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Nuestro cabello simboliza nuestra fuerza, nuestro valor, nuestra confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Tener cualquier problema en el cabello, precisamente involucra que “algo” que ha acaecido u sucede a diario que nos hace perder la fe en nosotros.
Y, concerniente con esa confianza en nosotros, además se halla la confianza en la vida misma, en el Universo, en nuestra parte espiritual. Si derrochamos por alguna razón la confianza en nosotros, de alguna manera, vivimos perdiendo del mismo modo la confianza en el porvenir, en el futuro, en el mundo, en nuestro mundo. No poseemos fe en nosotros, pero nunca en lo que hay más allá, lo divino, lo superior.
Cabello Graso
Si yo presento cabello con exceso de grasa, esencialmente estoy viviendo un problema en el que instintivamente “mi fuerza se resbala”, mi fuerza es incapaz de ser sostenida. Algo o alguien, incitan que yo pierda la fuerza que de pronto he sentido.
- Se me resbala mi fuerza.
- No recibo del mundo la información forzosa para ser fuerte.
- Me faltan conocimientos, soy tonto, me siento tonto.
- No sé qué es lo que requiero saber o asimilar para triunfar.
- No me indican, nadie me dice lo que necesito saber.
Si mi cabello es graso y conjuntamente, se me está cayendo, simboliza que siento la necesidad emocional de recobrar mis habilidades, mis conocimientos, mis dones, mis capacidades. Ha acontecido algo en mi vida que me ha inhibido mi fuerza, pero la quiero recuperar.
Cabello con Caspa
Si yo presento un cabello con caspa y caspa en el cuero cabelludo, esencialmente estoy viviendo un conflicto emocional concerniente con un interés intensamente fuerte porque la verdad “se sepa”. Ambiciono se diga la verdad sobre algo, que se hable claro, que los demás desistan de fingir. Frecuentemente la caspa surge luego de una separación que para nosotros no tiene lógica.
Del mismo modo, puede surgir posteriormente de alguna situación que nos “hizo sentir” que no apaleábamos suerte, o que tenemos “mala suerte”.
Cabello Quebradizo
Estas viviendo un conflicto emocional concerniente con una necesidad no compensada de estar más en relación con el Universo, con lo Divino. Por lo usual, son personas que se conceden totalmente a las necesidades de los demás, a tal grado que se van apartando de lo verdaderamente importante. Pudría expresar que son personas que han sido muy creyentes o espirituales y de pronto, por cuestiones de rutina, trabajo, etc. Manifiestan de golpe que se han olvidado de su lado espiritual…”se quiebran”.
El cabello quebradizo es soberanamente común en personas que ubican mucha de su fe, en lo divino. Inclusive, su fuerza y cordialidad en ellos mismos y ante un problema de la vida, manifiestan que esa parte divina, “no los salvó”.
Cabello con Canas
Las canas, al inverso de lo que la mayoría de las personas delibera, es un síntoma positivo. Las canas son una señal de no precisar más la asentimiento de los demás. De no apreciar la necesidad de simular ante los demás. Es por ello, que enlosen hacer su aparición, en la madurez. Cuando nos cambiamos en personas sabias, con mucha experiencia. Las canas figuran “madurez” emocional, soberanamente de la edad. Simboliza que emocionalmente, hemos alcanzado ya muchas vivencias con aprendizaje. Tal vez acaecemos sufrido sí, pero hemos aprendido lecciones de gran valor.
Cabello seco o reseco
Si yo exteriorizo un cabello seco, sin vida, sin movimiento, semejante a un zacate, precisamente estoy viviendo un aprieto emocional relacionado con desvalorizaciones inquebrantables de una persona con la que cohabito a diario. Puede ser mi padre, mi madre, mi maestro, mi jefe, mi compañero de trabajo, mi mejor amiga, etc. Cualquiera, a quien veo a diario me disminuye y me hace concebir que no puedo recapacitar por mí mismo, que no puedo hacer las cosas yo sólo, que no soy capaz de ser independiente. Todo esto, combinado con frases de “yo confío en ti”, “te amo”, “lo hago por tu bien”, etc.
Es tal la desvalorización que recibo día con día, que “voy secando mi fuerza”. Me seco, pierdo mi alegría, mi ímpetu, mis aspiraciones, mi confianza en mí.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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