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Las gemas han sido utilizadas miles de años con fines decorativos, para llevarlas puestas como adornos, para la sanación, para buscar protección, para realizar magia y para celebrar ceremonias religiosas.
Todas las estructuras se han formado en base a una disposición tridimensional de átomos matemáticamente precisa y ordenada. Todo ello les confiere un elevado nivel de estabilidad y les aporta sus colores, su dureza y sus propiedades físicas, geométricas y energéticas excepcionales.
Las gemas tienen una capacidad extraordinaria para absorber, reflejar y radiar la luz en forma de campos inteligentes de energía estable que incrementa el flujo de fuerza vital dentro de nuestra anatomía física y sutil. Al aplicar esta energía estable o resonancia de la gema de una manera coherente y focalizada hacia ciertos sistemas de energía disfuncionales, éstos recuperan la estabilidad y el equilibrio.
Ahora bien, viéndolas desde la cultura naturalista, el brillo de las gemas se compara con el brillo luminoso de los cuerpos celestes. Para ello las gemas están sometidas a una relación directa y particular con los astros, gemas y astros tienen una relación analógica que los une y condiciona.
Según la tradición, gemas y estrellas se emparejan, sintonizan, están en contacto directo, como un transistor de radio a la emisora con la que sintoniza, formando una unidad indisoluble. Este es el secreto de las propiedades maravillosas de las gemas, ya que cada una de ellas, tiene su estrella gemela, de su mismo color, de idéntica vibración.
Ahora bien, es muy común ver que hay piedras asociadas a cada signo zodiacal, pero recomendar su uso utilizando esta teoría, es como creer en los horóscopos que salen diariamente, ya que no tienen nada de personalizados.
Por lo tanto, es importante para lograr resultados efectivos al usarlas, que un astrólogo que maneje adecuadamente la técnica de Gemoastrología, te realice un análisis sobre tu carta natal, para lo cual es importante que se tenga certeza de la hora de nacimiento y de allí pueda recomendar cuando y cuales usar, en función de los excesos, debilidades o carencias que puedas tener, en cualquier área de tu vida.
Una vez identificadas las gemas que te son propicias, deben ser montadas en algún metal, preferiblemente oro, deben estar expuestas a la luz natural, no necesariamente debe estar en contacto con la piel, pero si lo bastante cerca para que esté contacto con nuestro campo energético. Por ejemplo si la montas en sortijas o zarcillos la parte interna no debe estar cubierta, para permitir el intercambio energético. Además se le indica al cliente la forma en que deberá limpiarlas y cargarlas, antes de usarlas.
Es importante dejar claro, que solo se puede evaluar la relación del dueño de la carta natal, con alguna situación o persona en particular, pero no situaciones o relaciones de otra persona distinta al dueño de la carta, así como es posible que en algunos casos, las condiciones de la carta no permitan atenuar situaciones o realciones, ya sea porque no hay estrellas disponibles, o los aspectos que se encuentren no favorezcan al individuo.
Una vez aclarado estos puntos, es importante mencionar que con las gemas podemos corregir desequilibrios, contrarrestar carencias, subsanar deficiencias, neutralizar excesos, aligerar tensiones y redistribuir las energías en el cuerpo psíquico o energético del ser humano, creando nuevas posibilidades.
Fuente Conociendo tu alma
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