piedras, protección, significado, definición, energías, Feng Shui
La naturaleza posee una enorme fuerza que nos cuida y apoya para que superemos las pruebas o situaciones complejas que se nos presentan. Las rocas brindan un gran poder de transmutación para superar cualquier cuadro médico que estemos padeciendo. Estos cuarzos pertenecen a las coordenadas Noreste, Suroeste o Centro: orientaciones de la sabiduría que conectan la fuerza del elemento tierra. Por eso deben colocarse allí.
Algunas de estas rocas son:
• El cuarzo de cristal: tiene una de las energías más elevadas, porque maneja todos los colores. Emite la fuerza que conecta a las demás piedras. Es muy recomendable para trabajar el sistema inmunológico. Es un excelente receptor de energía: al colocarse en un espacio, limpia el aura de tu cuerpo y de todo lo que te rodea. Tiene la capacidad de reencuadrar toda la energía del espacio donde se encuentra.
• La turmalina negra: es considerada la piedra chamánica de los maestros. Esta roca es especial para proteger de chismes, envidias y energías de conflicto que puedan estar alrededor de tu casa o en tu trabajo. Equilibra, limpia y trasmuta todos los chakras del cuerpo, lo que te permite encontrar el centro en tu día a día. Portarla genera un escudo protector en todo el cuerpo, capaz incluso de proteger de campos electromagnéticos.
• La amatista: es una de las piedras más consentidas del mundo mineral. Trasmutadora por excelencia, convierte la energía negativa en positiva. Se usa para ayudar a limpiar el cuerpo de pacientes con enfermedades importantes y, sobre todo, a equilibrar su energía vital. Protege contra ataques psíquicos y ayuda en la apertura de la mente a lo divino y al mundo espiritual. Atrae la armonía al alma y a los espacios.
• Cuarzo verde o jade: es la piedra predilecta del Oriente, en donde por muchos años fue más valorada que el mismo diamante. Simboliza la sabiduría, la inmortalidad y la longevidad. Atrae la serenidad, la misericordia y alimenta el amor a los enfermos. Ayuda a los riñones, pues retira las toxinas de las células de la sangre y regenera el sistema inmunológico. Puede colocarse en la alcoba de los convalecientes.
• Piedra de ágata: esta roca existe en diferentes colores. Por tanto, con ella se puede estabilizar cada uno de los siete chakras del cuerpo, esto permite que nuestra aura entre en el equilibrio perfecto. La encontramos en discos o en geodas. También revive y regenera todas las células del cuerpo, así que la pueden usar quienes padecen de cáncer, artritis o cualquier otra enfermedad degenerativa.
Fuente Alfonso León / Estampas
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