La tradición chamánica considera que todo lo que habita en la Tierra con la humanidad, es otro tipo de civilización.
Todos los animales, plantas e incluso cosas poseen Espíritu, por lo tanto, se les concede la condición de “pueblo”.
Cuando los insectos “pueblo” visitan una casa, siempre están ahí por una razón y por desgracia eso rara vez se conoce. Es incomprendido o inapreciado.
Vivimos en un mundo muy dinámico, hay energías invisibles y no percibidas a nuestro alrededor que interactúan.
Muchos de ellos no tienen nada que ver con nosotros, y algunos son beneficiosos o perjudiciales para nuestro bienestar.
Interactúan con algunos tipos de energía que no podemos percibir
El “pueblo” de insectos viven y perciben la realidad en una vibración diferente, por lo que pueden interactuar con algunos tipos de energía que no podemos percibir.
- En un nivel lógico cuando un insecto entra en su casa lo está haciendo debido a un olor, la luz artificial por la noche, alguna condición en la que considere conveniente introducirse en vivo etc.
Sin embargo, desde un punto de vista chamánico, cualquiera que sea la condición, fue el subproducto de una serie de coincidencias que se manifiesta por una energía tóxica que no pertenecen a su casa.
Otra forma de verlo, es como un sistema y en su conjunto, los insectos tienden a ser más abundantes en lugares como vertederos de basura; esto no se debe a que los insectos son criaturas sucias, esto es una deducción muy imprudente.
- En realidad los insectos son los limpiadores de nuestro mundo.
En la naturaleza nada se desperdicia, por lo que si su casa tiene una energía que debe ser eliminado, tendrá esta pequeña “gente” que vienen a hacer su trabajo.
En el momento en que encuentre un insecto en su casa, su trabajo se ha hecho.
Este pequeño vehículo recogerá toda la energía no deseada y la liberará de nuevo en su entorno nuevo.
El mundo responde a las emociones que estamos vibrando.
La próxima vez que encuentre un insecto en su casa, la primera emoción debe ser consciente de agradecimiento por su servicio.
El segundo debe ser la voluntad de ayudar a la pequeña especie a salir al medio ambiente de forma segura.
Si estas dos vibraciones son verdad en su corazón, las condiciones necesarias para que se manifeste pueden ayudar o guiar hacia fuera de su hogar.
Por cierto, una consecuencia maravillosa es que puesto que la energía se ha eliminado, menos insectos y menos tenderán a entrar a su medio ambiente.
Con la madre naturaleza nunca se debe enajenar, sino más bien siempre cooperar.
Fuente Reinaldo Dos Santos
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