Los oriones que provienen de las estrellas en la constelación de Orión son un grupo que se dice que trabaja con el gobierno en proyectos Black Op .
Están muy involucrados en influir en la población mundial mediante el uso del control mental.
También han estado realizando un trabajo genético en el que alteran un espermatozoide y un óvulo humanos hasta el punto de que toda la descendencia producirá híbridos con nuevas características.
- Los humanos se aparearán y crearán hijos con genética alienígena.
Eso es un paso más allá del escenario promedio de secuestro.
Algunos afirman que se han asociado entidades «negativas» con algunas de las estrellas de la constelación de Orión.
«La Puerta»
Otras fuentes afirman que la Nebulosa de Orión es una «puerta» cósmica al «infinito» o al reino del Creador , que trasciende el universo tiempo-espacio-materia.
Algunos astrónomos afirman que una enorme ‘luz’ multicolor bellamente iluminada ha emergido de la ‘nebulosa’ y está en un curso de intercepción con la Tierra, aunque a un ritmo bastante pausado y a este ritmo esta ‘luz’ o ‘estrella’ llegará a la tierra aproximadamente 3000 d.C. (más o menos cien años).
- ¿Podría esto tener algo que ver con la profecía de Apocalipsis 21?
Dado que los draconianos están intentando conquistar los ‘cielos’, es posible que hayan hecho intentos inútiles de entrar por la ‘Puerta de la Eternidad’ e interceptar la ‘Luz’ emergente (¿’ Guerra en el cielo ‘ entre Michael y el ‘ Dragón ‘?)
Esto puede explicar la supuesta presencia de los draconianos en la constelación de Orión, aunque ciertos grupos ‘humanos’ supuestamente también se han vuelto curiosos por la ‘Puerta de la Eternidad’.
El propio cúmulo abierto de Orión es la base de un imperio conjunto reptiloide-gris llamado Unholy Six, que ha estado trabajando con NEMESIS en un esfuerzo por sabotear la presencia humana en el sistema SOL.
Muchos de los «planetoides» que han entrado en este sistema y han hecho «alteraciones de curso» observables están llegando desde NEMESIS y el IMPERIO Orión-Draconiano.
La Nebulosa: ¿cómo la ve la ciencia terrestre?
El descubrimiento de la nebulosa de Orión se le atribuye al astrónomo francés Nicolas-Claude Fabri de Peiresc, como indican sus escritos de 1610.
Cysatus de Lucerna, un astrónomo jesuita, fue el primero en publicar un documento acerca de dichos escritos (aunque algo ambiguo) en un libro que trata sobre un cometa brillante, en 1618.
En los años siguientes, varios astrónomos de prestigio descubrieron la nebulosa de forma independiente, incluido Christiaan Huygens en 1658, y cuyo borrador fue el primero en publicarse, concretamente en 1659.
Charles Messier se percató de su existencia el 4 de marzo de 1769, observando de paso también tres de las estrellas del cúmulo del Trapecio, aunque el descubrimiento de estas tres estrellas se le atribuye a Galileo en el año 1617, a pesar de que no pudo observar la nebulosa (posiblemente debido al limitado campo de visión de su primitivo telescopio).
Charles Messier publicó la primera edición de su catálogo de objetos astronómicos en 1774, aunque en 1771 ya estaba finalizado.
La nebulosa de Orión fue designada por dicho catálogo como M42, por ser el objeto número 42 de dicha lista en ser descubierto.
En 1865, la espectroscopia realizada por William Huggins confirmó el carácter gaseoso de la nebulosa.
El 30 de septiembre de 1880 se publicó la primera astrofotografía de la nebulosa de Orión, y un poco más adelante una segunda fotografía mejor que la primera, con 137 minutos de exposición, y ambas obtenidas por el astrónomo Henry Draper.