Se dice que los Reptilianos no fueron los únicos que interfirieron con el desarrollo humano en este planeta.
En total hay otros doce grupos que donaron ADN para la producción del experimento.
Se añadió los reptilianos a los 12 grupos, lo que da como resultado seres humanos con una mezcla genética de 13 cepas diferentes.
El resultado fue un enfrentamiento general.
Si bien todos estos extraterrestres humanoides eran descendientes de Lyraen / Reptilian, cada grupo fue manipulado cultural y físicamente por diferentes grupos.
Esto es similar a un profesor de laboratorio que deja la puerta abierta mientras no está, y todos sus asistentes agregan su propia genética al experimento.
Esta historia está escrita en el libro de Stewart A. Swerdlow «Blue blood, true blood» (Sangre azul, sangre verdadera)…
Stewart Swerdlow en sus páginas habría contado la angustiosa historia de su vida personal, luego de sus experiencias como abducido por extraterrestres durante un período de muchos años…
Tau Ceti en Europa del Este
Los extraterrestres de Tau Ceti centraron su atención en el área de Europa del Este, desde lo que ahora es Serbia hasta las laderas de los Montes Urales.
A partir de aquí, influyeron en los pueblos eslavos y rusos.
Las condiciones geográficas se parecían a las del Tau Ceti sistema estelar, y su colonia Epsilon Eridanus .
Los Tau Ceti agregaron su ADN a los prototipos humanos que ya estaban establecidos allí, creando lo que ahora se conoce como los pueblos eslavos.
Los resultados fueron una raza de humanos que eran fornidos, con el pecho en forma de barril y con un promedio de 5’6» a 5’9» de altura, con una estructura ósea densa y ojos oscuros. Eran agresivos y preferían un clima frío.
Los germanos y Aldebarán
En Europa central, las tribus germanas fueron manipuladas genéticamente por seres de Aldebarán.
Estas personas son muy inteligentes y científicamente orientadas. Por lo general, son de cabello rubio y ojos azules, con una minoría de personas de cabello oscuro, de color marrón claro a ojos color avellana. Son militaristas y prefieren mantenerse solos.
Durante casi 2.000 años, los Aldebarans se han estado conectando enérgicamente con los pueblos germánicos, enviándoles información telepáticamente y promoviendo un sentimiento nacional.
Muchos humanos de la frecuencia de Aldebarán se han mezclado con los descendientes de Tau Ceti en el área eslava, particularmente en Polonia y Rusia.
Los Aldebarans también infundieron genéticamente a los vikingos. Estos pueblos nórdicos heredaron las tendencias agresivas y militaristas que también se ven en los alemanes.
Los vikingos saquearon (y abusaron) en toda Europa durante siglos, pero no tenían la capacidad tecnológica para mantenerse en el poder.
Arcturus en la península italiana
Una manipulación accidental de la genética ocurrió en la península italiana hace 3000 años. Una nave del sistema estelar Arcturus se estrelló y aterrizó en territorio etrusco.
Estos humanos en realidad tenían una mente extremadamente espiritual y, en lugar de intentar volver a casa, se quedaron y se mezclaron con los humanos de esa parte de la Tierra.
Sus descendientes se convirtieron en los romanos que luego fueron infiltrados y mezclados con los híbridos de Asia Central.
Los griegos y Antares
Seres del sistema estelar de Antaria estuvieron detrás de la manipulación genética de la antigua Grecia.
Estas personas eran una sociedad predominantemente basada en la homosexualidad. Las hembras se utilizaron solo para la reproducción.
Los Antarianos son morenos, a menudo con piel aceitunada, ojos oscuros y cuerpos cortos y delgados. Tienen una musculatura fabulosa debido a la densidad de su mundo natal y son conocidos por sus objetivos de culturismo.
Los greco-antarianos colonizaron España y Portugal. Sus descendientes se mezclaron aún más con los romanos y los árabes, que son predominantemente sumerios / reptiles .
Estos luego colonizaron América Central y del Sur, mezclando su genética con los indios nativos que eran de ascendencia Atlante-Procyon.
El sistema estelar Procyon no tiene mucha tecnología. Los Procyons fueron traídos a este planeta después de la caída de la Atlántida para aumentar la tasa de supervivencia de los refugiados.
Se convirtieron en mayas, aztecas e incas. Se les dieron antiguos puestos de avanzada Lemuriana y Atlante en los Andes y las Sierras de México.
Intentaron sin éxito recrear estas culturas, incluida la emulación de la construcción de las pirámides, la realización de procedimientos médicos y, finalmente, el sacrificio a los dioses reptilianos. Por eso sus leyendas hablan de hombres rubios que regresan en carros del espacio para llevárselos.
Los indios Anasazi del suroeste de Estados Unidos también fueron traídos de Procyon.
Fueron los sirios quienes tan generosamente proporcionaron transporte.
La mezcla de las hebras de la genética
Los sirios incluso intentaron traer a los hebreos al oeste americano. Se encontraron monedas hebreas antiguas en Nuevo México y otras partes de América del Norte y del Sur.
A lo largo de los milenios y los últimos siglos, los movimientos de naciones, las colonizaciones, la guerra y las hambrunas han arrojado a la población de la Tierra a un crisol gigante.
Las hebras de la genética se han mezclado continuamente entre sí, especialmente en América del Norte, Europa, Australia, el Caribe y América del Sur.
El resultado es que quedan pocas razas puras, y la unidad racial y cultural facilita el control del grupo .
Mientras todo esto sucedía en Europa y Oriente Medio, el Imperio chino se expandía por el este de Asia, y la cultura dravidiana-reptiliana de la India estaba siendo reemplazada por las hordas arias (ari y sum-arrianas) de Asia central.
En América del Sur, el Imperio Inca estaba floreciendo ya que se mezcló con la genética del sistema estelar Procyon.
La misma mezcla estaba ocurriendo en América del Norte y Central creando los toltecas, mayas y aztecas.
Todas estas culturas utilizaban rituales de sangre y sacrificios humanos. Esto indica que los procionianos fueron conquistados por los reptilianos e hicieron su voluntad, a pesar de que eran humanoides. Todas las culturas de América Central y del Sur utilizaron serpientes y reptiles como símbolos.
Estas personas tienen una mezcla única de genética «Lemuriana/Draco y Atlante/Humana» mezclada con el ADN Procyoniano.
