El libro El Ser Uno, es otro de los importantes libros que nos revela el origen extraterrestre de la Tierra y sus habitantes. Estos temas que ahora se hacen populares, siempre estuvieron ahí, aunque luego fueron ocultados.
Confrontando la «amnesia» que la mayoría de las personas encarnadas en la superficie de la Tierra tienen, observamos al leer estos libros, cómo se originó la idea de crear una forma-hombre, pero más denso para que pudiera habitar en la materia densa.
Los autores de este libro (en 6 tomos), han dicho ser de la estrella Alfa Centauri, una de las más cercanas a la Tierra. Ellos han dicho que se llaman Ayaplianos, y que tienen la forma-hombre, pero más sutil y transparente.
Que habitan en la Tierra desde hace unos 660 millones de años, y que vinieron formando parte de un programa de colonización: muy usual dentro de la Confederación Galáctica.
No obstante, por múltiples razones, ellos han quedado atrapados en el planeta, y ahora necesitan revelar informaciones -para que quienes están atrapados– logren un nivel para su progresiva liberación y salida de la Tierra.
Extraterrestres están potenciando su divulgación
Entendiendo que todo se produce por ciclos, los extraterrestres de Alfa Centauri, dijeron que desde el año 2014 se ha producido el inicio de un importante evento de alineación cósmica, a partir del cual aumenta la divulgación de importantes revelaciones a la humanidad: con nivel de conciencia.
Para ellos es muy importante que la gente conozca, pero también entienda -con nivel de amor- lo que ocurre en el cosmos.
Se dice que los Centurianos son muy teóricos e intelectuales, ligados al mundo de la ciencia.
Ellos dijeron que para explorar el mundo de la densidad en la materia, muchos de su planeta y de otras esferas, se sumaron a un programa de voluntarios.
Para confeccionar un «Avatar» que les permitiera bajar a la densidad, ellos dijeron que plasmaron un negativo de su propia imagen. «Nos copiamos como una imagen invertida«.
Los Centurianos sostienen que ellos y el cosmos tienen partículas de cristales, por lo que ellos invirtieron sus cristales, lo que ocasionó que la materia densa quedara por fuera y lo sutil por dentro. Con esta fórmula densificaron su energía.
No obstante, señalaron que bajo este proceso: el ser pensante resultaba anulado, por lo que el hombre denso invertido se convirtió en un «robot rígido» y sin pensamientos.
Crearon una realidad de laboratorio
Indicaron que por ello, crearon una realidad igual pero en laboratorio (realidad microscópica). Una burbuja-esfera para recrear el medio ambiente. Un big bang artificial; Otro principio único; Una realidad paralela.
Ya que el cosmos está lleno de energías-pensamientos, los Centurianos dijeron que las partículas que quedaron en la parte más densa de la realidad era como si estuvieran atrapadas en la oscuridad o la ignorancia, y éstas perdieron la comunicación o conexión con los mundos sutiles superiores.
El nuevo mundo microscópico tenía su creatividad: reino mineral, vegetal y animal.
En dicho mundo paralelo, la forma-hombre fue creada para albergar otras partículas-hermanas: energías-pensamientos que para subsistir deben vivir dentro de una Mente. Digamos pequeñas esferas de conciencia que animan los cuerpos.
Los Centurianos-Ayaplianos dijeron que el Hombre se hizo entonces invertido y proyectado como una fotografía negativa. Compilado con cuatro conceptos universales: orden, química, matemática y electricidad.
No obstante, para crear un envase o Avatar adecuado, los Centurianos dijeron primero debieron realizar múltiples experimentaciones unas exitosas y otras no. Reconocen que muchas de las no exitosas quedaron con formas animales: en el intento de realizar un modelo ideal.
Los Petrificados
Ya que la materia tiene diferentes grados de densidad, aquellas partículas que quedaron muy lejos de su centro durante el Big Bang, se encuentran en la más alta densidad, e incluso se puede decir están en estado petrificado, muy solidificadas (digamos ubicadas en el reino mineral. Incluso aquellas situadas dentro de planetas o constelaciones).
Para que las partículas en los niveles sutiles puedan «recuperar» a sus partículas-hermanas en la más alta densidad, deben ir progresivamente estableciendo conexión o comunicación con ellas.
Según los grados de densidad, las partículas que están más cerca de las dimensiones sutiles van siendo recuperadas, para lo cual se llama a los Voluntarios, quienes harán este enlace, estableciendo comunicación y luego aportando las informaciones de actualización a los seres densos para que puedan recuperar su memoria cósmica, y puedan ir elevándose a los mundos más sutiles, en el camino de regreso a la Fuente (núcleo).
Los seres dirigentes, digamos de la realidad-real, son vistos en este proceso como gigantes, mientras que quienes estamos en la densidad (dentro del mundo-laboratorio) somos microscópicos para ellos.
«Cuando el verbo se hizo hombre»
Ellos dijeron que la famosa frase: «cuando el verbo se hizo hombre» se refiere cuando los Voluntarios de la realidad-real bajaban (encarnaban) en la densidad del mundo-laboratorio.
Durante el proceso de encarnación, se dice que el espíritu (pensamientos correlacionados y continuados) encarnan la materia (envase-avatar), mejor dicho encarnados en un cristal dentro de la mente de la forma-hombre.
Los Centurianos dijeron que si se va puliendo un Carbón: adentro aparecerán maravillosos brillantes (son energías-pensamientos densificadas).
Indicaron con este mismo ejemplo: que al pulir el Carbón se liberan (digamos esas conciencias) que luego se mezclan en el aire y pueden ser respiradas por la forma-hombre (el avatar) quien de esta manera le da albergue en su mente, sitio donde habrá toda una alquimia para recuperar esa partícula que es parte del Todo.
Como un ejemplo macro, los Centurianos dijeron que la Tierra es como el carbón, el cual contiene en su interior la ciudad interna, a donde van las partículas (espíritus avanzados) en su proceso de regreso a la Fuente.
(Ilustración del modelo hombre: Adam Kadmon)
To be continue…