En la teoría de la relatividad
Durante siglos se pensó que el espacio y el tiempo eran constantes, o sea que un metro siempre tendría la misma distancia y un minuto siempre tendría la misma duración, sin importar en que parte del Universo se encontraran.
Por ejemplo una nave espacial tendría la misma longitud ya sea que estuviera en el vacio sideral o cayendo en un hoyo negro, y los relojes en el interior de la nave seguirían haciendo tic-tac a la misma cadencia en los dos lugares.
Einstein derrumbó ese concepto demostrando que en realidad el espacio y el tiempo son flexibles.
Es así que objetos con enorme masa como son los planetas, las estrellas o los hoyos negros distorsionan el espacio y el tiempo a su alrededor.
Se facilita comprender ese concepto, imaginando esa entidad geométrica de tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal (el espacio-tiempo) en la cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo como una superficie cuadrillada elástica.
En el esoterismo
El esoterismo también tiene una visión particular del espacio-tiempo.
Los planetas no están propiamente separados entre ellos por un espacio, sino por un nivel vibratorio que implica un grado de evolución cósmica.
Para comprenderlo imaginen los planetas como si fueran globos aerostáticos.
Un ser que solo percibiera dos dimensiones espaciales diría que “los globos están flotando en el cielo”, lo cual es cierto, sin embargo nosotros humanos que percibimos tres dimensiones espaciales, constataríamos que no solo flotan en el cielo, sino que además se encuentran a diferentes alturas de ese cielo.
Lo mismo pasa con el Universo, solo que esta vez somos los humanos quienes estamos limitados en nuestra percepción y por eso consideramos que los cuerpos celestes solo están “flotando en el espacio”.
Sin embargo cuando alcancemos mayores grados de evolución y desarrollemos nuestros sentidos ocultos, percibiremos que los cuerpos celestes no solo flotan en el espacio, sino que también se encuentran a diferentes alturas vibratorias de ese espacio.
Mientras más se “asciende”, más la vibración de la energía se intensifica y más la conciencia se desarrolla, ya que energía y conciencia van de la mano (a mayor energía, mayor consciencia y viceversa).
El espacio-tiempo está formado por energía que en su cima es muy intensa y que a medida que desciende, se va condensando y amenguando formando “capas” de consciencia, zonas de diferente vibración energética. La más baja y densa siendo el mundo físico visible.
Consiste en elevarse cada vez más en esa gama vibratoria. Para facilitar comprenderlo vamos a retomar nuestro ejemplo de los globos, pero esta vez considerándolo de una forma más mística.
Imaginemos que la evolución cósmica consistiera en viajar al Sol. Los pasajeros del globo comenzarían su viaje en el suelo de la Tierra e irían progresivamente ascendiendo con el globo.
Si las personas efectuaran el viaje de un solo trecho serían destruidas por el increíble calor que existe en el Sol, es por eso que el ascenso se hace paulatinamente, para permitir al globo y sus ocupantes irse acostumbrando al calor que cada vez es más intenso a medida que se acercan del Sol (les recuerdo que es alegórico).
Lo mismo pasa en el Universo. Los planetas son como enormes globos que transportan toda una hueste de almas.
La evolución cósmica consiste en ascender todo ese mundo desde el nivel vibratorio más bajo que está asociado con la materia, al nivel vibratorio más alto que está asociado con lo divino.
Esta evolución se hace paulatinamente para permitir a los seres lidiar con niveles de intensidad energética cada vez más grandes.
« Los seres a medida que evolucionan, conducen sus vidas y viven de acuerdo a los ciclos de vibración que se acercan cada vez más de la “Apoteosis Cósmica”.
Por lo tanto debemos comprender que el Universo va de un punto de involución, o sea de inconsciencia, a un punto de evolución total, o sea de perfección, y que el tiempo simplemente es la secuencia de los ciclos y planos de conciencia que separan esos dos puntos. » Pastor (maestro de sabiduría)
Todos los planetas pasan por ese desarrollo, pero no al mismo tiempo, sino por ciclos sucesivos (parecido a la escuela en donde cada año nuevos estudiantes comienzan el recorrido escolar).
Es por eso que el esoterismo considera que viajar a otros planetas, más que un viaje por el espacio, es un viaje por el tiempo:
- viajar a un planeta que se encuentre con un nivel vibratorio más bajo sería como viajar al pasado, ya que veríamos un nivel de consciencia y desarrollo parecido al que tenía la Tierra en el pasado.
- viajar a un planeta que se encuentre con un nivel vibratorio más elevado sería como viajar al futuro, ya que veríamos el nivel de consciencia y desarrollo que tendrá la Tierra en el futuro.
- igual que como si un estudiante de preparatoria fuera visitar un kínder o una universidad.
Si bien los planetas con sus habitantes recorren el mismo proceso de evolución, de la materia a la divinidad, cada planeta tiene su peculiaridad que lo distingue y diferencia.
Por ejemplo cuando el Imperio Inglés llegó por primera vez a Australia, de cierta forma vio su pasado cuando la Gran Bretaña era todavía una isla salvaje, sin embargo las dos islas son muy diferentes en clima, geografía, etc. (Igual por ejemplo, la Tierra y Júpiter son planetas con características muy diferentes, sin embargo llevan la misma evolución, aunque están en diferentes etapas).
Al igual que no percibimos la distorsión que las grandes masas hacen sobre el espacio-tiempo. Tampoco esa diferencia vibratoria se percibe en el aspecto físico, sino en el aspecto de conciencia.
Es por eso que los humanos no pueden actualmente percibirla, porque su consciencia está enfocada solamente en el plano físico.
Aun así ya comienzan a presentirla. Por ejemplo aunque se vean parecidos, la mayoría de las personas sienten muy bien la diferencia cuando hablan con alguien muy materialista y con alguien muy espiritual.
Las civilizaciones extraterrestres más avanzadas para visitar otros planetas no se desplazan por el espacio, sino por esa substancia vibratoria.