Acabo de ver la nueva versión del Libro de la Selva y me pareció una belleza de película, en mi opinión mejor que la animada, a pesar de las excelentes canciones del film anterior. El equilibrio entre la acción y la comedia está bien logrado, el chico que interpreta a Mowgli es un muy buen actor y los efectos especiales con los animales son grandiosos y sutiles al mismo tiempo. Como ocurre con muchas películas infantiles hoy en día, El Libro de la Selva, tiene varias lecciones de vidas interesantes y sabias, algunas de las cuales me gustaría compartir con ustedes hoy.
- El lobo necesita a la manada y la manada necesita al lobo. He hablado varias veces de este tema: esa creencia contemporánea de que “nos hacemos” solo. Todos necesitamos el apoyo de un grupo, llamase familia, comunidad, amigos, no solo para sobrevivir, si no para florecer. Pero, mientas más trabajemos en nosotros mismos, cultivando nuestras fortalezas y aprendiendo a manejar nuestras debilidades, más fuerte haremos al grupo, y, por ende, más fuertes seremos individualmente.
- No siempre actuar con honor es lo realmente indicado. Esta es una lección difícil para personas de índole espiritual. Pero como aprendió el padre adoptivo de Mowgli, uno debe adaptar las acciones y expectativas de acuerdo al adversario, particularmente si se es responsable del bienestar de otros. Esto no se refiere a actuar manera inmoral, ni siquiera de abandonar nuestros valores espirituales más importantes. Se refiere a no esperar que adversarios sin nuestro mismo nivel de honor actúen como lo haríamos nosotros mismos y prepararnos para ello. Así cuando el adversario deje salir su poco valía, nosotros tendremos un Plan B o alternativa para lidiar con su mal comportamiento.
- Si quieres ser un perdedor, actúa desde la rabia y la ambición ciega. No quiero revelar demasiado sobre esta parte, para no arruinar la diversión de los que todavía no han visto la película. Pero hay un par de personajes que, aunque en teoría fuertes, conocedores e inteligentes, a veces actúan de forma totalmente irracional, porque se han dejado llevar por las bajas pasiones. Así que, en momentos de verdadero peligro, no se dan cuenta de los obvios errores que están cometiendo, errores que le quitarán las posibilidades de lograr su objetivo.
- El camino más fácil hacia el triunfo es usar nuestros recursos naturales, aceptar nuestra verdadera naturaleza y dejar de tratar de ser como quienes no somos. Esta es una de las grandes lecciones para Mowgli. Mientras el cachorro humano persiste en tratar de ser un lobo, pues no avanza mucho. Pero cuando acepta que no lo es, que es un humano y que eso le da ciertas habilidades que el lobo no posee, encuentra la manera de vencer al enemigo, salvar a la manada y encontrar su lugar propio en la selva que es su hogar.
- Incluso en la peligrosa selva, la compasión y la bondad son mejores armas que el egoísmo y la cobardía. La historia contiene varias ocasiones en que diferentes personajes actúan de manera compasiva y valiente hacia desconocidos y lo hacen sin saber si sus acciones serán bien recibidas o tendrán un agradecimiento a cambio. Ninguno de estos personajes se pone a pensar sobre su propia seguridad, o se excusa de no hacer nada por aquello de la “ley del más fuerte”, al contrario. Y a la final, ya sea porque es una historia infantil o porque ocurre muchas veces en la realidad, sus actos de bondad, grandes y chicos, se ven recompensados en creces -aunque la mayor recompensa que reciben es el crecimiento interior que sus acciones generan.
Fuente Karem Barratt / Wicca Reencarnada