Los cambios pueden ser estresantes o preocupantes para las personas, porque por lo general cuando nos acostumbrados a ciertas situaciones estamos cómodos y felices, pero llega un momento en el que se nos presentan cambios inevitables y aunque algunos sean beneficiosos no podemos evitar sentirnos ansiosos, si te pasa esto en este momento, sigue leyendo para que sepas como llevarlo en positivo:
Sonreír a diario es un deber placentero, y aún en las situaciones críticas que puedan presentarse en tú vida, no pierdas el norte y recuerda que cada minuto cuenta. Conoce y practica estas claves para ser feliz en tiempos de crisis:
- Vive un día a la vez:Es de suma importancia que quede claro lo que estás haciendo en este momento. Que la felicidad depende de sí mismo, y de que se haga lo que se ama, disfrutar cada segundo.
- Enfócate en la meta: Si estas claro en cuál es tu objetivo, no importa los obstáculos que se tenga cerca, con esfuerzo y constancia lograr lo que deseas y eso te permitirá estar a gusto con tu vida y por ende, sonreír.
- Disfruta de tus seres queridos:Compartir momentos con la gente que amas es vital para hacer de tu vida un festín de colores, amalos, aprende de ellos, aprovecha cada minuto con ellos.
- Haz lo que amas: Nunca es tarde para hacer lo que siempre has soñado, querido, si siempre quisiste cantar, tocar saxofón o colaborar en alguna fundación y eso te llena! es el momento! no pierdas más tiempo.
- Disfruta al aire libre:Conectarse con la naturaleza siempre ayuda a reencontrarse consigo mismo, de hecho, muchas veces se recomienda descalzarse y tocar la tierra con la planta del pie, es un buen modo de reconectarte con la realidad, esa que te pertenece, no lo negativo que te rodea.
Ahora te invito a realizar este primer ejercicio usando el poder de la meditación:
Cierra los ojos y respira profundamente 3 veces.Pon atención en tu respiración y empieza a percatarte de tu cuerpo, toma consciencia de cómo se siente estar vivo aquí y ahora.
Imagínate a la persona con quien quieres cerrar el ciclo que tienes aún abierto. Imagínala enfrente de ti, a un metro de distancia más o menos. Imagínate ahora como hay cables o conexiones entre tú y esa persona (estas conexiones pueden ser cadenas, mangueras, resortes o cualquier cosa que simbolice para ti la conexión que aún tienen uno con el otro). Estos cables salen de él y de ti al mismo tiempo y los conectan de los brazos, piernas, cabeza y de todos los lugares que tu mente diga en ese momento.
Visualízalo con calma y observa el color de los cables, su textura y su forma. Con tu imaginación, crea una herramienta en tu mano derecha que sea capaz de cortar dicha conexión. (Pueden ser unas tijeras, una navaja o cualquier cosa que pueda cumplir el cometido).
Vas a observar a los ojos a la persona que está enfrente de ti y con una sonrisa vas a decir lo siguiente: “ Muchas gracias por lo que me enseñaste, ya no te requiero más y te libero de mí” y al mismo tiempo, cortarás una de las conexiones.
Lentamente repite el proceso con todos los cables. El último cable será difícil. Siempre lo es, pero no te preocupes es ahí cuando decides realmente qué tipo de vida quieres. Hazlo. Estando las conexiones cortadas quedarán colgando.
Gentilmente imagina cómo tu lado de las conexiones regresa a tu cuerpo y mientras lo hace te llena de vida y energía.
Imagina como esta persona se aleja y se hace cada vez más pequeña hasta que desaparece en el horizonte.
Respira profundamente, siente la libertad que siente tu alma y abre los ojos en este nuevo despertar te lo mereces.