mis hijos, venezolanos, reflexión, Ada Addais, Wicca Reencarnada
Hoy los recuerdo, tal como cada madre en este país, recuerda a su hijo que se encuentra en el exterior, fuera de Venezuela, fuera de su regazo. Hoy hay una mezcla de sentimientos que van desde el regocijo hasta la lagrima de nostalgia. Creo fielmente en ustedes, todas las madres que estamos aquí, creemos ciegamente en su presente y su futuro y nos regocijamos porque en cada uno de ustedes va nuestra presencia y con ustedes, estamos allí en cada rincón del planeta.
No sientan soledad, pues jamás están solos. Este breve instante de distanciamiento, nos muestra que tan unidos estamos, cada día sentimos sus olores, nos perdemos en su mirada y cada día los abrigamos cuando tienen frío y los refrescamos con un soplo de brisa suave cuando sienten calor.
Hijos queridos, hijos de todos los venezolanos, sus triunfos, sus momentos de arduo trabajo, de novedades y progresos, nos llega como la gran esperanza de nuestra tierra. Cada logro de ustedes, hace que nuestra oscuridad se ilumine, no sientan pena por los que estamos aquí adentro, no estamos encarcelados, porque el espíritu jamás estará tras rejas aunque así lo parezca, el espíritu jamás será sometido aunque en el físico lo pareciera. Sus energías vibrantes, nos llega todos los días, para fortalecernos y reconfortarnos.
Cuando nos llamen háganlo con alegría, con entusiasmo, llénanos de novedades, cuéntanos como se vive, cuéntanos todo. Enséñanos nuevamente como se vive, como se ama.
Hijos bellos, aprendan todo, ahora que son ciudadanos del mundo, la responsabilidad no es solo con Venezuela, sino con el planeta entero y eso es un privilegio. Niños míos, niños de Venezuela, almas sublimes en comunión con el alma de Gaia, eso son ustedes. Gentes de sano vivir, no se asusten, no se menosprecien, lleven todo en su justa medida, en la medida del amor familiar, fraterno y eterno.
Sus manos preciosas en otras tierras, son símbolo de unión, de universalidad y de plenitud. No sientan pena por su labor, no crean que están haciendo poco. Son sus presencias las que ilumina todo el espacio, son sus auras plenas las que llegan hasta aquí y nos hace cambiar esquemas y paradigmas. Son sus fortalezas la que nos mueven aquí adentro y llena a los que quedamos para ser mejores. Ningún venezolano está separado de otro venezolano.
Hijos míos, cada día estamos más cerca, más definidos. Hijos de todos los venezolanos, no sientan pena ajena, ustedes, allí donde se encuentran, están haciendo lo mejor que pueden por el planeta y eso se devolverá como un boomerang a lo que más añoran y quieren, a su país Venezuela. No sientan culpa por haber decidido irse, no siempre la misión de vida está en el sitio de nacimiento, pero el sitio de nacimiento siempre se lleva en el ama y se da a conocer en todos los mundos.
No importa cómo ni donde se nace, importa lo que haces con tu vida y cada vez que ustedes triunfan y ríen, triunfa y ríe Venezuela. Esta energía se va expandiendo por todos los rincones y ocurre el milagro de la luz, haciendo que la oscuridad pierda fuerza. Aquí adentro, a veces perdemos la esperanza, creemos que esto no pasara. Hijos de todos los venezolanos, dígannos que no es así, que fueron a sitios donde la oscuridad fue bandera por un cierto tiempo, pero luego surgió la luz y volvió a brillar. Día a día, dennos fuerzas para seguir adelante, porque ustedes y nosotros sabemos que esto también pasara y volverán, yo se bien que volverán.
Fuente Ada Addais / Wicca Reencarnada
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