que sea socialmente aceptable y eficaz de cara al mundo práctico, en especial el laboral. Capricornio desea poder decir: «Yo hice eso, yo lo construí», de forma que pueda sentirse orgulloso de haber contribuido en algo a la sociedad. El problema es que le falta el lado juguetón de Leo, y es demasiado serio, tanto que puede habérsele olvidado lo que es jugar.
Por lo común, Capricornio está bastante sometido durante su juventud a la autoridad en la determinación de sus opiniones sobre la realidad, hasta el punto de que en la edad adulta puede convertirse en la encarnación de esa autoridad. Una vez más vemos aquí la asociación entre Capricornio y el arquetipo paterno: la energía que dice al niño que no solo debe estar interesado en su propia vida, sino que también debe llegar a entenderse con lo que existe fuera y más allá de él. Así como Cáncer es el signo que manifiesta el sistema de apoyo del niño, Capricornio es el signo que manifiesta la energía que le empuja a salir del hogar y a aventurarse en el mundo. Es la versión astrológica de la idea de que las emociones hay que arrinconarlas cuando uno está trabajando o desempeñando un rol en sociedad. La cuestión es que son dos polos de una misma realidad, y el olvido de uno de ellos hace que la balanza se desequilibre y surjan problemas emocionales y de depresión en el trabajo.
Tanto Sagitario como Capricornio son signos de orientación social, pero de naturaleza muy diferente. A Sagitario le interesan los principios unificadores de la sociedad y las teorías de la integración social, mientras que a Capricornio no le interesan tanto los principios como su puesta en práctica. Se podría decir que Sagitario es como el filósofo académico del orden social y Capricornio el hombre de negocios. Una vez más, el signo de Tierra concreta y hace viable la intuición del Fuego.
Sagitario y Capricornio podrían formar un buen equipo, pero su psicología es tan diferente que les cuesta llevarse bien. A Sagitario le molesta lo que para él es el tosco materialismo de Capricornio, y a este le molesta la tendencia de Sagitario a perderse en aéreas abstracciones, evitando la responsabilidad de tratar con el mundo «real». No obstante, si consiguen armonizar, la combinación del entendimiento de Sagitario con la efectividad práctica de Capricornio es verdaderamente impresionante.
El único problema grave de Capricornio es que está tan empeñado en ser eficaz en el mundo real que no le resulta fácil jugar. Para él, una actividad es justificable si es importante. Eso le lleva a ser exageradamente serio y a racionalizar. Puede haber algo que Capricornio haga con verdadero placer, pero si solo es placentero no le basta. Tiene que estar seguro de que, además de placentero, es socialmente importante. A Capricornio le gusta darse palmaditas en la espalda por cumplir con su deber, cuando en realidad solo esta haciendo algo que le gusta. Con frecuencia, identifica el juego con el trabajo.
A pesar de su naturaleza seria, este signo ha producido una abundante cosecha de humoristas. El tipo de humor de Capricornio es cínico, seco, autocrítico más que juguetón, y esta es la manera que Capricornio tiene de compensar sanamente su tendencia a buscar lo importante.
Los planetas en este signo tienden a incrementar la orientación del nativo hacia la realidad y pueden limitar su capacidad para salirse del ambiente en que lo educaron. En este signo funcionan mejor los planetas que no están tan interesados en la libertad o en la innovación. Urano no suele estar muy a gusto aquí (la generación de los nacidos en los 90 son un buen ejemplo de esto, que han encontrado muy difícil integrar el deseo de libertad con el de disciplinarse). Júpiter tampoco suele estar muy bien en Capricornio, aunque a Júpiter le puede resultar estimulante el logro de una posición social. Para muchos, Júpiter en Capricornio es un índice de problemas con el padre, aunque esto es solo así si hay aspectos fuertes en la carta que lo corroboren.
Marte está exaltado en Capricornio, lo que hace que la energía marciana esté más disciplinada. No es como los aspectos Marte Saturno, donde Saturno puede bloquear el impulso de Marte. En Capricornio, la energía de Marte se aparta de su estrecha orientación hacia el ego y recibe una base social más amplia, de modo que es más probable que los demás respeten sus intenciones.
Los planetas sumamente emocionales no funcionan bien en Capricornio. La Luna no está bien aquí, porque este signo no le permitirá que disfrute dependiendo de los demás, un modo de relación que en algún momento de su vida es trascendental para la Luna.
Venus tampoco va bien en Capricornio, porque es probable que sus criterios emocionales a la hora de elegir se encuentren subordinados a criterios prácticos. Venus en Capricornio puede indicar también atracción por las personas mayores, que pueden servir tanto de figuras de autoridad como de amantes.
Sean cuales fueren las inclinaciones normales de un planeta, en Capricornio se ven sometidas a consideraciones prácticas y deben ponerse al servicio de la necesidad de eficacia del signo, lo que para los planetas más emocionales puede resultar un lastre para su natural expresión, y hacer que el nativo sienta soledad y poca oportunidad para ser espontáneo desde el punto de vista emocional. Si esto no es así, la forma de funcionar del planeta es tensa y ambigua. De ahí que los jóvenes nacidos con Neptuno en Capricornio (años 90) se pueda considerar en muchos casos como una «generación perdida», ya que es muy difícil hacer algo práctico o eficiente con Neptuno, el planeta de los músicos, de los artistas o de los escapistas de la realidad.
Fuente pluton en capricornio
Capricornio, arquetipo, signos zodiacales, Astrología