De acuerdo a las informaciones que divulgan el chileno Rodrigo Romo y la argentina Andrea Barnabé, el planeta Tierra proviene de la constelación de Sirio.
Romo dijo que debido a un fenómeno cósmico provocado por la estrella Anágora: Tiamat (hoy Tierra) y Venus fueron extraídas de Sirio y lanzadas al cuadrante del sistema solar.
Bajo la tecnología terraformación al «caparazón» de Terra se le insertó una estrella enana blanca, proveniente de Sirio, que se conoce actualmente como estrella de Dyson.
Desde este núcleo de Tierra se produce gran cantidad de neutrinos. Alrededor del núcleo se crearon cavernas como las que sirven de base a la ciudad de Agartha.
Según Romo, el sistema solar realiza una ruta hexagonal por el espacio, pasando por seis estrellas, entre ellas: Sirio, Capilla, Procyon, Aldebarán, Rígel de Orión, y otra que dijo no recordar. Según él, en este momento estamos pasando cerca de Sirio.
En el caso del planeta Tierra, esta fue siendo remodelada por naves gigantes que fueron colocando los aspectos relacionados con las montañas, mares y ríos…
Romo señaló que la tierra tiene capas, como las de una cebolla, que poseen líneas de tiempo y frecuencias gravitacionales distintas.
Los elementos en Tierra tienen «devas» espíritus dentro de rocas, vegetales, y animales. La propia Tierra tiene un «deva» también. Son los devas de la naturaleza e incluye «devas» dentro del agua, fuego, etc.
Añadió que la esfera de Dyson dentro de la Tierra representa un portal directo con la Fuente. A través de este portal vienen a nosotros los llamados «Hijos Paradisíacos» ubicados cerca de la Fuente. Ellos serían los administradores del universo de Nebadón.
Los administradores, agrupados en la orden Lanolandec, serían los encargados de sembrar «esporas» en los planetas, analizando así las formas de vida que se van formando espontáneamente.
No obstante, Tierra sería un planeta morontial, donde los «Hijos Paradisíacos» vienen y pueden encarnar directo con su memoria cósmica, sin pasar por procesos de evolución de las especies.
A nivel espiritual, la Orden Kumara (De Sirio) junto a Miguel de Nebadón (Alción), estructuraron el proyecto de encarnación de las almas.
Para ello, fueron insertadas varias razas galácticas en la época que se conoce como la historia de MU, un pedazo de tierra que se ubicada en el océano Pacífico.
De allí, que a Tierra se trajeron razas ya preestablecidas.
El «Yo Soy» ubicado en el Sol
Sostienen los divulgadores, que el llamado «Yo Soy» se ubica en el sol, por eso en civilizaciones antiguas se decía que Dios está en el sol, y que los reyes eran hijos del Sol.
Añaden que es en la 5ta. dimensión donde los humanos se conectan con el Yo Soy.
Para vibrar en la 5ta. dimensión dijeron se requiere cambiar el cuerpo de carbono a silicio, debido a que este último elemento absorbe mejor los código de luz.
El código de K de Amón (4D) sería de carbono, menos sutil que el silicio.
Dijeron que en la época de MU, los humanos estaban conectados a la Fuente, no eran carnívoros y se podían comunicar telepáticamente con los animales.
Robaron el material genético
Romo dijo que viendo estas especies en el planeta morontial, un hijo paradisíaco llamado Saraten, robó material genético, tratando de insertar dicho código para crear un imperio en el espacio, utilizando para ello la tecnología de una Inteligencia Artificial (IA).
El divulgador chileno dijo que fueron los llamados «Annunaki», quienes destruyeron la civilización de MU, cuando eran impedidos de ingresar.
Habría sido en la época de Sumeria, cuando los Annunakis (pleyadianos) robaron información del proyecto de genoma y formatearon la raza que conocemos hoy como los Judíos.
Anu, el famoso padre de los hermanos Enlil y Enki (mitología Sumeria), habría realizado un convenio con la Corporación Dracul, una entidad negativa de los Draco (reptiles) de Orión, dando paso a la realidad desastrosa de la tierra en la época actual.
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