Existe, sincronicidad, creer, casualidades
Nunca olvidaré cuando hace años vi la película “Serendipity” (en español “serendipia) con John Cusack y Kate Beckinsale. El término es poco común y se refiere al hecho de encontrar algo gracias a lo que llamaríamos suerte, incluyendo las almas gemelas. Generalmente usamos la palabra “coincidencia” o “casualidad” para describir una situación de este tipo.
Y si no te estás tomando esto muy en serio, te contaré que grandes descubrimientos científicos se dieron por simple casualidad. Es como si las cosas, más allá de nuestras decisiones, tuvieran sus propias reglas y sucedieran en el momento que tienen que suceder, ni antes ni después. Es esta confabulación a veces extraña de sucesos a las que podemos llamar “sincronicidad”.
Estoy segura que te ha pasado, que de repente te encuentras ante una serie de circunstancias que te llevaron casi sin darte cuenta a un resultado específico y totalmente inesperado. Solo haz un poco de memoria…
Carlos Jung y la sincronicidad
Carlos Jung, fundador de la escuela de psicología analítica, desarrolló el concepto llamándolo el “Principio de la sincronicidad”, refiriéndose exactamente a:
“Una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal.“
Es decir, no se relacionan por el fenómeno de causa-efecto que frecuentemente manejamos. Hay un caso que Jung citó a menudo para dar un ejemplo de la “sincronicidad”:
“Una joven paciente soñó, en un momento decisivo de su tratamiento, que le regalaban un escarabajo de oro. Mientras ella me contaba el sueño yo estaba sentado de espaldas a la ventana cerrada. De repente, oí detrás de mí un ruido como si algo golpeara suavemente la ventana. Me di media vuelta y vi fuera un insecto volador que chocaba contra la ventana. Abrí la ventana y lo cacé al vuelo.
Era la analogía más próxima a un escarabajo de oro que pueda darse en nuestras latitudes, a saber, un escarabeido (crisomélido), la Cetonia aurata, la «cetonia común», que al parecer, en contra de sus costumbres habituales, se vio en la necesidad de entrar en una habitación oscura precisamente en ese momento. Tengo que decir que no me había ocurrido nada semejante ni antes ni después de aquello, y que el sueño de aquella paciente sigue siendo un caso único en mi experiencia.”
Después de él, otros estudiosos también se han dedicado a investigar el tema y encontraron algunas características de la sincronicidad:
– Lo que inicialmente no tendría por qué tener relación, termina teniendo un resultado importante o impactante.
– Los hechos que pasan juntos, son inicialmente improbables que se den al mismo tiempo.
– También hay un contenido altamente emocional dentro de la situación (termina siendo importante para el que lo está viviendo).
La sincronicidad en la vida diaria
“Todo lo que tiene que ser, sucederá quieras o no”, es una frase que mi madre me decía desde que tengo uso de memoria y para mí era muy difícil entender a qué se refería. Créeme ahora lo entiendo por completo. Te contaré solo una de mis experiencias ligadas con este tema.
Hace algunos años me sucedió algo que aún catalogo de extraordinario. Tenía una cita para un posible trabajo. Dado que había estado un par de meses desempleada estaba algo nerviosa con el tema. Así que me levanté temprano para tener tiempo de sobra. Todo lo que podía causarme un retraso sucedió: se fue la luz así que tuve que calentar agua para bañarme, el reloj se había parado y yo lo noté después, la vecina tocó la puerta pidiéndome el teléfono de forma urgente, se me olvidó la billetera y tuve que regresar cuando ya estaba en la esquina de mi casa y para terminar el tráfico estuvo fatal por un accidente. Llegué 35 minutos después de la hora y me dijeron que la persona que debía entrevistarme ya se había ido. Grande fue mi sorpresa cuando me dijeron su nombre: era un ex novio al que no quería ver ni en pintura. Debo terminar mi relato diciéndote que a los pocos días me llamaron para un trabajo mucho mejor, así que en realidad solo me ahorré la molestia de haberlo visto y encima tenerle que contar que estaba sin trabajo.
Mi pregunta es ahora muy clara: ¿todo aquello se sincronizó para que yo no pudiera llegar a tiempo?
Fuente Soy esotérica
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