Samhain, Halloween, año nuevo, tradiciones paganas, Virginia Escobar, Wicca Reencarnada
Samhain es la más importante de las festividades del período pagano que dominó Europa hasta el advenimiento del Cristianismo. Marcaba el final de la temporada de las cosechas que se realizaban en el periodo “claro” del verano, y con el periodo “oscuro” llegaba el año nuevo, y como les he contado en otros artículos el 31 de Noviembre las wiccas celebramos el fin de año wiccano, en el mismo nos ponemos en contacto con nuestros antepasados y le agradecemos su compañía, su guía y sabiduría durante el año que está por terminar.
Celebrada el último día del octubre en el hemisferio norte y el último día de abril en el hemisferio sud, la fiesta de Samhain se encuentra en la mitad del camino entre Mabon, el equinoccio de otoño (21-22 de septiembre) y de Yule, el solsticio de invierno (21-22 de diciembre). Pero para las viejas tradiciones germánicas el comienzo del año no se marcaba con Samhain sino con Yule, durante el cual se festejaba el solsticio de invierno y el fin del periodo “oscuro” del año con la Noche de las Madres.
Es el momento en que desde la Wicca nos preparamos espiritualmente para el ciclo (año) que esta por comenzar, porque más que un fin, una culminación o un cierre significa en realidad la esperanza de una nueva era, la alegría de tener una nueva oportunidad o simplemente un vale para hacer las cosas mejor.
Samhain era una época para realizar un balance de las cosechas y del ganado que tendría que ser sacrificado para sobrevivir durante la temporada más oscura del año. (Invierno) Los antiguos celtas acostumbraban pues, a encender grandes fogatas y caminar alrededor de éstas, acompañados de sus animales o bien, vistiendo pieles de animales, como símbolo de purificación.
Se creía también que debido a que era el inicio de la temporada de oscuridad que, a su vez, daba lugar a muchas muertes dada la falta de comida, durante el Samhain las puertas que dividían al mundo de los vivos y los muertos se abrían y permitían el libre tránsito de las almas y otros espíritus que por esa noche podían convivir nuevamente con sus familiares vivos. De esta manera, para que los vivos pudieran estar en comunión con dichos espíritus la gente acostumbraba a dejar comida en altares que colocaba en las puertas de sus casas para que los muertos comieran y bebieran tranquilamente. Se pensaba además que, de no ofrecer la comida, los espíritus podrían enojarse y causar cualquier clase de problemas, por eso era tan importante este ritual, además de encender fogatas y hacer un balance de las cosechas y también de utilizar máscaras que los protegerían contra dichos espíritus.
Los rituales durante la noche de Samhain pueden variar mucho entre grupos, linajes o clanes. Pero lo que siempre se tiene en común es rendirle homenaje a aquellos que han pasado a otro plano, con alegría y mucho amor, puesto que si los recordamos es porque fueron parte de nuestras vidas, bien sea como antepasados, maestros, amigos, guías espirituales, músicos, poetas, novelistas, etc. Al final todo gira alrededor de un aprendizaje que lograste asimilar gracias a esa persona, que bien la pudiste conocer personalmente o a través de su obra.
Si vas a invitar a tus hermanos al coven o reunión de esta noche, cada uno de ellos debe llevar algo que represente a aquella persona que desea honrar, ya que su existencia marcó una evolución para ti en algún momento de tu vida.
Samhain marca el tiempo en el cual debemos liberarnos de las debilidades (en los viejos tiempos significada dejar atrás el ganado más pequeño porque no resistiría el invierno). En lo personal significa un trabajo previo de aquellas cosas que detienen tu evolución y que debes soltar para poder crecer, esos malos hábitos se escriben en un papel y son quemados la noche de Samhain en un caldero con el compromiso de trabajar en la erradicación de los mismos.
Esta acción puede ir acompañada de hechizos o decretos que se envían al Universo con la intención de que los Dioses nos ayuden en nuestro trabajo interno, y que de alguna manera se traduzca en prosperidad y abundancia en el plano que estamos trabajando en nuestra vida.
Tomo las palabras de Raymond Buckland, de su libro Wicca, y dice así:
“Ahora es el tiempo del cambio. Ahora dejamos la luz y entramos en la oscuridad. Y lo hacemos alegremente porque sabemos que la poderosa rueda del año. En esta época del año las puertas del mundo se abren, Llamamos a nuestros antepasados a nuestros seres queridos para que se reúnan con nosotros en estos momentos. Los invitamos a que disfruten la celebración con aquellos que aman”
Antiguamente la llegada del invierno y los tiempos de oscuridad significaron todo un reto de supervivencia para el hombre. Actualmente entendemos por oscuridad los retos y adversidades que debemos superar para llegar nuevamente a la luz, ver la primavera y disfrutar de la alegría del verano.
El Invierno en el hemisferio norte y abril para el hemisferio sur debe significar literalmente “Tiempo de Reflexión” de modo que lleves a cabo la acción o acciones necesarias para cambios positivos.
Te invito a que esta noche recuerdes y agradezcas de todo corazón a todos aquellos que fueron parte importante de tu vida y que ahora se encuentran en otro plano, te invito a que compartas en familia porque la rueda de la vida no para y todos esos momentos son importantes. Te invito a proponerte a sanar, superar o erradicar algún mal hábito que sabes que debes modificar para tu bienestar, quémalo en tu caldero o con una vela, y finalmente te invito a que prepares pequeñas bolsitas con algunas semillas o granos y la regales a tus invitados, porque le estarás regalando una promesa de vida próspera, recuerda que la semilla guarda la vida en su interior en tiempos de invierno.
La vida nos da muchas oportunidades de renacer, no te pierdas ninguna de esas oportunidades y vive intensamente.
Feliz fin y feliz renacimiento, que las bendiciones del Dios y de la Diosa te acompañen esta noche y siempre, feliz reencuentro con aquellos que ya no están en este plano y pronta evolución en aquello que hoy te propongas.
Que no falte en tu mesa la riqueza de cosecha nunca más…
Fuente Virginia Escobar / Wicca Reencarnada
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