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Un solo dibujo confeccionado por una mano infantil puede animar una habitación con la energía de la liviandad y de la alegría. Cada cuadro u obra de arte tiene su irradiación específica. Por un lado, transmite la vibración del tema; por el otro, también la energía del artista.
Si se trata de una obra maestra con una inspiración especial de un artista reconocido, el entorno se verá beneficiado; por el contrario, si se trata de obras de personas estresadas y carentes de armonía, aportarán información perturbadora que irradiará hacia la habitación:
• Por consiguiente, al seleccionar tus objetos de decoración, observa tus sensaciones, porque las mismas pueden transmitirte, en forma inequívoca, si en el objeto algo «no está en orden» o si la hermosa pieza te hará bien.
• Evita sobrecargar tus habitaciones con demasiados cuadros u obras de arte, porque cada uno necesita su espacio para poder realzar mejor su efecto.
• El marco debería estar en armonía con el tema y el entorno. Permite que el cuadro respire, utilizando suficientes papeles y no utilices vidrios que al reflejar irriten el chi.
• Evita motivos demasiados pesados u oscuros, especialmente en el cuarto infantil o en las zonas para dormir. Podrían limitar la fuerza de regeneración de las habitaciones.
• Decídete sin titubear por cuadros con motivos constructivos, frescos y alegres, cuyo efecto inspirador deberías disfrutar lo más posible.
• Solamente con una buena iluminación y un fondo óptimo los cuadros causarán pleno efecto y por consiguiente, te recomiendo combinar siempre cuadros con la luz y el color.
• Los dibujos infantiles pueden alegrar una habitación y proporcionarle energía en forma casi mágica.
Fuente Estampas
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