Líneas de las manos: quirognomia y quiromancia

Resulta difícil saber con seguridad el origen de la quiromancia. Se cree que la quiromancia se originó en Oriente, hace más de cinco mil años. Ésta misma llegó a Europa a comienzos de la Edad Media.

Las líneas de las manos te permiten descubrir el carácter de una persona y los acontecimientos de su vida, interpretando la forma de sus manos y las líneas de las palmas. Es notablemente precisa y puede parecer sorprendente que nuestras manos puedan contener tanta información sobre nosotros.

El significado de las líneas de ambas manos es diferente. Por ello, es importante preguntar si la persona es diestra o zurda, ya que si la persona es diestra se le leería la mano izquierda; si es zurda, al contrario.

¿Arte o Ciencia?

Tal vez sea una mezcla de ambas, porque combina intuición y sensibilidad. Con el conocimiento y la experiencia que requieren para practicar adecuadamente una ciencia.

Con frecuencia, se descarta la quiromancia por considerarla exclusivamente una forma de adivinación.

Las ramas de la quiromancia

Originalmente está dividida en dos secciones: quirognomia y quiromancia. La quirognomia, es el arte de leer el carácter a partir de la forma, el tamaño de la mano, dedos y pulgares. Mientras que la quiromancia, es el arte de leer las líneas de la mano. Describe tanto tu pasado como tu futuro, porque todos los grandes acontecimientos que te afectan se muestran en tus manos.

¿Cambian las líneas con el paso del tiempo?

Lo cierto es que las líneas de la mano van cambiando y a veces en un periodo de tiempo corto, también cambiarán a medida que se alteren las circunstancias de la persona. Las manos de un bebé contienen todas las líneas que podrías esperar encontrar en el adulto.

La posición natural de las manos

Habla mucho del carácter de la persona. Si es una persona generosa o tacaña, abierta o tímida.

La mano cerrada, si extiende su mano con el pulgar tocando uno de los dedos, (te está mostrando una mano cerrada) es el tipo de persona a la que puedes conocer durante años sin que nunca llegue abrirse a la verdadera intimidad.