A medida que evolucionamos a niveles superiores de conciencia dejamos ir más espesura; liberamos creencias limitantes, cambiamos viejos paradigmas, y trascendemos la dualidad.
Ya no vemos el mundo a través de los filtros de esto o aquello – ahora vemos cómo esto y lo otro coexisten dentro de la totalidad.
Durante siglos y más allá hemos estado viéndonos a nosotros mismos, a otros y a la vida a través de la doble perspectiva de la mente.
A nuestros analistas les encanta categorizar todo en pequeñas cajas ordenadas en base a la programación y el acondicionamiento de la época.
«Esto va en la caja buena, que va a la caja mala. Esto es justo lo que hace lo malo«, le dice la mente a cada pensamiento, sentimiento y experiencia.
Nos perdemos del cuadro más grande y la libertad que va con esto.
- Unos sabios y maestros espirituales fueron capaces de elevarse por encima de este limitado punto de vista y mostrarnos la interconexión de la vida. Ellos vieron la ‘realidad’ de todo, sin juicio.
Pero ahora, el planeta y el cosmos están cambiando a un mayor nivel de conciencia que nos apoya a todos para dar un salto hacia una mayor conciencia, en una nueva realidad.
Este salto implica dualidad trascendente – elevándose encima de las dicotomías en las que solemos quedar atrapados.
Cada uno de nosotros tiene sus favoritos en los que caemos de nuevo en cuanto nos volvemos inconscientes.
Para algunos, es la necesidad de tener razón, incluso cuando estamos tratando de convencer a alguien de las verdades espirituales.
Para otros es el típico escenario del bien contra el mal en el que juzgamos las conductas de la gente – nosotros somos incapaces de ver cómo sus acciones están en perfecta alineación con su «crecimiento espiritual» y de ‘otros’.
Y luego está la encantadora polaridad de lo bonito frente a lo malvado; si no me inclino a estar de servicio a usted, yo soy una persona indiferente, mal intencionada.
Y la lista sigue…
La Polaridad
Estar en un estado de no-dualidad requiere trascender todas las perspectivas duales.
Y cuanto más evolucionamos, más incómodos nos volvemos cuando nos vemos atrapados en una polaridad.
Nos aferramos a un lado para evitar el otro, pero con el tiempo nos deslizamos y nos encontramos en el otro lado.
Basta con traer conciencia a la dicotomía y luego elegir alcanzar una nueva realidad nos eleva a una perspectiva más elevada.
Cada vez que usted nota la resistencia o juicio interno, es un tiempo para jugar a trascender la dualidad.
Las dicotomías
Aquí están algunas de las dicotomías con las que he jugado con el paso de los años.
A ver si algo resuena con usted: versus
-Éxito vs. (versus) fracaso
Esto tiene lugar en muchos ámbitos de la vida de la dieta y el ejercicio, de la relación y el matrimonio, de los negocios a las finanzas.
Nos definimos a nosotros mismos de acuerdo a un conjunto de normas o reglamentos de la sociedad y si no coinciden, estamos fallando de alguna manera.
-Suficientemente bueno vs. no lo suficientemente bueno
Una creencia central en no ser lo suficientemente bueno puede llevarnos a una vida de escasez o una búsqueda sin fin de la zanahoria.
-Responsable vs. irresponsable
Cuidar de otros, co-dependencia y exceso de funcionamiento de todas estas disposiciones de este miedo de que si no me hago responsable de todo y de todos, estoy siendo irresponsable y las consecuencias son mi culpa.
-Controlador vs. controlado
Con el fin de sentirse seguros y protegidos en el mundo, nosotros tratamos de controlarnos a nosotros mismos y a los demás.
Cuando no estamos haciendo esto, a menudo nos sentimos controlados por el mundo o por otros.
El yin y el yang se funden en uno
Si bien podemos tratar de encontrar un equilibrio, un término medio entre los extremos, a menudo nos deslizamos de un lado a otro cuando se ve la vida desde la dualidad.
La única libertad de todo esto es pasar a un estado de no-dualidad – un lugar donde existe la plenitud, en la que vemos la interconexión de toda la vida, donde el yin y el yang se funden en uno.
Desde este punto de vista, nos reímos de la idea de la dualidad.
A partir de esta nueva realidad, no hay tal cosa como el éxito o el fracaso, sólo distintas experiencias y opciones de vida. No hay suficiente, porque es lo que es.
La responsabilidad es simplemente ser fiel a uno mismo. Y no hay nada que controlar; la vida sólo pasa y fluye a la perfección, no importa hacia dónde va.
