Hay términos básicos que por la carrera angustiosa de la actualidad, se olvidan y se dejan a un lado, siendo tan necesarios tenerlos en cuenta. Hablemos de la familia. Es un concepto que aprendemos de memoria desde pequeñitos, pero con el correr del tiempo se nos olvida su significado y más aun no ponemos en práctica las enseñanzas diarias de la vida. Se dice que es la base fundamental de la sociedad, es decir, es la célula de la misma y si la célula no funciona, tampoco lo hará la sociedad.
Hablamos de una colectividad, una población y que en manos de ella comienza todo, sin embargo, no estamos poniendo atención a su célula, su comienzo como ente activo.
La célula básica de la sociedad, se siente mal, se está dividiendo por cualquier causa, valida o no. Hace un buen tiempo, por lo menos en Venezuela, mi país, se han dividido familias hermosísimas debido a una causa política que ni siquiera conoce la existencia de estos seres, pues el político que tanto defienden o critican ni siquiera sabe que hay personas peleando por este y por una ideología que en la mayoría de los casos es una irrealidad. Esta causa es solo la excusa para romper una estructura que ya venía frágil desde su base, una estructura con resentimientos entre hermanos, entre padre e hijos y consiguieron la mejor excusa para poner fin a la relación. Era más fácil, que sentarse a revisar que sucedía en el núcleo familiar. Como tips les diré, si una familia se divide por una causa política, quiere decir que el resentimiento está instalado entre sus integrantes, en mayor o menor escala, pero está presente y hay que revisar urgentemente. El resentimiento no tiene nada que ver con títulos, grados académicos, edad, sexo, simplemente está instalado en el corazón y ya.
Por otra parte, causado por la fuga de venezolanos hacia otras fronteras buscando un futuro mejor para ellos y sus familias, se dividen con un sentimiento más polémico que el anterior, la tristeza de dejar lo que quieren llevarse consigo. El alma se desgarra en esta división.
Ahora aparece una nueva causa, la escasez, las reuniones familiares van desapareciendo porque no hay que comer, no hay seguridad para visitar, no hay, no hay y no hay.
Existe familias que empiezan a discutir porque no gasten aquello, no coman lo otro, Fulano tiene , yo no y así toda una seguidillas de negativas, que tienen base pero hay que revisar. Se comienzan a envidiar unos con otros, olvidando por completo que cuando ves abundancia en el otro es porque tú también eres abundante, de otra forma no podrías estar en contacto con ello.
Es necesario que entendamos que nuestra familia, es más grande que una causa política, que la escasez o la emigración. Si sientes algo que enturbia tu hogar, hagan consejo de familia antes de decidir abandonar y dividirse. La política es un tema para reflexionar en familia pero no para dividirla. La escasez es un tema para unir, para sumar lo que cada uno consigue. Si hay un miembro que no está produciendo, lo ideal es hablar con este y que aporte otro recurso, arreglo de la casa, hacer los mandados, etc. en una casa hay mucho que hacer y unidos se hacen maravillas.
La emigración, es un asunto más físico y si alguien de la familia decidió irse, pues hay ahora cantidad de medios para estar en contacto. Que no se pierda la conexión jamás.
Piénsenlo, háblenlo y ejecútenlo, pues una debilidad de nuestra sociedad es la división. La parte oscura del planeta trabaja en base a la división y se debilita cuando las personas sienten la necesidad de unirse, de compartir, de amarse entre sí y de paso lo hacen. De allí, que la familia es el pivote para dar un giro a los nuevos acontecimientos.
Tanto la familia de la que provienes, como la que formas, son primordiales en tu vida. Si hablamos que tenemos que unirnos como población, como hacerlo si estamos desunidos como familias y quizás más profundo, desunido como Ser, en la trilogía interna.
Esta es una de las causas de lo que vivimos en la actualidad, tanto en Venezuela como en el planeta.
Qué esperas para comenzar?
Fuente Ada Addais / Wicca Reencarnada