Jessie J lo dijo primero que yo y tenía razón: está bien no sentirse bien. Está bien sentir hastío, dejar que las lágrimas fluyan y soltar un CDSM de vez en cuando. Está bien no tener todas las respuestas y decir “déjame pensarlo”. Está bien extrañar a ti Mamá o a tu Papá o a tu perro y todos esos seres importantes para ti que pasaron al otro lado. Está bien sentirse cansada, levantar las manos al cielo y decir, “no más” y luego solo irse a la cama, así la cocina este hecha un desastre y no se haya respondido al último e-mail.
En serio. Está bien.
Como está bien pedir ayuda. Cooperar con otros sin miedos, atreviéndose a confiar y confiando que hay suficiente abundancia el universo para todos. Está bien pedir un abrazo y un beso al amante, al esposo, al hijo. Está bien comer chocolate sin remordimientos. Gritarle a tu ángel (o a tu versión de guía especial) “¡necesito ayuda, ahora!” Y comprarte floras, incluso las más caras, eso también está bien.
Está bien tomar un descanso. Recuperar energías, reexaminar los planes, cambiar lo que sea que se necesita cambiar. Está bien comenzar de nuevo. Más de una vez. Y está bien amarte a ti misma -incluso ponerte de primera de vez en cuando, preferiblemente con más frecuencia. Créelo. Está bien.
Está bien soñar en grande. Y tener sueños que otros consideran chicos. Está bien soltar sueños viejos. E inspirarse con los sueños de otros. Está bien esperar lo mejor mientras nos preparamos para un “por si acaso”. Está bien comenzar de pasito o pasito o dar saltos gigantescos de fe, lo que sea que funcione para ti, está bien.
Está bien escuchar a santo y sabio con una pizca de duda. Está bien tomar la sabiduría que resuena contigo y respetuosamente dejar lo demás pasar. Está bien confiar en la verdad en tu corazón. Está bien no estar de acuerdo con los que se supone son expertos. Está bien hacer preguntas, inclusos las controversiales, como está bien no recibir respuestas, o no aceptarlas si no nos gustan. Tus propias respuestas llegarán algún día y esa espera, también está bien.
Está bien ser quien eres hoy. Y si deseas cambiar algo, dejar salir una parte de ti, desconocida para los que te conocen, esto igualmente está bien. Como lo está ser perfectamente imperfecta y no parecerte a las modelos de las revistas. Está bien adornarte con lo que te hace sentir bella, así sea que esto sea absolutamente nada. Está bien no tomarte a ti misma demasiado en serio y reírte de tus cosas, como lo está respetarte, completamente. Está bien saber, que, por hoy, lo que eres es suficiente, a sabiendas, en lo profundo de tu ser, que eres mucho, mucho más.
Está bien llevar medias disparejas, si eso no te molesta. Está bien usar flores en la cabeza frente a tu ultra-feministas amigas. Está bien sonreír solo porque si -y no hacerlo si esa sonrisa no está realmente en tu alma. Tendrás días buenos y días que te harán creer en el infierno en la tierra. Y eso está bien. Es parte de esta loquera que llamamos vida. Así que está bien no sentirse bien -y estar bien con esa verdad.
Fuente Karem Barratt / Wicca Reencarnada