Planeta Tierra: Viviendo en una «granja humana»

Se dice que la vida orgánica fue un diseño intencional para cosechar la energía vital, denominada loosh, que surge del conflicto durante la subsistencia, aunque también aquella proveniente de la melancolía y soledad, así como la derivada de la devoción y adoración, siendo éstas formas destiladas del loosh, más deseado y exquisito.

Según entendemos, estas serían las razones por las cuales en las Sesiones Cassiopea (canalizaciones con seres cósmicos de Cassiopea) se alienta al trabajo en grupo y a evitar toda clase de rituales.

Los granjeros cósmicos de energía equiparon a los animales con colmillos, garras, celeridad y destreza con el fin de prolongar el combate víctima-predador y así incrementar la producción de loosh.

Hemos visto que esta situación se reproduce en los sacrificios rituales a lo largo de la historia humana:

En otras palabras, cuanto más prolongado el sufrimiento, mayor fuerza vital es procesada por el organismo, y más suculento el caldo aurífero cosechado por Los Arcontes.

El peaje de la experimentación física, evaluado cuidadosamente en función del costo / beneficio recaudado por entidades de consciencia superior de servicio egocéntrico, también conocido como moneda etérica o loosh.

Humanos: una raza esclavizada

William Bramley en su libro Los Dioses del Edén nos comenta:

Los seres humanos parecen ser una raza esclavizada reproduciéndose en un planeta aislado de una pequeña galaxia.

La raza humana fue una vez fuente de mano de obra para una civilización extraterrestre, para la cual seguimos siendo su posesión.

Para mantener el control sobre su posesión y mantener a la Tierra como una especie de prisión, esa otra civilización ha alimentado un interminable conflicto entre los seres humanos, promoviendo su decadencia espiritual y ha creado en la Tierra condiciones irreversibles de penuria física.

Esta situación ha existido por miles de años, y aún continúa hasta nuestros días.

  • Este canon de sufrimiento por pisar la Tierra es una cuota que todo ser humano debe pagar al nacer.

Se encuentra cuidadosamente orquestado sobre un sinfín de procesos bioquímicos y psíquicos que buscan profundizar e interferir la fina línea entre el balance y la búsqueda de la gratificación propia.

  • Los Cátaros comprendieron muy bien esto cuando vemos que los perfecti se negaban a traer nuevos esclavos al Valle de Lágrimas.

 

Fuente: Tomado de Ranandiro / del Sitio Web Pluralidad De Los Mundos

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