despertar espiritual, relaciones, pareja, desarrollo, Reinaldo Dos Santos
Una de las cuestiones más habituales que surgen a todos aquellos que instruyen un camino de desarrollo consecuente, es la de cómo conservar una relación, sobretodo de pareja, con una persona que, aparentemente, no ha despertado.
Para eso lo primero que poseería que precisar es el conocido de “DESPERTAR ESPIRITUAL”. Este término se usa universalmente para diferenciar a aquellos que han iniciado un camino de avance, desarrollo y expansión conscientes, de aquellos que simplemente prefieren vivir sin plantearse por qué les pasan las cosas que les pasan, sin averiguar en su interior para reencontrarse, examinarse y enlazarse con el TODO que son.
Si no lográramos relacionarnos con otras personas puramente porque no distinguen la vida de la misma manera que nosotros, entonces no pudríamos relacionarnos con nadie…Necesariamente cuando alguien ha incitado espiritualmente (que es despertar a la Vida) es cuando más puede concernir con cualquier persona, de cualquier cualidad, porque ha ingresado en conexión con su Yo interior…y no precisa cambiar a nadie, ni que nadie esté en el mismo punto de consciencia que ella o él para poder conservar una buena relación.
Tu único compromiso es para contigo, conservarse relacionado con tu interior. El único modo en que una relación no es viable es cuando deriva nocivo.
Un modo de las personas que han obtenido una consciencia despierta es la FLEXIBILIDAD, la capacidad de ajuste sin guerras internas, que son, al fin y al cabo, las que nos trasladan a la crítica y al juicio de los demás. No me consigo cambiar yo, voy a pretender cambiar al otro.
Si te observas requiriendo diferenciarte de alguna manera de otras consciencias, si te observas concibiéndote que sabes más o que sabes mejor, que posees un discernimiento más recóndito de la vida, si te observas precisando salir conquistando en algún tipo de asimilación con otro semejante…es un síntoma de que persistes trabajando en tu despertar. Todas esas son insuficiencias del ego, son las mentirijillas que nos balance la mente para entretenernos del trabajo que asumimos por delante.
Como he expresado en otras ocasiones no es posible un balance “real” más que contigo mismo, cualquier otra es ficción, porque las costumbres de Vida son como el ADN, son magníficas para cada ser humano, y por lo tanto los efectos consecuencia de cómo manifestamos antes ellas, también son únicos.
Flexibilidad, paz, ternura, respeto y empatía son caracteres del alma completa, del alma aviva y en armonía con el TODO que es la Vida en todas sus expresiones, con el TODO que se es y se observa en cada vida que reside la Vida.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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