Dolor, aprendizaje, maestro, aprender, reflexión, experiencias, Reinaldo Dos Santos
Aprende de las penas, pues consigo traen grandes lecciones. Cada día de nuestra existencia, es una página del libro de vida, en donde está señalada una prueba para cada uno y obtener sabiduría. Cada vivencia tiene un significado y una razón, y aunque a veces se viven momentos de tristeza estos tienen una gran lección para ti.
Es muy importante que entiendas que el dolor son medios de prueba, y es algo necesario ya que esto es un desahogo para el espíritu, mientras el físico tenga salud y bienestar el espíritu muchas veces está envuelto en malestares, se siente encarcelada y vacía de luz. Hasta que llega el dolor el cual es una fuerza poderosa en donde abre los ojos al humano y lo pone a ver más allá de lo que estaba acostumbrado a ver. Es tiempo de restablecerte y purificarte, tiempo de que te abras a nuevos horizontes. Hay pruebas que las envía la justicia, pero la mayoría van labrando nuestras debilidades.
Juegas insustancialmente como si fueses un niño. No has sabido profundizar cuando llega un momento de dolor y por eso embarga nuestro corazón, te sientes víctima, cuando no es así. Y muchas veces aclamas “¿Porque Dios me castiga así?” o “Que he hecho para merecer esto”. Sin reconocer que Dios tiene para ti una justicia y que esta siempre llega tarde o temprano.
De esta manera, cuando el dolor alcanza a ser muy intenso, entonces el hombre por más insensible y frío que se haya mostrado ante las reglas divinas, se acuerda de Dios, vuelve sus ojos a ÉL en busca de caridad y en su desesperanza, dice: “Señor, ¿por qué no me concedes lo que tanto te pido?”, y comienzas de nuevo en ciclo en donde te pones en victimización.
Si tu deseas profundizar más sobre las pruebas que se te dan, recuerda que estas a tiempo de reconstruir todos tus errores del pasado, es común que tengas tus errores, pero no por ello ignores el origen del mal. Por mucho tiempo el humano ha hecho cosas en contra de las leyes divinas, y volviéndose incapaz de percibir mis palabras o acciones en bienestar suyo. Es por ello que Dios por un tiempo hace que se estremezcan en dolor para que despierten y apaguen sus ambiciones y falsos ideales.
“Cuando el cáliz le sea más amargo y reconozca ante el juez de su conciencia sus errores, comprenderá que las pruebas son lecciones para el espíritu, con que la vida os toca, para deteneros en la carrera vertiginosa que os conduce al abismo”.
Hay muchos quienes comprenden de forma rápida estas lecciones, evitando muchos sufrimientos pero hay otros que tardan en comprender el propósito de esto y comienzan a renegar del aumento de la amargura. Acepta las pruebas que lleguen con valor y confianza, ellas no se van a resolver si tu actitud es de rebeldía. Analiza porque dicha situación o experiencia de dolor ha llegado a ti. Y confía en Dios, el sabe lo que hace.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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